Capitulo 11
Revelaciones
Miley aun no encontraba ropa que
ponerse. Parecía que desde que había descubierto su embarazo, las antiguas
prendas ya no le servían… se sentía algo rara, las camisetas quedaban
ajustadas, y más de una vez tuvo que aguantar las osadas miradas de los
ocasionales transeúntes hacia la parte superior de su cuerpo, y para peor el
sujetador le daba comezón. Menos mal que en el ministerio usaba túnica. Después
de mucho pensar optó por unos jeans muy anchos, zapatillas y una remera
holgada. No dio demasiada importancia al peinado y mucho menos al maquillaje…
si tenía que llorar y volver a casa caminando, no quería que la gente la
confundiera con un mapache. Una vez que se vio en el espejo, se convenció que
después de la charla de Nick tendría que ir de compras urgente. Dentro de unos
meses, nada le serviría… Suspiró, al recordar que en menos de una hora tenia
que encontrarse con Nick. Recorrió su cuerpo minuciosamente. La leve ondulación
del vientre la hizo sonreír, aunque según Demi aun ni siquiera había atisbo de
vientre; pero luego tuvo que dejar de hacerlo al pensar cuales eran las
posibles reacciones de Nick una vez que le soltara la noticia. A su parecer
tenía únicamente dos. Podría ser que Nick aceptara de una que el bebé existía y
haciendo un enorme sacrificio, le pidiera que siguieran juntos… "suponer
que me pediría matrimonio seria demasiado" se convenció. La otra,
en la que realmente no podía pensar sin tener nauseas, era aquella en donde a Nick
no le importaba ni ella, ni la noticia de su próxima paternidad. Esta
particularmente además de las nauseas la hacia llorar como una magdalena… "Grandes
deducciones las tuyas, Miley" se dijo dándose un golpecito en la
frente con la palma de la mano. Miró su reloj, y soltó una maldición. Estaba
llegando tarde… Nick iba a reprocharle su falta de organización. Tomó
rápidamente su bolso y salió corriendo, para volver a los pocos segundos,
aguantando las ganas de vomitar hasta llegar al baño. La tercera vez desde que
se levantó. Una vez que pasaran, se enjuagó la boca, y mirándose al espejo le
pidió disculpas a Demi por no comprenderla. Los síntomas de embarazo realmente
eran un fastidio. Una vez compuesta, tomó nuevamente el bolso y salió, deseando
que Nick reaccionara como ella imaginaba, cuando se enterara de la novedad.
*-*-*-*-*-
Bien… de todas las personas que
hubiera querido encontrarse en la vida, con la última que pensaba hacerlo, era
con la mujer que lo continuaba apretando en un incómodo e indeseado abrazo.
Estaba confundido. Las veces que había fantaseado con la idea de encontrarla,
no era precisamente un abrazo el que tenía pensado darle. Pero ella era
persistente, y lo mantenía en sus brazos mientras parloteaba un par de cosas
acerca de que los caminos de dios eran inconmensurables y que la providencia lo
había puesto ese día en el parque para que se encontraran… instantes después
ella se separó un poco, lo miró a los ojos, y Nick descubrió que su antigua
novia estaba llorando "¡Vaya novedad!", pensó con
sarcasmo. Lo único que recordaba de ella, era lo insoportable que se ponía cada
vez que lagrimeaba.
Selena, no le quitaba los ojos de
encima, desconcertada. Desde el momento en que ella lo abrazó, Nick se puso
rígido, y aun después de que ella lo soltara, seguía tenso. Nick la miró de
arriba abajo, tratando de hacerle notar todo el desprecio que había acumulado
por ella durante los últimos ocho años de vacío, en lo que se había convertido
su vida desde que ella lo dejó. Ella se limpió las lágrimas y sonrió. "Cínica…" fue
la única palabra que se le pasó por la mente. "Y traidora."
- Nick… mira como estás – dijo
pasando sus manos a lo largo de la manga de su chaqueta, cosa que hizo a Nick
estremecer de asco- Ha pasado tanto tiempo… - carraspeó
- Exactamente ocho años, Selena –
dijo secamente. Ella volvió a sonreír, y para Nick ese simple gesto le pareció
un insulto.
- Si, es verdad… - susurró - he
rogado al señor tener la posibilidad de encontrarte, y…
- Si, bien,- la interrumpió- ya lo
hiciste… puedes continuar con lo que estabas haciendo, o mejor… puedes seguir
tu camino – dijo él seco. Selena se sorprendió de escucharlo.
- Nick…
- Mira, estoy algo ocupado, y
realmente no tengo tiempo para reencuentros que no necesito, ni quiero…
- Aun me guardas rencor…
- Que suspicacia la tuya… – dijo con
sarcasmo – "una inteligencia sin limites es el mayor tesoro de todos
los hombres…" - La miró – ¿no es el lema de los ravenclaws?
