sábado, 27 de octubre de 2012

Before That Night - Capitulo 6




 “¿Puedo sentarme?” pregunta Isabella, se desliza en una silla sin siquiera esperar a que diga que sí. Miro hacia la línea del almuerzo donde están Clarice y Marissa, esperando que se apuren.

“Seguro,” digo, aunque ella ya está sentada.

“Linda sudadera,” dice Isabella, entonces se acerca y toca la tela. Pero ella lo dice como ‘awww, mira a Miley con su sudadera, ¿no es tierna?’ Isabella está usando jeans   perfectamente   ajustados,   perfectamente   gastados,   un   suéter   negro   y abrigado, y pendientes plateados gigantes. Su cabello está hacia atrás en una lisa cola de caballo. Se ve arreglada sin esfuerzo alguno. Y como su atuendo, cuesta un montón de dinero.

“Así que, escuché que has estado saliendo con Nick,” dice, en esa forma falsa que usan las chicas cuando fingen estar preocupadas por ti.

“Sí,” digo, encogiéndome de hombros como si no fuera la gran cosa.

“Bueno, sólo quería decirte que tengas cuidado,” dice ella, bajando su voz a un susurro y acercándose conspirativamente. “Tú sabes, de una chica a otra.”

“¿Cuidado de qué?”

“Tú sabes como son los chicos como Nick,” dice ella, suspirando. “Y tú pareces una buena chica. Odiaría ver que te lastimen, eso es todo.” Ella se estira y empuja mi libro de matemáticas hacia ella, lo hojea, y saca la tarea que tengo allí. “¿Qué obtuviste en el número trece?” pregunta.

Le saco el libro. “No he terminado,” miento.

“En fin,” dice ella, aparentemente sin notar mi tono, “yo sólo quería decirte eso. Me parece muy tierno que estén saliendo.” Se estira y palmea mi hombro, lo que es tan condescendiente que casi no puedo aguantarlo.

“Aprecio tu preocupación,” digo sarcásticamente.
“No hay problema,” dice ella, sonriendo, aún sin entenderlo. “Te veo luego, Miley.” Una vez que se ha ido, vuelvo a sacar mi cuaderno. “Decirle a las chicas que están
siendo unas perras cuando están siendo unas perras,” escribo. Parece tan fácil cuando lo escribo, pero por otra parte, también todo lo que es difícil.

***

Por el resto de la semana, sigo diciéndome a mí misma que lo que Isabella dijo no significa nada, que las chicas malas son chicas malas, y que ella diciéndome que Nick son malas noticias es el equivalente de Jordana Benson diciéndome en tercer grado que si voy mucho al carrusel mi cerebro saldría volando de mi cabeza.
Es sólo chicas diciéndole a chicas cosas que no son ciertas, en un esfuerzo de atormentarse las unas a las otras.

Aun así es un poco desconcertante. Quiero decir, nadie quiere escuchar ese tipo de                 17
cosas  sobre  su  novio.  Y  aunque  Nick  y  yo  hayamos  pasado  toda  la  semana
juntos, para el momento que es tiempo de conducir hacia Boston para visitar a mi hermana  el  sábado,  estoy un poco enloquecida.  No ayuda que  Nick se  haya estado mandando textos con alguien todo el día, y como, secretamente, además. Cada cinco minutos él está mirando su teléfono, y cuando me atrapa viéndolo, inmediatamente lo aleja.

“¿Mensaje  importante?”  pregunto  mientras  ponemos  el  coche  en  el estacionamiento cerca de la BU.

“No,” dice, deslizando su teléfono devuelta en su bolsillo. Él no me dice con quién se está mandado mensajes, sin embargo, lo que hace que mi estómago se retuerza.

Estoy callada en la caminata hacia el restaurante donde debemos encontrarnos con
Brandi.

“¿Estás bien?” pregunta Nick, acercándose y tomando mi mano. “Estás muy callada.”

“Sí,” digo. “Estoy bien.”

Él levanta mi mano y besa mis dedos, y yo me acurruco contra él, diciéndome que todo está bien. Pero entonces su estúpido teléfono empieza a sonar otra vez, y él lo está revisando, y yo no puedo ver lo que está diciendo, y ahí es cuando me doy cuenta de la cosa más importante sobre los chicos de los que se supone que debes mantenerte alejada.

Y es que tú no puedes estar lejos de ellos, tienen un campo de fuerza invisible que te atraerá y te mantendrá enredada, sin dejarte ir y haciendo de tu cabeza un completo desastre. Así que cuando la gente dice, “Oh deberías mantenerte lejos de ese tipo” lo que en realidad quieren decir es: “Dios, estás jodida.”

Esto realmente es un desastre. Para cuando llegamos al The Horseshoe Pub, siento que voy a explotar.

“¡Hola!” grita Brandi. Está parada en la calle, usando un suéter plateado con una bufanda rosada alrededor de su cuello, su largo cabello cae en ondas por debajo de su espalda. Me abraza, y siento que mi humor instantáneamente se levanta.

“¡Nick!” dice. “Encantada de conocerte.” Lo abraza también, y él le devuelve el abrazo.
 “Encantado de conocerte, también,” dice Nick. “Miley me contó todo sobre ti.”

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