Él se apartó de la
pared y se dirigió hacia ella. El delantal que llevaba cubría sus senos y su
coño.
—Yo no quería que
la grasa me salpique sobre la piel—dijo cuando llegó hasta ella, un poco
nerviosa.
—Eso es bueno,
nena. —Se inclinó hacia abajo y rozó sus labios sobre los de ella y suspiró.
—No me gustaría que te lastimes. —La rodeó y le desató el delantal. —Pero ahora
que estoy en casa quiero ver tu hermoso cuerpo.
Ella se estremeció
bajo su tacto mientras le quitaba el delantal y lo arrojaba sobre un mostrador.
Mierda. Su cuerpo era tan hermoso que casi le quitó el aliento.
—Todo está sobre la
mesa. —Sonaba como si ella estuviera teniendo dificultades para hablar mientras
él apretaba ambos pezones. —Yo-uh, he hecho fajitas con tortillas de harina
hechas en casa.
Él la besó
suavemente otra vez.
—Huele maravilloso.
—Nick la soltó y miró los enrojecidos,
pezones duros. —Tengo algo que me gustaría que uses. —Hizo un gesto a la mesa.
—Toma asiento. Volveré enseguida.
No pasó mucho
tiempo para que regresara con un par de anillos de pezón de cristal verde que
hacía juego con el color de sus ojos.
Ella abrió mucho
los ojos cuando se sentó y apretó uno de sus pezones para que estuviera aún más
duro, a continuación, deslizó el lazo del anillo en el pezón. Lo apretó con las
correderas del collar y jadeó.
—¿Te duele, bebé?
—Preguntó.
Se mordió el labio
inferior y asintió con la cabeza antes de decir: —Sí, profesor.
—Bien. —Él tomó su
otro pezón y lo apretó muy duro, puso el anillo en el pezón y lo apretó.
—¿Ahora, es que empieza a sentirse bien en una forma de placer-dolor?
Ella bajó la mirada
en sus pechos y le devolvió la mirada.
—Sí, profesor.
—Vas a darme de
comer ahora. —Amaba el contraste de ella desnuda con los anillos en los
pezones, mientras él estaba con la ropa puesta. Dios, su polla se iba a
reventar.
—Sí, profesor—dijo.
Cogió una tortilla
de harina y empezó a llenarla con crujientes tiras de carne, cebolla y
pimientos.
Cuando terminó, se
levantó, se lo ofreció y él lo mordió.
Mantuvo la mirada fija en la de ella mientras él lo devoraba hasta el último
bocado. Ella gimió mientras sostenía su muñeca con la mano y lamía cada uno de
sus dedos.
—Yo te daré de comer.
—Él estaba teniendo un momento verdaderamente difícil para conversar. Maldita
sea, pero necesitaba tenerla en su cuarto de juguetes.
Después de que le
dio de comer una fajita, llevó un vaso de té helado a sus labios. En el momento
en que se tragó el té, deslizó su mano libre en sus pliegues y comenzó a
acariciar su clítoris. Ella gimió y movió sus caderas contra su mano.
Metió dos dedos en
su núcleo y frotó el pulgar contra su clítoris.
—¿Estás cerca,
bebé?
—Sí. —Se
retorció y echó la cabeza hacia atrás.
—Dios, sí.
—Eso es otro
castigo. —Retiró su mano y ella lo miró con sorpresa en su rostro.
—¿Qué he hecho?
—Preguntó.
—Doble castigo. —Se
paró, la tomó de la mano y la elevó de manera que sus cuerpos estuvieran
nivelados. Podía sentir el calor de su cuerpo a través de su ropa. —No te
diriges a mí correctamente.
Él la agarró por el
culo y frotó su polla contra su vientre, deseando no tener nada puesto.
—Lo siento, profesor Jonas. —Sonaba sin aliento. —No voy
a hacerlo de nuevo.