- Nick… - dijo alejándose un poco –
He rogado tanto volver a encontrarte para poder decirte… - suspiró- sé que te
hice daño…
- Mira, Selena, como te dije no
necesito que me recuerdes la mierda en que transformaste mi vida, después de
los cuernos que me regalaste, cuando estuviste con Malfoy.
- ¿No vas a perdonarme nunca verdad?
- Realmente quisiera hacerlo… si
realmente entendiera por qué lo hiciste. – La miró – tenías todo conmigo. Te
quería, y en ese momento hubiera dado mi vida por ti… - dijo con rencor – y tu
me pagaste de la peor forma…
- Perdóname… - dijo ella con dulzura
– de verdad, no fue mi intención… si tan sólo me escucharas, si tan solo
pudieras darme un poco de tu tiempo para explicar mí proceder… - Nick chasqueó la
lengua. Miró su reloj. Miley estaba retrasada. Maldijo su falta de
impuntualidad, pero se alivió al entender que si Miley se hubiera encontrado
con Selena, las cosas serían peores. Le señaló una banca que estaba cerca de
los setos, y se sentaron en ella. Selena, se restregaba las manos, tratando de
ordenar los recuerdos. Nick bufó, exasperado.
- Bien… me pediste un minuto para que
te explicaras…déjame entender, por qué, teniendo todo lo que yo te daba…
- Nick… - dijo suspirando – cuando
estaba contigo, estaba bien. Siempre pensé que eras un chico diferente. Tenías
esa forma de ser… esa entrega hacia todos… ese sacrificio constante para con
todo el mundo, sin pensar en ti… Mis amigas me felicitaban porque para ellas,
tú eras el chico perfecto, y yo me sentía cómoda contigo…
- Pero…
- Pero, me enamoré de Draco… - Nick
la miró y vio en ella la mirada brillante, y feliz. Ella no lo miraba. Sus ojos
estaban enfocados en alguna parte del parque, al parecer recordando épocas
pasadas. Y lo que más lo sorprendió fue captar en ella, la misma expresión de
ternura con la que Miley lo miraba, cada vez que le decía "Te amo Nick" –
Quizás deba comenzar por el principio.
- Creo que sería lo menos que puedes
hacer… - dijo serio.
- Draco y yo comenzamos a
frecuentarnos, cuando tu te ibas a esas lecciones con Dumbledore… yo me sentía
sola y abandonada.
- Esa era el problema contigo, Selena
– la interrumpió – siempre fuiste tan… egoísta. Nunca entendiste que a veces,
hay que sacrificarse por los demás, antes del beneficio mutuo. Yo tenía que ir
a esas clases, sacrificar mi vida adolescente, porque era necesario… era mi
cuota de sacrificio para tener un mundo mejor, libre de la maldad de Voldemort…
Pero tu, como siempre, solo creías que si no era para ti, era contra ti.
- No puedo negarte que era egoísta,
egocéntrica y caprichosa – dijo ella con un deje de culpa en su voz – A veces
cuando veo lo horrible que me comportaba… pero aun así en ese tiempo no
entendía tu manía de desvivirte por el prójimo. Estaba devastada, porque cada
vez que yo necesitaba de tu atención, tú estabas con tus amigos, o con
Dumbledore… o planeando quien sabe que cosas para salvar al mundo – Bajó la
mirada - y él, Draco, parecía siempre estar atento a eso, porque una vez que tú
desaparecías, él llegaba para reconfortarme.
- Por supuesto, que quería
consolarte… su objetivo fue claro… quitarme lo que más quería, lo único que
quería… ¡a ti! – dijo molesto.
- Lo sé… - dijo ella bajando la
cabeza – después me lo confesó… pero entretanto, nos fuimos conociendo mas.
Draco comenzó a contarme todas sus cosas, lo que sentía, lo que odiaba, todas
sus penas y yo… días después, comencé a rogar que algo te mantuviera ocupado
para poder encontrarme con mi nuevo amigo… hasta veía con felicidad que Demi
nos interrumpiera, porque de esa manera, sabía que una vez que tu dieras la
vuelta en un pasillo para alejarte, inmediatamente aparecería Draco, con su
sonrisa, y me sentía tan plena cuando él me escuchaba y reía conmigo…
- En pocas palabras…
- Fui lentamente enamorándome de él.
– sonrió con melancolía – y ya no podía estar contigo… Si te acuerdas, ponía
cualquier excusa para no vernos… no podía soportar que tu siquiera me miraras…
- Si sentías eso… - dijo él mirándola
– si realmente estabas sintiendo esas cosas por él… ¿por qué no me lo dijiste?
