-EL hijo de otra--cap-31

nick había dicho que había sido lo más fácil, que no tenía otra opción. ¡Y ella que había creído que la quería, por lo menos, un poco!
La verdad es que nunca se lo había dicho, ni siquiera haciendo el amor.
nick le había hablado de un matrimonio de conveniencia y lo había dicho en serio. Había sido ella la que se había hecho falsas ilusiones. Estaba claro que nick no la amaba y por eso no se lo había dicho.
Al menos, no le había mentido.
nick había insistido en celebrar un enlace sencillo y a ella le había parecido muy romántico, pero ahora comprendía la verdad.
No le importaba lo suficiente como para organizar una boda por todo lo alto. Si hubiera estado enamorado de ella, lo habría hecho.
¿Y qué lugar ocupaba entonces ella en su vida?
¡El de la madre de sus dos hijos y deseosa compañera de cama!
Sintiendo que las lágrimas le quemaban los ojos, llegó a su dormitorio diciéndose que, por lo visto, siempre le pasaba lo mismo. Con lucas, con nick e incluso con otro chico que le había gustado y que la había dejado porque no jugaba al golf. miley se tumbó en la cama y pensó que aquella vez el dolor era insoportable, no solamente por cómo se había entregado a él sino porque lo amaba con locura.
¡Menos mal que no se lo había dicho nunca!
Se acababa de lavar la cara cuando oyó que se abría la puerta.
-¡Ah, estás aquí! -dijo nick
-Sí -contestó miley intentando sonreír-. ¿Me has echado de menos?
nick cerró la puerta y la tomó de la cintura.
-¿Tú qué crees?
miley sentía su aliento en la nuca y no podía pensar con claridad. Cuando sintió las palmas de las manos sobre sus pechos, cerró los ojos.
-¿Qué haces aquí? No estarás pensando en volver a dormir sola, ¿vedad? -bromeó.
-¿Y si te dijera que sí? -contestó miley dando gracias porque no se había dado cuenta de que había estado llorando.
-¿No lo dirás en serio? Si así fuera, ya me encargaría yo de devolverte a tu sitio, que ambos sabemos cuál es.
miley intentó no inhalar el aroma de su piel, intentando negarse a sí misma que su cuerpo se moría por experimentar el placer que sólo aquel hombre podía darle.
-¿Y qué sitio es ése? -le espetó enfadada consigo misma-. ¿Debajo de ti?
nick la miró sorprendido.
-Si mal no recuerdo, hasta hace poco te encantaba -contestó soltándola-. ¿Qué te pasa, miley? ¿Te he hecho algo?
-Estoy cansada -mintió miley pasándose los dedos por el pelo-. Ha sido un día muy estresante, ¿no te parece?
Era mejor decir aquello que «me acabo de dar cuenta de lo mucho que todavía quieres a tu primera mujer».
-Sí -contestó nick
miley lo miró y vio que tenía ojeras y estaba cansado. No le extrañó porque había insistido en conducir él todo el camino desde la costa, pero miley se dijo que no era por eso sino porque había perdido el anillo de Maite, la prueba de su amor por aquella mujer.
-Me duele la cabeza -dijo a modo de excusa-. ¿Te importa sino...quiero decir... te importa si simplemente dormimos en la misma cama?
nick la miró con el ceño fruncido, como si no fuera capaz de creer lo que estaba oyendo.
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haha!! grax x sus comentarios y katti
yo tambien quisiera masacrarlo pero
no desesperes vendra algo interesante
:)