Me desperté lentamente,
disfrutando de la agradable sensación de hormigueo de esas callosidades deslizándose
por mi vientre. Las manos ásperas de un hombre acariciándome.
No todos los días me
despertaba con alguien compartiendo mi lecho. Mi corazón dio un vuelco. Y
entonces me acordé. nick. Ese era su nombre. Estaba en la cama con un
extraño llamado nick.
La luz del día se burlaba
de los bordes de mis párpados, así que los apreté cerrándolos de nuevo, no
estaba lista para poner fin, todavía, a la felicidad. Al menos podría fingir
unos momentos más que significábamos más el uno para el otro que el calor de la
aventura del momento.
De todos modos, se había
quedado toda la noche, y el peso del empuje de su polla en mi trasero
telegrafió el hecho que él no tenía ninguna prisa por marcharse.
Un beso acarició la
esquina de mi cuello.
– ¿Estás despierta?
–gruñó lamiendo el extremo inferior del lóbulo de mi oreja.
–Todavía no. Haz eso un
poco más, – murmuré.
Su sonrisa era cálida,
malvada.
Estiré mis piernas y
luego acurruqué mi trasero cerca a su erección. –Estoy lo suficientemente
despierta, –susurré.
–Y yo estoy interesado,
como puedes ver, – murmuró él. –Pero me debes algo primero.
Gemí y empujé mi cara en
la almohada, queriendo esconderme porque él se había levantado sobre un codo y
estaba empujando mi pelo detrás de mi oreja para mirarme.
Él tomó un pecho, manoseó
el pezón. –Lo prometiste.
–No estaba en mi sano
juicio.
–Cobarde.
Gemí, y luego di vuelta
sobre mi espalda para encontrarme con su mirada. – ¿Por qué no vas primero?
Él negó con la cabeza,
una sonrisa se dibujó en las comisuras de sus labios. –Ahora, ¿ves? Eso no es
lo que quiero. Y dijiste que podría tener lo que quisiera si hacía que te
corrieses.
Resoplé. – ¿Cómo sabes
que no te engañé?
Una sexy sonrisa se
extendió por su cara. –Cariño, te corriste con tanta fuerza que te hiciste pis
en mí.
Su suave risa hizo arder
mis mejillas. Entrecerré mis ojos. –Y pensar que Bev dijo que eras un tipo
agradable.
Sus cejas dieron un
meneo. –No demasiado agradable. ¿Y no te alegras? Además, estás preciosa cuando
te avergüenzas.
Arrugué la nariz. –No
pareció que te molestase ni un poco.
– ¿Por qué debería? Me
gustas mojada. – Se apoderó de mí, suspirando cuando se acomodó entre mis
piernas.
– ¿Qué más te gusta?
–Pregunté, dirigiendo mis yemas ligeramente por su espalda.
Él bajó su cabeza y me
mordió la oreja. –Te estás evadiendo.
Su aliento me hizo cosquillas
en el cuello y levanté mi hombro. – ¿Por qué simplemente no me follas?
–Porque esto será más
íntimo.
– ¿Más que follar?
Su mejilla se deslizó de
arriba abajo por mi cuello mientras asentía con la cabeza.
Puse los ojos en blanco,
pensando con fuerza, o al menos con tanta fuerza como podía con su polla
deslizándose de arriba abajo entre mis pliegues. – ¿Puedo enfrentarme a ello de
inmediatos? –Jadeé.
– ¿Qué te parece? –De
repente, él se empujó hasta que se arrodilló entre mis muslos. – ¿Necesitas
almohadas?
–No seas servicial,
–refunfuñé.
–Realmente no te gusta.
Tuve ganas de gritar mi
frustración. Él estaba ahí mismo. Yo estaba abierta. Impaciente. Y, sin
embargo, se sentó mirando con una firme expresión en aquella dura máscara que
me había hecho rasgar mi ropa al momento en que él había cerrado la puerta del
dormitorio. –Podría gustarme más si estuviéramos en medio de algo, pero así
esto se siente...
– ¿Sucio?
Asentí con la cabeza. Por
fin, lo entendió. Ahora tal vez él se acercaría.
– ¿Sabes lo qué me atrajo
de ti primero?
Parpadeé ante su cambio
de tema.
–Lo valiente que eres.