¿Por qué tenías que estar escondiéndote? ¿por qué él, si te quería, permitía
que estuvieran como dos delincuentes, escondiéndose del mundo? ¡por qué tenías
que engañarme Selena!!
- ¡No lo sé!!
- Si lo sabías…
- ¡Solo no pude evitarlo! – dijo casi
a punto de llorar – la verdad es que tenía miedo… no sé, pensé que tal vez
Draco… no sé… – lo miró – ¿Nunca has tenido la sensación de querer decir algo
pero cuando estás a punto de hacerlo, tienes miedo, angustia, y no puedes
hablar?
- ¡Por supuesto que si! – dijo
alterado – eso me pasó cada maldita vez que estaba con una mujer… tú lograste
que si, en alguna oportunidad llegara a sentir que una relación podía
profundizarse, la dejara, para no sufrir lo mismo que viví contigo.
- Lamento oír eso… Eso me pasaba a mi
Nick… quería decirle a todo el mundo, pero no sabía como encarar la situación;
porque a pesar de lo que sentía por Draco, sabía que su reputación no era buena
en el colegio.
- Y aún así, no tuviste mejor idea
que dejar que todo el mundo te viera, y humillarme, con mi peor enemigo…
- No fue mi intención…
- ¿Estás segura? – preguntó
incrédulo.
- En verdad Nick… quise manejar la
situación, pero me sentí desbordada. Amar a Draco fue algo impensado, y lo
último en que pensé fue en hacerte daño.
- Pero lo hiciste…
- Y me arrepiento de haber sido el
instrumento…
- O no te sientas el ombligo del
mundo Selena… - Dijo rudamente – ¿qué quieres, por que rogabas tanto
encontrarme? y no me digas que era para obtener mi perdón… ve a otro perro con
ese hueso. De nada sirve que te perdone ahora. El daño del pasado es casi
imposible que se repare con solo pedir perdón.
- Nick… por favor.
- No tienes idea el infierno que he
vivido estos años, odiándote, dejando de vivir… negándome a la oportunidad de
sentir, todo porque tú heriste sensiblemente esa parte de mí. Me volví un
insensible, me alejé de todo aquello que me había hecho pasar un infierno, de
mis amigos, de mi familia… estuve apartado de todos, tratando de evadirlos por
vergüenza… ¡por miedo a que se burlaran de mi y ser el eterno carnudo!! Todo
por ti, y por tu traición.
- Me enamoré Nick… no pude evitarlo.
- Puedo entender esa parte Selena, no
soy tan insensible como crees. Puedo hasta comprender tu fastidio porque
desgraciadamente, yo no era un chico común… no tenía el tiempo para vivir mi
adolescencia como el común de los mortales, y mucho menos colmarte de
atenciones y regalos como una chica egoísta, egocéntrica y superficial como tu
se merecía – dijo con asco - tuve que madurar rápido, vivir con el estigma de
una profecía que me marcaba un camino, que no tenia idea como hacerlo, pero que
estaba determinado a morir en el intento. – la miró con desprecio- Puedo
entender que te sintieras abandonada y que te hayas sentido atraída y enamorada
de todos los chicos de Hogwarts… inclusive de Draco… ¡Pero podrías haber
evitado seguir con la farsa de nuestra relación! – dijo tenso – podrías haber
sido por única vez honesta y decirme, antes de largarte a los brazos de ese
infeliz que ya no me querías… lo hubiera aceptado, te hubiera comprendido si
hubieras venido con la verdad, pero no lo hiciste… te resultó fácil engañarme.
- Al principio, pensé que era una
especie de castigo que te imponía por mi abandono… charlar a solas con tu peor
enemigo, era la venganza perfecta para mí.
- Y vaya que lo fue… - dijo
resoplando.
- Pero después, fui dándome cuenta de
que Draco y yo teníamos cosas en común…
- Claro que las tenían… los dos eran
materialistas, ególatras, v vivían para las apariencias… los dos eras
ambiciosos y ansiaban poder… tu querías estar con alguien que te diera lo que
necesitabas, atención, y que te rodeara de todos los lujos posibles…
- Es verdad – dijo con un leve rubor
en las mejillas – yo era una… pecadora – Nick se sorprendió de escucharla decir
esa palabra.- Yo pensaba que el dinero y el poder lo eran todo. Pero a pesar de
eso, también sentía por Draco una atracción que nunca había sentido con nadie…
éramos dos almas gemelas… fue fácil enredarnos… y tu nos descubriste una vez
que acabaste con Voldemort… y ya nada puedo hacer para rectificarme; salvo
pedirte perdón… - Nick cerró los ojos. Quería decirle miles de cosas, todo el
resentimiento que guardaba en esos ocho años. El odio, el dolor; sentía que una
criatura rasposa subía desde su estómago y se le atascaba en la garganta, y
sabia que si esa criatura, salía con todos los reproches… abrió los ojos y la
miró atentamente. Selena, no era ya la mujer vanidosa de la que se había
sentido atraído hace años. No podía negar que lo que sintiera por ella, a la
luz de lo que sentía por Miley, era un simple enamoramiento sin sentido. Se
sintió tan estúpido al darse cuenta de esto. Se había perdido años de felicidad
con su familia… con ella, solo por un tonto flirteo de adolescentes. No tenía
sentido darse de victima a estas alturas. Si quería dar vuelta la página de su
vida y empezar una nueva, con Miley, debía hacer las pases con esa parte
especial de su pasado.