—Pero todavía
necesitas ser castigada. —Tomó su boca en un beso rápido, con hambre, llevándola tan cerca que sintió sus anillos de
pezón a través de su camisa. Levantó la cabeza y miró a los ojos verdes que
estaban vidriosos de pasión.
—Pero tenemos que
hablar de una cosa antes de llevar este asunto a más. —Apartó el pelo de su cara.
—Necesitas una palabra de seguridad. En el momento en que dices esta palabra
termina todo y te enviaré a casa en ese pequeño coche deportivo rojo.
El ceño fruncido.
—No lo entiendo,
hum… profesor.
Le tomó el rostro
entre sus manos.
—¿Sabes algo de
bondage y dominación, Srta. Grayson?
¿Nalgadas, azotes y una variedad de otros métodos de castigo sexual?
Sus ojos se
abrieron y también sus labios.
—¿Me vas a azotar?
—Uh-huh—dijo
mientras cepillaba los labios sobre los de ella. —Y te prometo que te va a
gustar.
Ella parpadeó.
—¿En serio?
—Mmmmmm... —Él le
acarició el cuello, pasando por alto el hecho de que estaba olvidando llamarlo
profesor. —Los anillos de pezón…dime, ¿te hicieron daño, pero ahora el dolor
tiene una sensación intensa de placer en el?
Ella gimió.
—Sí. Bueno, voy a
intentarlo. ¿Así que elijo una palabra de seguridad y detendrás cualquier cosa
que no me guste?
Él levantó la
cabeza.
—Todo se detiene y
te vas a casa. Así que piensa con cuidado.
Se detuvo un
momento y luego contuvo el aliento.
—Álgebra.
Se echó a reír.
—¿Por qué eliges eso?
Miley arrugó la
nariz.
—Porque me gusta el
álgebra.
Negó con la cabeza
y sonrió.
—Vamos entonces.
Tengo algunos juguetes que quiero mostrarte.
Ella arqueó las
cejas.
—¿Juguetes?
—Síp. —Agarró su
mano y le rozó los labios sobre los de ella una vez más. —Te he dado algo de
clemencia, Srta. Grayson, pero de aquí
en adelante yo soy tu profesor y tú eres mi estudiante.
Ella le dio esa
sonrisa sexy que le gustaba y sus ojos
brillaban de deseo.
—Sí, profesor Jonas
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Espero que les aya gustado. :D
11 comentarios:
nueva nove saris..es espectacular me encantooo!!!!! dios nick esta pasado de sexopata jajaja me encanta...siguela nena te kiero
Que si me gusto me encanto esta super
ya muero por ver el que sigue
sube pronto que muero por ver
besoooos cuidate :D
AHH QUE BONITOOO SIGUELA SIGUELA SIGUELA REE AHH
Siguela pronto, por fas
GROSO GROSO GROSO PRECIOSA SIGUELA PRONTITOO MI VIDAA
OHH QUE HOT BBABY
sexy bebe siguela o.0 hahaha estas lokita mi vida, sal pronto eh
ahh ya yaaa ehh siempre lo consigues cositaaa te extrañe, TE GUSTARON MIS FLORES, YO SE QUE SI GRRRR
HOLA DESDE QUE ENCONTRE TU BLOG LO EH LEIDO Y HOY TU ME INSPIRASTES HACER UN BLOG ... AHHHHH MUERO POR CONOCERTE TE DMIRO MUCHO Y AMOR TODO LO QUE SUBES ERES UNA GRAN PERSONA, NO IMPORTA LO QUE LAS PERSONA MALSS DIGAN DE TI YO LO CREERE CUANDO LO COMPRUEBE, OJALA SEAMOS GRANDES AMIGAS
POR CIERTOO SIGUELA PORFIISSS
AHHHHHHHHHHHHHHH
amo esta historia saris <3 <3
me encantaaa
quiero mas quiero mas quiero mas!!!
te quiero linda
BESOS :K
VALERY
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