Mentiroso. Sin embargo, no me
importaba que me incitase. Sus aguijoneantes desafíos nos habían llevado a esta
cama. Algo que no podía lamentar.
Sus manos acariciaron de
arriba abajo mis muslos interiores y su mirada cayó a mi sexo. Sin embargo la
exposición - mi coño a la luz del día - no era tan vergonzoso, porque él me
estaba induciendo otra vez, levantando mis rodillas, colocando mis talones
justo así. Como si estuviera creando una imagen para su placer. Entonces puso
sus palmas contra mi entrepierna y me abrió aun más.
Podía ver directamente
dentro de mí. Un rubor se extendió por mi piel, de las mejillas a los pechos.
Sus fosas nasales
llamearon mientras miraba hacia abajo. Yo fui más feliz de lo que alguna vez
habría admitido mientras me había permitido que me bañara después de mi
"accidente," entonces aliviada por ello, él había cambiado las
sábanas mientras yo me encogía en la ducha. Él no me había dejado esconderme
allí mucho tiempo, sacudiendo la cortina y uniéndose a mí para
"lavar" su pene dentro en mi interior.
Mi modestia yacía en
pedazos. Curiosamente, esto generó un sentimiento de profunda y feroz euforia.
Nunca había estado con nadie como él. Alguien que pudiera hacerme reírse un
momento, luego temblar con anticipación con simplemente una única y dominante
mirada.
No lo conocía lo
suficientemente bien como para confiar en él. Y, sin embargo, estaba emocionada
por que estuviese aquí, aunque estuviera ocupado contemplando mis partes
íntimas. – ¿Sólo vas a mirar?
–Estoy esperando.
Joder. Él esperaba que
cumpliera aquella promesa. La que había hecho mientras se reía, sosteniéndome
contra él, mientras ambos estábamos tan mojados, y había estado desesperada por
un poco de intimidad, para lloriquear por mi falta de auto control.
–Todavía estoy esperando.
La textura de su voz, tan
firme, me excitó. No podía sacar de mi cabeza la idea de cuánto lo deseaba. O
que lo necesitaba para que se hiciese cargo. De mí.
Desde el primer momento
en que habíamos sido presentados durante la cena de unos amigos, estuve atrapada.
Todo que había necesitado
era una larga, provocativa mirada de sus ojos azules oscuros y me había sentido
al instante excitada, y luego enfadada conmigo misma porque lo deseaba y él lo
sabía.
Al igual que lo sabía
ahora.
Sus dedos se arrastraron
de mi clítoris directamente a mis pliegues resbaladizos. Se arremolinó en la
humedad y luego lamió sus dedos, todo el tiempo sosteniendo mi mirada. –En
cualquier momento, mileyr.
–Esto será rápido,
–murmuré, sonrojándome otra vez.
–Rápido, lento, no me importa. Pero tienes que correrte.
– ¿Y tú crees que lo
sabrás?
Él inclinó la cabeza.
–Conozco la mirada.
– ¿Tengo una mirada?
–Oh sí.
– ¿Puedo cerrar los ojos?
Una oscura ceja se arqueó.
Negué con la cabeza. –No
sabía que fueses un fanático del control.
–Sí, lo soy, –dijo
suavemente. –Comienza por dondequiera quieras.
Tragué, sabiendo que
estaba a punto de paralizarme porque estaba terriblemente excitada. Ahuequé mis
pechos, con la esperanza de que me mirara y le tentara a participar y terminar
con esto. Él había dicho que le gustaban mis pechos, y las puntas estaban
doloridas desde donde había jugado sin parar, lamiendo, chasqueando, chupando,
mordiendo…
Mis pezones se
endurecieron y los agarré y retorcí, tirando de ellos para luego dejarlos y
sacudir mis pechos.
Pero él se quedó quieto,
mirando, con sus manos sobre las rodillas, mientras se arrodillaba entre mis
muslos extendidos.
¿Qué demonios? ¿Por qué
me importaba que mirase? Su intensa
mirada y el color oscuro de su cara me decía que estaba en ello. Que lo estaba
excitando. Su polla palpitó, sobresaliendo de su ingle, dura y gruesa.
Mis manos acariciaron mi
vientre; alcancé con las yemas el vello rubio y corto de mi montículo. Usé una
mano para extender mis pliegues, la otra para jugar con mi clítoris, haciéndolo
girar en el nudo hasta que se puso más duro y dilató la capucha, haciendo que
se deslizase fuera.