- Que fue de ti después de todos
estos años…. Estás diferentes… ya no luces tan…
- ¿Sofisticada y altanera? – dijo
sonriendo con melancolía – no, ya no soy esa vanidosa y superficial niña, Nick…
la vida me dio varios golpes….- suspiró – creo que ese era mi destino.
- Cuéntame…
- Después de que todo terminó… la
guerra, que Voldemort desapareció, y tu descubrieras nuestra relación – se
alisó la vieja falda de lana que llevaba, y que tenía descocido el dobladillo.
– Draco me dijo que no podía esperar que yo lo acompañara… tenía que huir,
porque había hecho cosas de las que no estaba orgulloso… más que nada…
- Era un mortífago Selena…
- Si, pero no por elección – dijo
enérgica, defendiéndolo.
- Selena…
- ¡En verdad!! Solo tuvo que seguir
los dictámenes de sus padres, porque… bueno, no quería perder su modo de vida…
aun así, tuvo que hacer cosas de las que estaba arrepentido, fue entonces
cuando ya no podía evitar que la justicia golpeara nuestra puerta, intentó
abandonarme…
- ¿Ese era el hombre del que estabas
enamorada? – dijo incrédulo
- ¿No lo entiendes Nick? – dijo
tocándole con timidez el brazo - El quiso dejarme para que yo no sufriera las
consecuencias; pero yo me negué… ya había perdido todo, y no iba a perder a
Draco - Tomó aire- tomamos dinero de su cámara, y nos fugamos… éramos prófugos
de la justicia. Estaba tan asustada. Después de un tiempo nos encontraron los
de la orden del Fénix. Estaban esos muchachos pelirrojos, los Cyruss, los de la
tienda.
- ¿Fred y George?
- Si, ellos atraparon a Draco, y a mi
me encontró uno que tenía la cara llena de cicatrices…
- Bill…
- Si… - sus ojos se empaparon de
lágrimas – Draco les rogó que me dejaran libre, que yo no tenía nada que ver
con su anterior vida… me amaba, y trató de defenderme, pero los gemelos no
pensaban igual. Fue el padre de ellos, el que comprendió que yo no tenía nada
que ver.
- ¿El señor Cyrus?
- Si, él les dijo que me dejaran en paz…
que yo no era el objetivo.
- ¿Por qué?
- Yo… estaba embarazada – Nick la
miró sin poder creer todo esto - yo estaba embarazada, cuando te abandoné Nick…
- Cuando… - Bajó los hombros abatido.
- Si, y yo no sabía con seguridad si
era de Draco o…
- ¿Mío? - dijo en un susurro – ¿por
qué no acudiste a mí?
- Tu habías desaparecido después de
acabar con Voldemort… - El silencio en que se encontraba inmerso el parque, se
vio interrumpido por un crujido de hojas, y un sonido parecido al que hace un
cuerpo cuando desaparece. Selena, miró hacia donde provenía el ruido, pero al
no ver nada miró a Nick que, preso por la conmoción, no había percibido esa
interrupción - el señor Cyrus me dijo que tu habías dejado el mundo mágico y
que no querías saber nada de nadie… mucho menos de mi…
- Por Merlín, Selena… - dijo con
desesperación – si tan solo me hubieras planteado tu duda… yo…
- No había dudas para mi con respecto
al padre de mi hijo Nick- dijo seria- Pero me convenía que se planteara esa
posibilidad, por el bien de mi bebé… es lo que le hice creer al Señor Cyrus,
que cabría la sospecha de que fuera tuyo… por eso me dejó en libertad, y no
confiscó el poco dinero que teníamos.
- Pero el niño…
- Obviamente no era tuyo Nick…
llevaba varios meses de embarazo cuando nos atraparon… y tu y yo no habíamos
estado juntos mucho antes de haberme entregado a Draco… Solo me valí de ese
ardid para que mi hijo no sufriera las consecuencias de nacer en Azkaban o que
me lo arrebataran… Draco lo entendió también, por eso no dijo nada…
- ¿Estás segura? – dijo Nick, ya no
sabiendo qué creer.
-Si conocieras a Deneb*, te darías
cuenta inmediatamente… es igual a Draco… salvo en la presunción. Es un niño
estupendo.
