sábado, 27 de octubre de 2012

The Beautiful Between - Capitulo 15

Capítulo 15

Por la mañana, cada decisión parece peligrosa. ¿Cereal para el
desayuno? ¿Champú acondicionador o limpiador profundo?
¿Debería ponerme maquillaje? ¿Qué debería ponerme? Sea lo que
sea, hoy debo de ponerme lo correcto. Estoy convencida de que el
atuendo correcto le mostrará a Nick que soy compasiva, pero el
equivocado le dirá, que de alguna manera, tengo el poder para decirle a
todo el cuerpo estudiantil que algo está mal con Kate. 
Porque estoy bastante convencida de que esto es algo secreto. Tal vez la
familia está tratando de mantenerlo en secreto; tal vez él no se lo ha
dicho a nadie y tal vez está confiando en mí. Tal vez lo que sea que tiene
Kate es lo que mi padre tuvo, y tal vez su familia está tan avergonzada
como la mía. 
Trato de pensar en enfermedades que estén asociadas con vergüenza.
Todo lo que se me ocurre es el SIDA y eso fue sólo en los 80, antes de
que las personas supieran lo que saben hoy. Quiero decir, claro que hay
personas que todavía piensan que es una vergüenza, pero no los Cole.
Es una familia liberal de Nueva York. Llevan a cabo eventos para
recaudar fondos para los candidatos Demócratas en su apartamento.
Recuerdo que en uno de mis libros infantiles favoritos, había una chica
con diabetes y ella lo mantuvo en secreto porque estaba asustada de lo
que sus amigos fueran a pensar. Pero, por supuesto, la lección siempre
era que a nadie le importaba; la amaban de todos modos. Y todos se
congregarían alrededor de Kate. Es tan amada como una princesa,
tanto como Nick es un príncipe. 
Registro mi armario de arriba a abajo y me pregunto por qué Nick
dijo lo que dijo exactamente, que pasé por eso, que mi padre murió,
pero que estoy bien ahora. Lo que sea que Kate tenga, incluso si es lo
que mi padre tuvo, seguramente ahora tiene tratamiento, algún modo
de hacer algo, para que, al menos, pueda vivir con ello. Sea lo que sea,
no matará a Kate, los Cole pueden permitirse los mejores doctores en el
mundo; llevarla a Suiza por el tratamiento de última tecnología,
contratar un equipo de cuidado en casa las veinticuatro horas del día;
darle lo que necesita. 
Al final, me pongo unos vaqueros. Los vaqueros son inofensivos, y
pienso que los son, por eso los elijo. Me los pongo, apretados sobre mis
caderas y más sueltos alrededor de los tobillos. Incluso escojo el par

que he decidido que es de una tonalidad azul particularmente ordinaria,
aunque son del año pasado y no lo bastante elegantes. 
Si parezco bastante sencilla, entonces no será como si algo fuera de lo
normal hubiera sucedido. Pero entonces pienso que mientras me recojo
el cabello en una cola de caballo, deliberadamente evito el rímel junto al
lavabo del baño, y que esto, tal vez, sea demasiado sencillo. No quiero
que Nick piense que no me importa. Quiero que sepa que entiendo
que estaba hablando sobre Kate, que lo comprendo y sé lo mucho que
esto importa. Así que me pongo un poco de brillo de labios, pero sólo un
poco, ya que no quiero que piense que esto de alguna manera es
emocionante para mí; que soy curiosa, egoísta, deseando chismes. Y
ciertamente, el atuendo correcto no me puede ayudar a descifrar lo que
se supone que le diga. 
No hay manera adecuada de lidiar con esta situación.
***
Física es el primer período. Nick nunca llega a clase tan temprano
como yo. No nos dejan entrar en el salón de ciencias hasta que el
profesor aparece, porque hay mecheros Bunsen
 y toda clase de
sustancias químicas ahí, y supongo que están preocupados de lo que
fuéramos a tocar. 

8
Así que somos los empollones madrugadores y yo, esperando fuera del
aula al Sr. Kreel, preparados para apresurarnos dentro y conseguir los
mejores asientos. Estoy mirando mis pies y por primera vez pienso que
es extraño que nuestra escuela tenga alfombra. 
En el momento que Nick llega a clase, estoy sentada en la posición
privilegiada de la segunda fila, mi cuaderno y mi bolígrafo a la espera y
el profesor está al frente de la clase, esperando a que todos se sienten.
Sólo los chicos guay esperan hasta el último minuto para acomodarse. 
Balanceo mis piernas hacia adelante y atrás en el asiento, pero luego
me doy cuenta de que estoy irritando a todos los demás de mi fila, así
que me detengo. Pero luego comienzo a hacer click con mi bolígrafo,
entonces la punta sale y entra, lo cual probablemente es más irritante. 
Nick se sienta detrás de mí como siempre lo hace, así que no veo su
rostro hasta que la clase termina y estamos recogiendo nuestras cosas.
Estoy en el modo de pánico total, porque nada de lo que el Sr. Kreel dijo
hoy, tiene sentido para mí. Quiero pedirle ayuda a Nick, pero estoy
asustada de hablarle, porque no sé cosas correctas para decir. 
Pero él se va de la clase sin mirarme. Observo su espalda. ¿Cómo puede
estar tan calmado cuando yo estoy tan nerviosa? He estado preocupada
                                                
