sábado, 27 de octubre de 2012

Before That Night - Capitulo 1




El Comienzo

La cosa de trabajar en un campo de paintball es que siempre hay chicos sexys
alrededor. Chicos sexys que trabajan aquí, chicos sexys que son clientes, chicos
sexys de pelo rubio, chicos sexys de pelo oscuro, chicos sexys con zapatillas, chicos
sexys con tatuajes, chicos sexys con sus familias, chicos sexys con amigos…

Los chicos sexys aman el paintball.

No que eso importe realmente, quiero decir, no voy a decir que no disfruto cuando
Todd, el chico de mantenimiento, se saca la camiseta mientras riega con la
manguera los camiones del equipo, o que observar el desfile constante de sonrisas
perfectas y cabello suave no hace que mi turno pase más rápido. Pero si voy a ser
completamente honesta, no soy tan buena con los chicos sexys.

Los chicos sexys son extremadamente impredecibles,  lo que hace difícil averiguar
sus motivos. 

Por ejemplo: entra un chico sexy y actúa todo lindo y dulce, ordena un hot dog, y
un juego de paintball, me agradece cortésmente e incluso viene de vuelta para
devolver el dólar extra que le di por error con su cambio.

Problema: ¿El chico sexy parece estar siendo agradable porque de verdad es
agradable, o todo es una actuación cuidadosamente planeada, perfeccionada por
años al darse cuenta que puede usar su buena apariencia y encanto para manipular
a las personas para que le den lo que quiere?

Por otro lado, si un chico es un completo idiota conmigo, ¿eso significa
automáticamente que es un idiota con todos? ¿O es algo conmigo específicamente,
que le hace pensar que puede salirse con la suya, es decir, piensa que no estoy a su
nivel genéticamente?

Sin mencionar los chicos sexys que siempre tienen este aire de derecho a todo, lo
que realmente me molesta. De hecho, muchas veces estoy tentada a negarles lo que
sea que estén pidiendo, incluso si es algo totalmente absurdo: “No, no puedes llevar
una Sprite sin hielo, no hacemos órdenes especiales en la cafetería del Paintball Joe’s,
¡muchas gracias!” sólo porque estoy segura de que no mucha gente lo ha hecho
alguna vez.

Así que cuando Nick Marriatti entra un domingo en la tarde y pregunta si hay un
juego en el que pueda entrar, realmente quiero ser capaz de decirle que no. 

Desafortunadamente, un padre y sus hijos están afuera esperando una persona
más para que se una a su grupo.  Lo que realmente no entiendo en absoluto; si yo
estuviera jugando paintball con mi familia, de ninguna manera querría que alguien
al azar se me uniera. 
Pero el papá siguió insistiendo que el juego tenía que ser completamente justo, con
equipos iguales. Parece de esos realmente idiotas, del tipo que convierte incluso un
amistoso juego de paintball en una gran competencia. 

Estoy bastante segura de que tiene problemas de ira, porque en cierto momento
uno de sus hijos golpeó a otro en el brazo, y en lugar de regañarlo, el papá gritó:
“¡Eso es, chico!” y entonces le dijo al otro que no fuera tan llorón.

Pero Nick Marriatti va a mi escuela, es un año mayor que yo, es uno de último
año y es extremadamente molesto.  Sólo sale con chicas que son hermosas y
populares, él es super inteligente, y es amigo de Tyler Twill. (Razones de por qué
esta amistad es significativa y te dice todo lo que necesitas saber de Nick: una
vez, en octavo grado, Tyler me preguntó si mis pechos eran reales, y cuando le dije
que eran reales, él me dijo que debió haberlo sabido ya que yo soy una “chica
grande.” De acuerdo a Tyler, las chicas grandes siempre tienen pechos reales, lo
que ni siquiera es verdad. Eso de que soy una chica grande, quiero decir. Supongo
que si te refieres a la comparación de chicas que son talla cero o dos, entonces sí,
soy una chica grande. Pero, ¿por qué debería ser llamada chica grande siquiera?
Estoy más cerca de la media. ¿Acaso esas chicas no deberían ser llamadas chicas
“pequeñas”?  De todas formas, el hecho de que Nick sea amigo de Tyler muestra
que es un idiota. Todos saben que la compañía que buscas como que te define… o
al menos dice mucho de ti.) 