- Y luego… ¿qué fue de ti?
- Como Draco estaba en la cárcel,
después que nació Deneb, me encontré sin dinero y sin lugar donde vivir… y ya
que mi unión con uno de los Malfoy me volvió prácticamente en un paria, y mi
libertad corría peligro, escapé a Holanda… - sus manos se apretaron en su
regazo, y las estrujó violentamente – no estoy orgullosa de esa parte de mi
pasado Nick – dijo y una lagrima se deslizó solitaria por su mejilla – tuve que
valerme del oficio mas ruin y mas antiguo para darle de comer a mi hijo – Nick
se sintió asqueado. Pensar que la mujer que estaba frente a él, no se parecía
en nada a la presumida, coqueta y superficial Selena, que conociera en la
escuela; la de bonita sonrisa, y cabello brilloso. La que reía montada en una
escoba; la mas bonita buscadora de Quiddicht de Hogwarts. Ahora, era casi un
despojo. Nada de su hermoso cuerpo, estaba pálida y delgada, y ya no tenía ese
brillo adolescente que lo hizo suspirar y sufrir tanto tiempo.
- Yo lo… lamento que todo no haya
salido como…
- Ser prostituta, en algún punto no
es tan malo como llegar a tu casa y que tu hijo llore porque no tiene comida… -
suspiró. – Draco no podía ayudarme, y se culpa de lo que tuvimos que vivir
Deneb y yo… pero, si bien como te dije que yo no me sentía orgullosa de haber
tomado esa decisión, no me arrepiento… pude darle de comer a mi hijo… Deneb era
lo único que me daba esperanzas cada vez que…
- ¿Nadie fue capaz de tenderte una
mano? – solo pudo decir – tu familia… - ella no respondió, sólo sacudió la
cabeza dándole a entender que todos le habían dado la espalda.
- Tu amiga, la bonita… - Selena lo
interrumpió- la pelirroja, una vez me encontró – Nick salió de sus cavilaciones
para prestarle atención.
- ¿Miley?
- Creo que dijo que era hermana de tu
amigo Ron… se presentó ante mi como Miley Cyrus…
- Si, es Miley…
- Ella me vio y de verdad debo
haberle dado lastima, porque me pagó las citas que podría tener ese día y me
invitó a comer… Nunca le dije lo del niño por temor a que me lo quitaran… yo no
era precisamente un dechado de virtudes que pudiera tener a su cargo a un niño.
Ella en verdad no hizo preguntas… se limitó a pagar la comida, y cuando ya se
iba, se dio vuelta y me dijo. "Lo único que me reconforta, es que
tu estás sufriendo mas que Nick… aunque nunca te hubiera deseado esto que vives
a ti… muchísimo menos le hubiera deseado tanto dolor a él…" y desapareció.
– Nick se sintió desfallecer ante esas palabras. Recordó las palabras de Miley
en uno de sus primeros encuentros en el parque… "De todas maneras,
eres un imbécil… realmente te creí mas inteligente Nick… Le estás dando a la
maldita de Selena una importancia que no se merece… Deberías agradecer que te
dejara. quien sabe lo que podría hacerte después… mírate... ¡te rehúsas a vivir
por su causa! ¡Eres patético… ella creyó ser la mujer mas viva del mundo,
porque te dejó por Malfoy. ¿Y donde está ahora? Vendiendo su cuerpo por
monedas, porque nadie…" – Ella me dio esperanza… verla así, sin
reproches… decidí que debía dejar de lamentarme, y fue cuando llegué por
casualidad a la iglesia misionera del Reino Divino… Es una congregación muggle
que me dio apoyo y me devolvió la fe… conseguí un trabajo digno y salí de la
vidriera** – sonrió – mi hijo ya tiene edad de comprender, así que debía salir
de las calles…
- ¿Y Malfoy?
- Salió hace un año de Azkaban… ya no
es el mismo de antes… parece un fantasma, pero es el hombre que amo; él me
pidió perdón e inmediatamente nos casamos. Estamos muy felices y queremos
empezar de nuevo.
- Me alegro, en verdad…
- Nos iremos a Estados Unidos dentro
de una semana, si todo el papeleo termina pronto…- suspiró – estoy embarazada
otra vez – agregó contenta. Queremos empezar en un lugar distinto, donde
podamos ser una familia feliz…
- Felicidades – solo pudo decir.
- Nick… si algo esperaba, era verte y
poder decirte que en verdad, yo…
- Ya no tienes que pedirme nada Selena…
Como te dije, no es algo que pueda arreglarse con un simple lo siento… aunque
todo lo que me has contado… en verdad, no hubiera deseado que tengas esa vida Selena,
a pesar de todo el rencor, nunca te deseé el mal, o el sufrimiento que viviste
- dijo sereno –yo… a decir verdad no me he comportado tan bien en estos años…
he sido también algo egoísta. Pensando en mí, y en mi dolor y temiendo al
ridículo, dejé atrás a todos… yo también, estuve equivocado y perdí mi rumbo.
