— ¡Señor!, me parece que no.
Él miró la portada y alzó una ceja.
— Vale —dijo miley quitándole el libro de la mano—. Has
descubierto mi más profundo secreto. Soy una adicta a las
novelas románticas, pero lo último que necesitas es que te lea
una apasionada escena de amor en voz alta. Muchísimas
gracias, pero no.
nick le miró fijamente los labios.
— Preferiría recrear una apasionada escena de amor contigo —dijo en voz baja, acercándose a ella.
miley comenzó a temblar. Tenía la espalda pegada a la estantería y no podía retroceder más. nick colocó un brazo sobre su cabeza y acercó su cuerpo al suyo, hasta dejarlos unidos. Entonces, bajó la cabeza y se acercó a su boca.
miley cerró los ojos. La presencia de nick inundaba todos sus sentidos. La rodeaba de una forma extremadamente perturbadora.
Por una vez, él mantuvo las manos quietas y se limitó a tocarla tan sólo con los labios. Daba igual. La cabeza de miley comenzó a girar de todos modos.
¿Cómo había podido su esposa elegir a otro hombre teniéndolo a él? ¿Cómo podía rechazarlo una mujer en su sano juicio? Este hombre era el paraíso.
nick profundizó el beso, explorando su boca con la lengua. miley sentía los latidos de su corazón mientras él se acercaba aún más y sus músculos la envolvían.
Jamás había sido tan consciente de la presencia de otro ser humano. Él la ponía al límite, le hacía experimentar sensaciones que no sabía que pudiesen existir.
nick se retiró un poco y apoyó la mejilla sobre la de miley. Su aliento caía sobre su pelo y le erizaba la piel.
— Tengo unos deseos horribles de estar dentro de ti, miley —murmuró—. Quiero sentir tus piernas alrededor de mi cuerpo, sentir tus pechos debajo de mí, escucharte gemir mientras te hago el amor lentamente. Quiero que tu aroma quede impreso en mi cuerpo y que tu aliento me queme la piel.
Todo su cuerpo se tensó antes de separarse de ella.
— Pero ya estoy acostumbrado a desear cosas que no puedo tener —susurró.
Ella le tocó el brazo. nick cogió su mano, se la llevó a los labios y depositó un rastro de pequeños besos sobre los nudillos.
El deseo que se reflejaba en su apuesto rostro hacía que a miley le doliera todo el cuerpo.
— Busca un libro y me comportaré.
Tragó saliva mientras él se alejaba. Entonces, se fijó en su viejo ejemplar de La Ilíada. Sonrió. Le iba a encantar, estaba segura.
Lo cogió y bajó las escaleras.
nick estaba sentado delante del sofá.
— ¡Adivina lo que he encontrado! —exclamó miley excitada.
— No tengo la más remota idea.
Ella lo sostuvo en alto y sonrió.
— ¡La Ilíada!
nick se animó al instante y los hoyuelos relampaguearon en su rostro.
— Cántame, ¡Oh Diosa!
— Muy bien —respondió ella, sentándose a su lado—. Y esto te va a gustar todavía más: es una versión bilingüe; con el original griego y la traducción inglesa.
Y se lo dejó para que lo viera.
La expresión de nick fue la misma que habría puesto si le hubieran entregado el tesoro de un rey. Abrió el libro y, de inmediato, sus ojos volaron sobre las páginas mientras pasaba la mano reverentemente por las hojas, cubiertas con la antigua escritura griega.
Era incapaz de creer que estuviese viendo de nuevo su idioma escrito, después de tanto tiempo. Hacía una eternidad que no lo leía en otro lugar que no fuese su brazo.
Siempre le habían encantado La Ilíada y La Odisea. De niño, había pasado horas oculto tras los barracones, leyendo pergaminos una y otra vez; o escabulléndose para escuchar a los bardos en la plaza de la ciudad.
Entendía muy bien lo que sentía miley por sus libros. Él había sentido lo mismo en su juventud. A la más mínima oportunidad, se escapaba a su mundo de fantasía, donde los héroes siempre triunfaban, los demonios y villanos eran aniquilados, y los padres y las madres amaban a sus hijos.
En las historias no había hambre ni dolor, sino libertad y esperanza. Fue a través de esas historias como aprendió lo que eran la compasión y la ternura. El honor y la integridad.
miley se arrodilló junto a él.
— Echas de menos tu hogar, ¿verdad?
nick apartó la mirada. Sólo echaba de menos a sus hijos.
Al contrario que a Kyrian, la lucha nunca le había atraído. El hedor de la muerte y la sangre, los quejidos de los moribundos. Sólo había luchado porque era lo que se esperaba de él. Y había liderado un ejército porque, como bien dijo Platón, cada ser humano está capacitado por naturaleza para realizar una actividad a la cual se entrega. Por su naturaleza, nick siempre había sido un líder y no podía seguir las órdenes de nadie.
No, no lo echaba de menos, pero…
— Fue lo único que conocí.
miley le rozó el hombro, pero fue la preocupación que reflejaban sus ojos grises lo que le desarmó.
— ¿Querías que tu hijo fuese un soldado?
Él negó con la cabeza.
— Jamás quise que truncaran su juventud como les ocurrió a tantos de mis hombres —contestó con la voz ronca—. Bastante irónico, ¿no es cierto? Ni siquiera le habría permitido que jugara con la espada de madera que Kyrian le regaló para su cumpleaños; ni le hubiese dejado tocar la mía mientras estuviese en casa.
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capi dedicado a katty
espero te gustee :D
3 comentarios:
Ahh!!! me encantaron los capis...
espero el otro...un beso
:)
me encanto el capitulo!!!
amo esta noveee :D!!!!
es la mejor!
jaja...yo tuve qe leer la iliada hace poco!
libro mas fome qe ese no hay!...jajaj xD!...no lo entendi..:S!!...
aa, espero el proximo capitulo
byeee :D!
Awwwwwwwwwwwwww
eztuvieron ermozoozzzzzzzz
loz 2 qapz
zimplemente perfeqtoz
Ya lei la nove
pero eztan linda
qe no me imxta leeerla de nuevo!!
hahhaha
adore ezta parte:
-Por una vez, él mantuvo las manos quietas y se limitó a tocarla tan sólo con los labios. Daba igual. La cabeza de miley comenzó a girar de todos modos.
Hhahaha zimplemente ermozooo!!
Bye
bezotezzz
xoxoxoxoxoxo
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