-¿Y no fuiste a casa?
-No, tenía que ver a un cliente en Bournemouth y, cuando llegué anoche aquí, me quedé profundamente dormido.
Por eso había ido a la compra tan tarde y a pie, ya que miley no había visto su coche aparcado fuera. Se fijó en que tenía ojeras y había adelgazado bastante. Preocupada, se preguntó si no habría trabajado demasiado.
-¿Por qué viniste aquí y no a casa?
nick se metió las manos en los bolsillos.
-¿Y tú por qué has venido?
Buena pregunta. ¿Por qué había ido ella a aquella casa?
-Ya te he dicho que estaba por aquí y me apetecía tomarme una taza de té.
-¿No ha sido para echar un vistazo y recordar los tiempos felices? -preguntó nick con ironía dando en el clavo.
-No, quería descansar un poco y pensé en pasar por aquí para asegurarme de que todo estuviera bien.
-Lo mismo que yo.
-No, tenía que ver a un cliente en Bournemouth y, cuando llegué anoche aquí, me quedé profundamente dormido.
Por eso había ido a la compra tan tarde y a pie, ya que miley no había visto su coche aparcado fuera. Se fijó en que tenía ojeras y había adelgazado bastante. Preocupada, se preguntó si no habría trabajado demasiado.
-¿Por qué viniste aquí y no a casa?
nick se metió las manos en los bolsillos.
-¿Y tú por qué has venido?
Buena pregunta. ¿Por qué había ido ella a aquella casa?
-Ya te he dicho que estaba por aquí y me apetecía tomarme una taza de té.
-¿No ha sido para echar un vistazo y recordar los tiempos felices? -preguntó nick con ironía dando en el clavo.
-No, quería descansar un poco y pensé en pasar por aquí para asegurarme de que todo estuviera bien.
-Lo mismo que yo.
¿Le estaba diciendo que no la estaba evitando?
-Los niños te han echado de menos.
-Yo también a ellos.
No le dijo que la había echado de menos a ella.
-No tienes muy buen aspecto -observó sin embargo.
«Tú tampoco», pensó miley
-Supongo que he tenido muchas cosas últimamente -contestó-. ¿Recibiste mi mensaje sobre lo que encontró Sean? -añadió para cambiar de tema.
-Sabes que sí.
-¿Y no estás contento?
-Encantado.
Aunque no lo hubiera dicho muy convencido, era obvio que tenía que estarlo, ¿no? La estaba mirando con tanta intensidad que miley tuvo que girarse.
-¿Quieres una taza de té?
-Sí, gracias -contestó nick-. Si tienes hambre, hay pan en la panera y he comprado...
miley no lo escuchaba.
-¿Ese pan no era de cuando estuvimos aquí por última vez? Creí que estaba duro y lo he tirado -confesó.
-Bueno, lo compré anoche, pero a lo mejor ya se había quedado duro -sonrió nick.
miley sirvió dos tazas de té.
-Era lo único que tenía por si venían épocas de hambruna y mi esposa va y lo tira a la basura –bromeó-. ¿Dónde está tu alianza, miley? -observó fijándose en sus manos-. ¿También la has tirado a la basura?
miley sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas, pero siguió sirviendo el té para controlarse.
-No lo sé, no sé qué he hecho con ella. La he perdido... creo que me la dejé en el baño de la cafetería cuando paramos volviendo del aeropuerto de llevar a mis padres.
-¿Y por qué no me lo has dicho?
-¿De qué habría servido? Lo cierto es que creía que la iba a encontrar antes de que tú volvieras, para que no pensaras que no me importa, pero...
Sí, era mejor fingir que nada le importaba porque, si dejaba de fingir, se iba a venir abajo.
-Tendremos que comprar otra -anunció nick.
«¡No, yo quiero ésa! ¡Tú lo entiendes, no entiendes lo mucho que significaba para mí! ¡Claro, no te importa porque es mi alianza y no la de Maite!», pensó miley angustiada.
-Toma el té -le dijo entregándole la taza, colocándose el bolso en el hombro y corriendo escaleras arriba.
-Los niños te han echado de menos.
-Yo también a ellos.
No le dijo que la había echado de menos a ella.
-No tienes muy buen aspecto -observó sin embargo.
«Tú tampoco», pensó miley
-Supongo que he tenido muchas cosas últimamente -contestó-. ¿Recibiste mi mensaje sobre lo que encontró Sean? -añadió para cambiar de tema.
-Sabes que sí.
-¿Y no estás contento?
-Encantado.
Aunque no lo hubiera dicho muy convencido, era obvio que tenía que estarlo, ¿no? La estaba mirando con tanta intensidad que miley tuvo que girarse.
-¿Quieres una taza de té?
-Sí, gracias -contestó nick-. Si tienes hambre, hay pan en la panera y he comprado...
miley no lo escuchaba.
-¿Ese pan no era de cuando estuvimos aquí por última vez? Creí que estaba duro y lo he tirado -confesó.
-Bueno, lo compré anoche, pero a lo mejor ya se había quedado duro -sonrió nick.
miley sirvió dos tazas de té.
-Era lo único que tenía por si venían épocas de hambruna y mi esposa va y lo tira a la basura –bromeó-. ¿Dónde está tu alianza, miley? -observó fijándose en sus manos-. ¿También la has tirado a la basura?
miley sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas, pero siguió sirviendo el té para controlarse.
-No lo sé, no sé qué he hecho con ella. La he perdido... creo que me la dejé en el baño de la cafetería cuando paramos volviendo del aeropuerto de llevar a mis padres.
-¿Y por qué no me lo has dicho?
-¿De qué habría servido? Lo cierto es que creía que la iba a encontrar antes de que tú volvieras, para que no pensaras que no me importa, pero...
Sí, era mejor fingir que nada le importaba porque, si dejaba de fingir, se iba a venir abajo.
-Tendremos que comprar otra -anunció nick.
«¡No, yo quiero ésa! ¡Tú lo entiendes, no entiendes lo mucho que significaba para mí! ¡Claro, no te importa porque es mi alianza y no la de Maite!», pensó miley angustiada.
-Toma el té -le dijo entregándole la taza, colocándose el bolso en el hombro y corriendo escaleras arriba.
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este capi dedicado
para mis lookass (vale y pri)
para luci y para emilce(juntos x siempre)
que lo disfruten chicas :D
3 comentarios:
wow!
super jeje!
ya kiiero el sig...
pliis pronto!
y pasate por mi blog :)
wauu super y gracias x dedicarmeloo t kieroo m encantooo :D
me encantooooo
gracias por la dedicacion
jejejeje
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