Hasta que alguien me hizo ver, lo equivocado de mi actitud – y sonrió, con una
sonrisa tan franca, que Selena también sonrió, al ver el brillo de sus ojos
verdes. – y lamento no haberme dado cuenta a tiempo… quizás podría haberle
evitado a ella, todo lo que vivió desde mi partida.
- ¿Ella? - dijo Selena, sonriente –
estás enamorado… - no fue una pregunta, y Nick simplemente asintió.
- Tiendo a ser algo lerdo para darme
cuenta de las cosas…
- ¡Es bueno, aún siendo tarde, que te
hayas dado cuenta!
- Parece que tenemos el mismo ángel
salvador… - sonrió. Selena abrió los ojos sorprendida.
- La muchacha pelirroja…
- Así es, Miley… - miró al reloj-
que, como siempre, está tardándose demasiado.
- No sería una mujer si no se hace
esperar…
- Es verdad…- dijo riendo – aunque si
soy sincero… yo la he hecho esperar demasiado… ¡Años! – Rieron. Selena se
levantó.
- Tengo que irme… aun debo darme
prisa para estar con mi familia – Nick miró el taburete que tenía en las manos.
- ¿Y eso?
- Es mi penitencia… suelo tratar de
concientizar a la gente de que se sienta feliz, aun con lo poco que tiene…
- No te tenía en el papel de
predicadora… - dijo levantándose él también.
- Parte de mi nueva vida… aunque a
Draco no le agrada que ande por todo Londres, en este estado. – se paró frente
a él – en verdad Nick, lamento haberte hecho daño… si pudiera…
- No podemos volver atrás Selena.
Solo hubiera deseado que esta charla la hubiéramos tenido antes… podríamos
habernos librado de tanto resentimiento…
- Solo quiero que entiendas que, a
pesar de todo, fuiste importante en mi vida Nick… y que no planeé hacerte daño,
solo me enamoré.
- No hay nada más que decir…
- ¿Me perdonas?
- ¿Eres feliz?
- Pues teniendo en cuenta lo que he
vivido, y recordando que una vez alguien dijo que el camino a la felicidad,
está plagado de espinas… si, lo soy… - se abrazaron – gracias al señor pude
encontrarte y poder decirte esto que me estrujaba el corazón… ahora puedo estar
en paz conmigo misma.
- Amén… - dijo él y sonrió, dándose
cuenta que él también se quitaba con esa charla un gran peso del pasado. – en
verdad era necesario esto, para poder enfrentar en paz, yo también, mi futuro.
- Gracias Nick… - dijo acariciándole
el rostro – siempre fuiste especial… por eso te deseo la mejor de las
felicidades.
- La tengo, Selena, la tengo…
*-*-*-*-
Miley estaba perdida… y se había dado
cuenta de que nuevamente había llegado tarde. Tarde a la cita, y tarde, una vez
más, a la vida de Nick. Por qué tuvo que escuchar esas palabras… Eso echaba por
tierra todo lo soñado. Sabía perfectamente que Nick la perdonaría… Que Nick
dejaría atrás el pasado para vivir con el amor de su vida… "Un
hijo…. Nick y Selena tuvieron un hijo…" Tocó instintivamente su
vientre plano y derramó unas lágrimas. Su hijito y ella ya no tenían lugar en
la vida de Nick… a pesar de que ella le dijera que estaba embarazada, él nunca iba
a quedarse con ella… él tenia un hijo con su adorada Selena. Y eso era lo único
que importaba. Caminó varios metros, con esa parte del diálogo que había
logrado escuchar cuando llegó casi sin aliento al lugar en que se citaran…
"
- "Si, él les dijo que me
dejaran en paz… que yo no era el objetivo.
- ¿Por qué?
- Yo… estaba embarazada – Nick la
miró sin poder creer todo esto - yo estaba embarazada, cuando te abandoné Nick…
- Cuando… - Bajó los hombros abatido.
- Si, y yo no sabia con seguridad si
era de Draco o…
- ¿Mío? - dijo en un susurro – ¿por
qué no acudiste a mí?
- Tú habías desaparecido después de
acabar con Voldemort…"
Un niño que tenía al menos, siete
años… quizás ocho. Ella no podía luchar con eso. Se secó las lágrimas con el
dorso de su mano. Afortunadamente no se había maquillado, aunque en ese momento
no le hubiera importado… en ese momento tenia el corazón destrozado. Un
inoportuno mareo la hizo apoyarse en una de las farolas del parque. Respiró
varias veces profundamente, tratando de evitar que las nauseas le ganaran, y
mientras todo el mundo la miraba sin ayudarla, se dio cuenta que solo había una
cosa que hacer. Una vez recompuesta, sacó de su bolso su teléfono móvil… era lo
único que podía hacer; lo único que la salvaría de la vergüenza y la humillación
de que él le diera la noticia en persona; la única opción que le quedaba.
Tecleó las letras necesarias, con lágrimas en los ojos y apretó, lanzando un
gemido la tecla de "enviar"… suspiró, aunque ya no le entraba aire en
los pulmones. Ya no tenía ni ánimos para respirar. Una vez que el teléfono le
indicó que el mensaje había sido enviado, lo apagó y lo guardó presurosa entre
sus ropas, y cuando se disponía a marcharse, un mareo volvió a invadirla. Se
tomó a duras penas otra vez de la farola, cerrando los ojos, y tomándose el
estómago. "Por favor bebé… no me hagas esto ahora… mamá tiene que
estar tranquila… tenemos que pensar que haremos ahora tu y yo solitos…" Fue
cuando una voz fría y grave, interrumpió sus pensamientos.
- ¿Te sientes bien? – ella escuchó
esa voz, y palideció al abrir los ojos. El hombre le sonreía. Supo en el
momento en que lo miró que estaba en serios problemas.
- Dean… - solo pudo decir y trató de
correr, pero las piernas no le respondieron. Dean la tomó con fuerza del brazo,
y sin decir nada, le dio un golpe en la sien con el puño. El bolso de Miley fue
a parar al suelo, cuando cayó desvanecida en sus brazos.
- Te lo dije querida Miley… tu eres
mía… y si yo no te tengo, no te tiene nadie… - le susurró en el oído, mientras
observaba por si había algún curioso. Afortunadamente para él, el parque a esa
hora, en ese lugar en particular se encontraba desierto – lo bueno de los
encantamientos anti muggles, mi amor…- le dio un beso en la boca y con un
movimiento de capa, desaparecieron.
*-*-*-*
La paciencia de Nick tenía un límite…
al menos eso pensaba él cuando Miley ya tenía una hora de retraso… cuando tuvo
dos horas, comenzó a preocuparse… Ella era desorganizada, pero casi nunca lo
hacía esperar tanto tiempo. Trató de checkear su teléfono pero por alguna
estúpida razón, se había olvidado de cargar la batería y este estaba
muerto. "Maldita sea…" se dijo, y desapareció.
*-*-*-*-*
Al abrir los ojos trató de
concentrarse y saber donde diablos estaba. Le dolía la cabeza terriblemente.
Estaba en un lugar oscuro, pero sobre una confortable cama. Trató de
incorporarse, pero se dio cuenta que estaba atada por las muñecas a una cama.
No había luz en la habitación, era una oscuridad terrorífica. Se angustió. De
todas las personas que hubiera querido tener cerca en estos momentos Dean
Thomas, su antiguo novio, era el último. Es mas, se percató que si hiciera una
lista, Dean no estaría ni en ella. Trató de serenar su respiración, porque no
ganaba nada mostrándose asustada. Había comprendido hacía tiempo que a Dean,
verla casi al punto de la histeria lo excitaba, y lo instaba a golpear. Soltó
un gemido que ahogó la mordaza que tenía en la boca. Las lágrimas comenzaron a
caer… desconsolada y abandonada. Nick en esos momentos de seguro estaría con Selena
y con su hijo, y ella, junto a su bebé estaban apunto de morir. Si tan solo
tuviera el don de la telepatía, se dijo. Quizás alguien podría escucharla, pero
se convenció que eso también sería inútil… no sabía donde estaba. Trató de
acomodarse en la cama, y notó que algo entre sus ropas la incomodaba, y con
gran sorpresa recordó que había guardado entre ellas su teléfono… la euforia se
esfumó en instantes para dar paso a la desazón. Ella había apagado el teléfono
para no recibir ninguna llamada de Nick… Ahora si, nadie podría ayudarla. Sin
darse cuenta, soltó una sonora exclamación, y una luz blanca e intensa, la
cegó.
- Veo que despertaste mi amor… - dijo
la voz que tanto había temido y odiado en el pasado – Espero que estés cómoda…
porque vas a pasar una larga temporada, por no decir para siempre en esta casa.
– Miley escuchó el sonido de un puño golpeando contra la palma de una mano y se
tensó horrorizada. Sabía que significaba eso… fue lo que hizo Dean, un tiempo
atrás, antes de dar el primer golpe… cerró los ojos, pensando en su bebé, y
rogando que esta vez solo sea un golpe. – no debiste dejarme Miley… Estoy muy
enojado contigo… y tú sabes que cuando me enojo, te mereces un castigo…
*-*-*-*-*-*-*
La puerta del departamento de Miley,
no fue un obstáculo para él. La llamó varias veces, pero no obtuvo respuesta.
Revolvió los cajones tratando de encontrar algo y cuando lo encontró, sonrió
triunfante. El cargador de su teléfono… recordaba que Miley se había reído de
lo precavido de su actitud. "Nunca se sabe cuando la batería de tu
teléfono se puede terminar…" le había dicho, a lo que Miley había
respondido con un beso, y un te amo. Estaba preocupado, y aterrado… desde hacía
una media hora los pelos de su nuca se habían erizado, y eso no era buena
señal. Generalmente cuando eso pasaba, algo malo sucedía… Ocurrió cuando murió
Dumbledore… cuando cayó Lupin… y le pasó cuando Selena lo engañó. Al principio
lo justificaba, diciendo que era solo casualidad… pero una y otra vez, en cada
situación de peligro suyo o de alguien a quien quería estaba a punto de
suceder, la nuca se le erizaba, y un estremecimiento le recorría el cuerpo. Era
momentáneo, pero Nick comenzó a utilizarlo como una especie de alarma, para
poner a salvo a sus seres queridos. Lo malo era que ese estremecimiento en este
momento no se marchaba, persistía. Recorrió la casa, una y otra vez, tratando
de encontrar algún indicio que le dijera donde podía estar Miley, pero la casa
parecía complotarse en su contra. El pitido del teléfono al terminar la carga
lo hizo precipitarse al salón. Arrancó sin delicadeza el cable, y encendió el
teléfono. El sonido de un mensaje en su casilla le perforó los oídos. Y sin
saber por que, su corazón comenzó a palpitar furiosamente. Apretó nervioso el
botón de mostrar. Era de Miley… y se puso pálido a medida que lo leía.
"Nick, a pesar de todo,
creo que el momento de separarnos ha llegado. No me busques. Creo que es mejor
así, sin despedidas, sin miradas, sin reproches. La novia de mayo te dice
adiós. Suerte para tu próxima presa. TQM Miley"
Dejó caer el teléfono de sus manos a
la mullida alfombra, y se sentó, sin fuerzas, en el pequeño sofá… aquel en que
en alguna ocasión intimara con Miley. Se llevo las manos a los ojos. Ella no
podía decirle adiós… ella no podía terminar esa relación de la manera mas fría…
con un escueto mensaje de texto… ella no era así. "Yo era así…
pero Miley no es tan fría, como para hacerlo..." "No, Miley no es
capaz de hacerme esto… no, tu no Miley, no, no…" Se tomaba la
cabeza, tratando de recordar que podría haber hecho mal; que podría haber
causado en ella su ausencia, para que ella tomara esa decisión. "¡Demonios,
ella me ama, y me dijo que no me dejaría!!" pensó desesperado.
Tomó una foto de Miley que había en la mesita, y arrojándola contra la pared,
con toda la furia que lo carcomía, gritó: "¡¡Me dijiste que me
amabas!!!". El ruido de su teléfono, lo sacó de la desesperanza y la rabia
que se había apoderado de su cuerpo y que lo hacia temblar de pies a cabeza. Lo
tomó con aprehensión, esperando que sea ella.
- Hola… - dijo apagado, al ver que no
era su teléfono – ¿Demi?
- No, soy Ron… - Nick se enderezó y
se secó las lágrimas.-
- ¿Dónde estás, en el parque?
- No, en casa de Miley…
- ¿Ella está contigo?
- No… - Ron soltó una maldición –
ella me mandó un mensaje de texto… ella me dejó… - dijo con la voz quebrada.
- Nick… - dijo su amigo, con una voz
extraña, demasiado seria, demasiado preocupada. – Necesito que vengas lo más
pronto posible al ministerio… Estoy en el departamento….
- No voy a ir al ministerio Ron…
sabes que…
- Por una vez en la vida deja de
compadecer tu asquerosa vida y ven al ministerio Jonas…
- Tu no entiendes… la historia volvió
a repetirse… me dije miles de veces que no debía confiar y lo hice… ahora ella
me dejó…
- ¿Tuviste noticias de Miley?
- Solo un mensaje de texto… me dijo
que ya no me quería con ella…
- Necesitamos que vengas y traigas
ese teléfono, Nick…
- No… en verdad quiero… necesito
estar solo.
- Ven, por favor… sucedió algo…
- ¿Miley? – dijo desesperado.
- Ven al ministerio, tan rápido como
puedas… lo demás voy a decírtelo cuando estés aquí…
- Que sucedió… le pasó algo a Miley
- Solo ven…
- Ron… ¡RON! ¡Mierda Ron, dime que
sucede!!!
- Solo ven… - volvió a repetir, y sin
decir más, cortó.
- No, Miley no… - dijo desesperado, y
desapareció.
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