Entonces empujé dos dedos
en mi coño, curvando mis caderas para profundizar mi alcance. Deje mis pliegues
y deslicé una mano debajo de mi trasero, jugando con mi perineo mientras
empujaba mis dedos más profundamente y los retorcía.
La humedad brotaba de mi
interior, empapando mi mano, deslizándose para gotear en mi trasero. Y porque su
respiración se hizo más fuerte, más chirriante, me atreví a mucho más – usando
la humedad para empapar la punta del dedo y pegarlo a mi ano.
– ¿Seguro que no quieres
algo de esto? –Pregunté, con mi voz ronca. Levanté mis piernas y curvé mi abdomen,
los músculos de mi vientre ardían por sostener la apretada posición, pero ahora
podía acariciar ambos agujeros más profundamente y él podía ver todo que hacía.
Mi pulgar hizo girar mi
clítoris mientras me follaba. Metí otro de mis dedos en mi culo y dejé de
desear parecer hermosa, al tratar de no hacer caras o los ruidos poco
atractivos, y sólo me dejé llevar. Mi orgasmo floreció, y mi rostro se crispo
en aquella expresión, la que él conocía, la que significaba que me estaba
corriendo - y exploté. Mi grito fue suave y se alejó flotando.
Las manos se deslizaron
sobre mis rodillas para acomodarlas, hacia abajo. Parpadeé, apenas sin darme
cuenta de que había cerrado mis ojos al final.
nick vino a mí,
esperando mientras poco a poco sacaba mis dedos de mi interior. Entonces él
encajó su polla en mi entrada y empujó profundamente en mi centro húmedo y
caliente.
Nos mecimos juntos,
agarrándome a su espalda, él gruñía mientras empujaba más rápido y más duro.
Otra quemadura rápida de un placentero destello me barrió. Él gritó, afilando
sus cortos empujes - hasta que puso la cara, que sabia significaba que había
encontrado su propia orgásmica felicidad.
Sonreí, malditamente
cerca de un ronroneo mientras sus respiraciones se igualaban. –Ahora estás en
deuda conmigo.
Él gruñó. – ¿Crees que me
importa que me mires correrme?
–Piénsatelo, porque me
permitirás decirte cuando te puedes correr.
Él parpadeó y luego soltó
una carcajada. –Sabes que voy a tardar un poco.
Arrugué mi nariz. –Yo, en
cambio, no sufro ninguna deficiencia como esa. –Alcancé y agarré sus orejas,
luego tiré de él, mostrándole exactamente como podía pasar el tiempo.
Fin
-_____________
one shot dedicado a mi hermanita perdida que tanto adoro osea agus! :)
8 comentarios:
AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
nos gusto
nos gusto mucho
nos encanto
nos re encanto
lo amamos!!!!!!!!
AHHHHHHHHH
nos cuesta creer que es el fin ):
pero nos encanto
jajajaja
BESOS :K
VALERY Y JIME
OMG OMG!!DIOS QUEDE ASI O.O ESTOY ROJA, BUENO ROJA ES POCO, CREO QUE EN UN MOOMENTO ME DIO UN ESCALOFRIO JAJAJAJAJAJA TODAVIA NO SE DE DONDE SACAS TANTA PERVERSION SARII JAJAJAJAJA Y SI EFECTIVAMENTE SOS MI HERMANITA PERDIDA ♥ Y POR ESO TE ADORO HASTA EL INFINITO Y MAS ALLA,! HASTA EL CIELO, HAGO UN AGUJERITO Y SIGO JAJAJA BUENO EN FIN, GRACIAS POR EL ONE SHOT SISTER, ME ENCANTO :D Y GRACIAS XQ ME HICISTE YA DOS SORPRESAS :D TE ADORO SARII ♥
ahhh lo ame tienes que seguirla pronto enceiro ahhh tienes que seguirlaaa
ahh siguela prontoo porfarvor esta ree genealisisismaaa
ahh siguela yaa plis esta genealisisismaaa
ahh siguela prontoom pliss
ahh siguelaaaa
SARIS TE PUEDO DECIR QUE TUS NOVELAS Y ONE SHOT HACNE QUE ME QUEDE CON LA BABAAAAAAAAAAAA JEJEJEJE ME ENCANTO AMO NICK JONAS.AMO Y PAZ
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