Mechero o quemador Bunsen: instrumento utilizado en laboratorios científicos para
calentar o esterilizar muestras o reactivos químicos.
8

toda la mañana sobre mirar, decir y hacer las cosas correctas que no he
pensando en mi padre y eso parece malo. Debería importarme lo que sé
ahora: él estuvo enfermo. No hubo una caída terrible, ni un accidente
fatal: estaba enfermo. Estaba enfermo y creo que la única razón por la
cual Nick me buscó en el comedor ese día, fue porque lo que tuvo es
como lo que Kate tiene y Nick pensó que podría tener algún
conocimiento que pudiera impartir sobre cómo atravesar la muerte de
un ser querido. Él nunca pensó que yo fuera genial; nunca le importó
ayudarme en física.
Eso no me molesta; estaba buscando mi ayuda. Pero tenía dos años;
una niña de dos años que ni siquiera sabía lo suficiente como para
saber que estaba pasando por algo. Y justo ahora, estoy muy perdida. A
los dieciséis, todavía no he superado lo que le sucedió a mi padre.
¿Cómo puedo superarlo cuándo ni siquiera sé qué pasó?
Pienso que lo que sea que esté mal con Kate, puede decirme de alguna
manera que estaba equivocada con mi padre. 
En el almuerzo, Nick se encuentra conmigo en la mesa usual. Estoy
esperándolo; tengo mis libros de física conmigo en caso de que
empecemos a trabajar. Me apresuré hacia allí por si venía a buscarme.
Ni siquiera agarré comida. Ahora que está aquí, me doy cuenta de que
tengo mucha hambre y miro hambrientamente hacia la mesa de bagels.  
—Sternin. ¿Todavía sin Alexis? —Se sienta junto a mí.
—Nop.
—Bueno, rehabilitación, ya sabes. Volverá en veintiocho días.
—Eso es lo estándar. Por supuesto, los que de verdad están enfermos se
quedan más tiempo.
—Por supuesto.
Ninguno de nosotros piensa que estas bromas son particularmente
graciosas, ya que ninguno de los dos piensa que Alexis tenga un
problema con las drogas. Me decido a tantear el terreno. 
—Es difícil, ya sabes, ver a alguien haciéndose el enfermo de esa
manera, cuando hay personas que amamos que no tienen elección en
ese asunto. 
No puedo creer que de verdad acabo de decir eso. Indudablemente, no
quería decirlo. Pero prosigo. 
—Tal vez —continúo—, es por eso que estamos tan fascinados con ella
cuando los demás necesitan pensar que tiene un problema de drogas,
¿sabes?


Nick se encoge de hombros.
—Escucha, Sternin, sin ofender, pero no me gusta hablar de esta
mierda en la escuela.
Estoy avergonzada por haber sacado el tema, por hacer esa pregunta.
—Lo siento.
—Está bien, probablemente debería… no lo sé.
Mira alrededor de la cafetería. Todos parecen estar divirtiéndose mucho
más que nosotros.
Nick nunca transformaría a todos en caballeros y señoritas, los
profesores en condes y duquesas. Nunca comprendería si le digo que le
doy a las salas de profesores diferentes nombres como Condado de
Grandes Literatos, el Ducado de Tensiones Científicas. No ve una corte
real; sólo ve chicas en faldas cortas, con botas largas y bolsos en los
hombros derechos; chicos con gorras de béisbol y vaqueros sueltos.
¿Cómo pasan los demás el tiempo que yo paso dando vueltas en mi
cabeza? Me aburriría; entonces, estaría sola. 
Tres de primer año pasan junto a nosotros, descaradamente mirando a
Nick. Trato de no reírme cuando una de ellas se desliza en sus
tacones. Se supone que no debemos usar tacones en la escuela y su
falda es tan corta que casi puedo ver su ropa interior. 
Nick me alza las cejas para darme a entender que no encuentra eso
atractivo. 
—Parecías estar flipando hoy en física—dice finalmente.
Estoy aliviada, por la ayuda que está ofreciendo y porque es un tema
sobre él que sé cómo hablar.
—Oh, Dios. De verdad, de verdad, lo estaba. No entendía nada de lo que
estaba diciendo.
—No te preocupes, aunque parece que no vamos a hacer nada durante
el almuerzo. Hagamos una tutoría antes del descanso del cigarrillo de
esta noche, iré a las ocho, ¿está bien?
Nick es un Caballero Físico en Brillante Armadura. 

No hay comentarios: