sábado, 27 de octubre de 2012

Before That Night - Capitulo 2





“Tienes mostaza en la cara,” dice Nick.

“¿Qué?”

“Tienes un poco de mostaza en tu cara,” dice, y entonces se estira y la limpia de mi
labio con su dedo.  ¡Nick Marriatti ESTÁ LIMPIANDO LA MOSTAZA DE MI
ROSTRO! CON SU DEDO. 

Quiero decir, ¿cuán loco es eso? ¡Él no puede sólo entrar aquí y comenzar a tocar
las caras de las personas! Hablamos de invasión del espacio personal. Aunque… sus
dedos se sintieron bien en mi piel, y un rayo de electricidad se disparó por mi
cuerpo completo tan pronto me tocó. Y el hecho de que él sintiera que no era gran
cosa sólo estirarse y rozar mis labios con su dedo es un poco… bueno, sexy.

No, me digo a mi misma, así es como las chicas terminan metidas en todo tipo de
problemas. Comienzan a prestarle atención a rayos de electricidad en sus
estómagos. Y como la historia ha demostrado (en shows de la CW, Lifetime
Original Movies, y cualquier historia en US Weekly), escuchar rayos de electricidad
es como, la peor cosa que puedes hacer. Siempre termina con un corazón roto y
trauma.

Pero antes de que pueda averiguar como evitar que la electricidad se haga cargo,
hay un arrastrar de pies cerca de la puerta frontal, y veo a un hombre corpulento
con una camisa a cuadros abriéndose paso más allá de otro cliente.

“¡Fuera de mi camino!” está gritando. “Póngase a la fila, póngase a la fila, ¡yo estaba
aquí primero!” lo que, por supuesto, no tiene sentido ya que no hay fila, sólo él y el
otro cliente que tuvo la lamentable suerte de aparecer al mismo tiempo que él. 

“Oh, no,” digo, horrorizada. “Es el Hombre Loco del Cupón.”

“¿Loco qué?” pregunta Nick.

“Hombre Loco del Cupón,” digo. “Viene todo el tiempo intentando usar esos
cupones expirados del cincuenta por ciento de descuento, y cuando le dices que no
puede, enloquece.” Miro al reloj en la pared. “Y se supone que cerramos en quince
minutos, así que me quedaré pegada aquí hasta tarde mientras practica en el
campo de tiro.”

El Hombre Loco del Cupón nunca juega paintball en realidad, sólo practica,
gastando como diez minutos instalando cada pistola antes de disparar finalmente,
luego escribe todos sus resultados en su iPhone.

“No te preocupes,” dice Nick, y luego salta detrás del mostrador.

Wow. Nick es muy… ágil. Saltó sobre el mostrador como si fuera nada. Saca una
servilleta del contenedor y comienza a garabatear, y el rayo de electricidad en mi
estómago se dispara de nuevo, probablemente por verlo saltar así sobre el
mostrador.
“Yo estaba aquí primero,” le está diciendo el Hombre Loco del Cupón al cliente
detrás de él, un hombre con el pelo cortado al rape y una barba. “Así que ni
siquiera pienses en colarte, Macho.”

“No lo estaba haciendo,” dice el hombre, dando un paso atrás, mira al Hombre Loco
del Cupón. Su radar de personas locas debe haber estallado, porque vacila, luego
gira alrededor y sale por la puerta.

“¡Señor!” intento, gritándole. “Está bien, ¿cómo puedo ayudarlo?” Pero él ni
siquiera gira. Suspiro. 

“¡Hola!” gorjea Nick dirigiéndose al Hombre Loco del Cupón. “¿Cómo puedo
ayudarlo hoy?”

“¿Quién demonios eres tú?” demanda el Hombre Loco del Cupón, pone sus manos
enormes en el mostrador y se inclina, mirando a Nick como si fuera un pedazo
de basura que dejaron en la papelera. 

“Soy Nick,” dice Nick. “Pero la mayoría de las personas aquí me llaman El
Coop. Trabajo aquí ahora, soy nuevo, ¡y estaría feliz de servir sus necesidades de
paintball!”

“Quiero practicar,” dice el Hombre Loco del Cupón. “Y tengo un cupón.”

Por supuesto que lo tiene.

“¡Un cupón!” grita Nick, encantado. “¡Esas son noticias maravillosas!”

“¿Lo son?” el Hombre Loco del Cupón parece escéptico.

“Sí,” dice Nick. “Ahora pásemelo.”

El Hombre Loco del Cupón saca un trozo de papel arrugado que obviamente es una
copia que hizo en su impresora, y se lo entrega a Nick. El Hombre Loco del
Cupón sonríe ahora, obviamente pensando que ya que Nick es nuevo, será un
blanco fácil. Luego me encuentra acechando sobre la esquina del surtidor de
bebidas, y su rostro se oscurece.

“Hola, Miley,” dice, como si yo fuera su archi-enemiga o algo, lo que supongo que
soy. También me doy cuenta de que usar estas etiquetas con nombre,
definitivamente no es seguro, ya que el que la gente loca sepa tu nombre nunca
puede ser una cosa buena.

“Oh, hola,” digo, como si acabara de notarlo, luego me hago la ocupada abriendo
una lata de Sprite y tomando un trago.

“Vaya, ¡este cupón será perfecto para usted!” dice Nick. “¡Qué comprador más
inteligente! Pero tenemos una nueva política de tarifa de cupones.”
“¿Una qué?”

“Una tarifa de cupones,” dice Nick. “Tiene que pagar una tarifa para usar este
cupón. Ya sabe, como un porcentaje.”

“Bien,” dice el Hombre Loco del Cupón. Parece todo presumido, probablemente
porque el cupón que está intentando usar es del cincuenta por ciento de descuento,
así que se imagina que de todas formas hará negocio.

“Y tendrá que pagar cuarenta por ciento más porque llegó cuando estabábamos a
punto de cerrar.”

“¡Pero eso no estaba anunciado!” dice el Hombre Loco del Cupón. “¡Cualquier
política de cupones tiene que ser claramente anunciada al consumidor!”

Nick apunta a la servilleta que está apoyada en el mostrador. “Este es nuestro
anuncio oficial,” dice. “¿Ve que dice ‘anuncio oficial’?” 

El Hombre Loco del Cupón lo mira con atención y yo lo hago también.

“ANUNCIO OFICIAL” dice “TODOS LOS CUPONES TENDRÁN UN RECARGO DEL
DIEZ POR CIENTO Y CUALQUIER CUPON UTILIZADO A QUINCE MINUTOS DEL
CIERRE TENDRÁ UN RECARGO ADICIONAL DEL CUARENTA POR CIENTO.”

Puedo ver las ruedas girando en la mente del Hombre Loco del Cupón.

“Muy mal,” dice Nick. “Si hubiera entrado un minuto antes…” Y entonces Nick
se inclina sobre el mostrador, y su tono cambia por completo. “Por supuesto, si
piensa que nuestra política es ilegal o injusta de cualquier forma, estaré feliz de
llamar a la policía para que vengan a revisarlo”

Los ojos del Hombre Loco del Cupón se amplían, mira a Nick y me mira a mí.
Hay un momento de silencio, y luego, finalmente, le arrebata el cupón a Nick.

“Está bien,” dice. “Volveré otra vez.”

“Haga eso,” dice Nick.

“Eso fue increíble,” digo, impresionada, una vez que el Hombre Loco del Cupón se
fue.   Nick hace una reverencia, luego salta sobre el mostrador de nuevo y gira el
letrero de la puerta de “Abierto” a “Cerrado”.

“Entonces,” dice, sonriendo. “¿Con eso me gano una cena?”

“¿Cena?”

“Sí.”

1 comentario:

Unknown dijo...

ay sari soy la primera wiiii
lo ameee!