“Está bien si no hay un juego,” dice Nick, saca una silla de detrás del mostrador
de la cafetería y se sienta. “Simplemente esperaré, si eso está bien. ¿Qué hay de
bueno para comer?”

De ninguna manera quiero tener que hablar con él, y/o darle bocadillos de la
cafetería,  sin mencionar el hecho de que definitivamente me metería en problemas
si mi jefe alguna vez averigua que estaba rechazando clientes sólo porque son
apuestos, así que digo: “Puedes jugar con esos chicos.”

Señalo la ventana hacia el campo, donde la Familia Ira está esperando. Los dos
chicos mayores están practicando algún tipo de movimientos de lucha libre
mientras su papá los mira orgulloso y grita: “¡Somételo! ¡Somételo! ¡No, Daryll, dije
Somételo!”

“Perfecto,” dice Nick, aparentemente sin ponerse nervioso por el hecho de que
la gente con la que va a jugar está ahí por sangre. “Muchas gracias.”

Deambula por la puerta, y cuando vuelve un par de horas después, su cabello está
todo sudoroso y enredado, y tiene manchas de suciedad en su mejilla. 

“Perdimos,” dice alegremente, dejándose caer nuevamente en la silla en el
mostrador.

Miro por la ventana hacia el estacionamiento, donde la Familia Ira está subiendo a
su minivan. El papá tiene un gran ceño en su rostro. Asumo que Nick estaba en
su equipo. 
Me encojo de hombros. “Apesta ser tú, supongo.”

“Sip.” Está mirando al tablero detrás de mí, donde está el menú de los bocadillos
escrito en plumón púrpura.

Unas semanas atrás, mi jefe despidió a la chica que generalmente trabajaba en la
cafetería (le estaba dando granizados a todos sus amigos y a cualquier chico sexy
que viera, los que se sumaron rápido) así que ahora no sólo estoy a cargo de
registrar los juegos de paintball, tengo que venderle comida a la gente también. Y
todavía gano la misma cantidad de dinero. ¿Cuán justo es eso? Es como dos
trabajos por el precio de uno.

“Así que, ¿qué hay de bueno para comer aquí?” pregunta Nick.

Considero decirle que ordene el sustituto de albóndiga (las tenemos en el
congelador, y luego sólo las meto al microondas), pero decido que infringirle días
de problemas intestinales a alguien sería demasiado cruel, incluso si es  Nick
Marriatti, así que en cambio sólo digo: “¿Honestamente? Nada.” 

“Eso es lo que imaginé,” dice él. “Bueno, ¿qué es lo más seguro?”

“Una chocolatina,” le digo. “O si te sientes aventurero, uno de los pretzels.”

“Pretzel,” dice. “Pero sólo si lo compartes conmigo, Miley.”

Estoy sobresaltada porque sabe mi nombre, así que casi me suavizo, pero entonces
recuerdo que estoy usando una etiqueta con mi nombre. 

“No, gracias,” digo. Recojo una toalla y empiezo a limpiar el mostrador. Nick
levanta las cejas.

 “¿Asustada?”

“Por favor,” digo. “Tengo un estómago muy fuerte.” Abro la máquina de pretzels,
saco uno, y lo dejo caer en un plato de papel. Nick coge un cuchillo plástico del
recipiente en frente de él y corta el pretzel por la mitad, luego desliza el plato hacia
mí. 

“Escoge,” dice. Escojo la mitad más pequeña, porque mentí totalmente en eso de
tener un estómago fuerte y  porque esos pretzels han estado aquí desde que abrí
hace seis horas, están algo añejos. Pero no puedo permitir que Nick piense que
estoy asustada de un estúpido pretzel.

Además, ¿cuán malo puede ser?

Tomo un trozo, lo arrastro por un montón de mostaza que Nick echó en el plato,
y lo meto en mi boca.
Está sorprendentemente bueno.

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Nueva novela chicas, espero que les guste, por cierto dedico este maratón a Dani(que es como mi hermanita aww cosita) y a Agus (otra cosita tierna aww). Ahora si disfruten.

1 comentario:

Unknown dijo...

Hay sari de mi corazon estubo asi como ahasfasñlfhafñoaoasfas no tengo palabras osea esta muy muy pero muy bueno, encerio me encanto..
es la nove que me prometiste sos una geniaa!
besos tkm!