Átame a ti - capitulo- 28

―Nop. ―Él se desnudó―. Pero admitiré que había esperado ver más de ti esta vez que la última vez.

―Puedes sentir tanto de mí como quieras.

Él caminó en línea recta hasta que sus espinillas golpearon contra madera sólida.

―Joder. Eso dolió.

―Ven aquí y te besaré y te sentirás mejor.

―No puedo esperar para eso. ―Gateó sobre la cama para encontrar que miley estaba de hecho, completamente desnuda y en su posición usual… justo en el centro de la cama―. Sabes que eres una acaparadora en la cama, ¿verdad?

―¿De qué estás hablando?

―De ti. Mira, hace una semana o así atrás, comenzaste a acurrucarte contra mí en medio de la noche. Al principio pensé que era porque te gustaba estar cerca de mí. ―Los dedos de nick rodearon su tobillo y deslizó su pierna derecha a un lado para gatear entre sus muslos ―. Esperaba que esa fuera tu forma de decirme que me querías. ―Le besó la parte superior del pie, haciendo sonar las campanitas de su tobillera―. Luego me di cuenta de que estabas acostumbrada a tener toda la cama para ti sola y no querías compartirla. Acurrucarte contra mí era tu forma de empujarme fuera de tu espacio.

El colchón se movió y miley se incorporó.

―¿Por qué no me lo dijiste?

―Porque me gustó tenerte a mi lado, sin importar cuáles eran tus motivos. No tiene importancia ahora mismo. ―Él rozó las puntas de sus dedos hacia arriba de la parte interior de sus muslos―. Abre las piernas más amplio para mí, cariño.

nick percibió el aroma de su excitación. Pesada. Dulce. Caliente. Quería saborearla tan desesperadamente que se le había hecho agua la boca. Conservando las manos aferrándole los muslos, él se inclinó y puso la boca sobre su ombligo.

Los músculos del estómago ondearon debajo de sus labios.

Sumergió la lengua en la muesca, luego la arrastró hacia debajo de la parte superior de su hueso púbico. Sopló suavemente a través de sus rizos húmedos.

La carne de gallina hizo erupción a través de sus piernas y ella jadeó suavemente.

―¿Alguna objeción acerca de mí besándote aquí abajo?

―Ah. No. Por favor.

nick se rió ante su atento entusiasmo. Después de un par de caballerosos lametazos existantes , enterró la cara en su coño, encontrando su pulso con la lengua y comenzó a chupar su clítoris de una manera brutal, pero buena para miley.

Ella gimió su nombre. El suyo. nick.

Siento las c paredes de su sexo contraerse cada ves mas y mas, en cada lenhuetazo profundo, que el daba, la manera en que chupaba lamia y subcionaba su sexo

Oh, sí. Esto es lo que él quería. Necesitaba. Sólo miley. Justo así. Sumisa. Ardiente, y suya.

Las manos de miley arrancaron la sábana del colchón. Aplastó su húmedo sexo en el rostro de él cuando comenzó a correrse, jadeando, apaleándose contra él y la cama, intentado suprimir los sonidos de su orgasmo. Él continuó succionando ese dulce coño saboriando sus jugos hasta que ella suspiró satisfecha y sus piernas dejaron de temblar.

―Dios, nick, me vuelves loca cuando haces eso.

―Lo sé. ―Sonriendo, nick se elevó sobre sus rodillas. Se estiró para alcanzar los condones, abrió de un tirón la caja y rasgó un envoltorio.

―Déjame.

―Recuerdo cómo hacer esta parte, aunque la existencia de Eliza te pudiera convencer de lo contrario.

―No lamento nada acerca de ella, nick. Ni una sola cosa.

Eso lo conmocionó dejándolo en silencio.

―No conseguí tocarte en ninguna parte la última vez. Déjame. Por favor.

No podría decir que no a eso. Él admiró su silueta mientras ella abrió el paquete con sus dientes. miley alisó su mano izquierda hacia arriba de su muslo y él refrenó un estremecimiento ante su tierno toque. Colocando el látex sobre la cabeza de su polla, lo hizo rodar hacia abajo hasta la raíz. Ella curvó la mano alrededor de la circunferencia y acarició suve , lento y delicado.

Su polla se sacudió esperanzadamente en su mano.

―Estabas maniobrando bastante duro y rápido en la ducha. ¿No te hace daño eso?

―No. En otro momento te enseñaré el secreto para una grandiosa paja y dura . Ahora mismo, recuéstate.

Tan pronto como ella estuvo en posición horizontal, nick se niveló a sí mismo sobre ella… las piernas rozando dentro de las de ella, las palmas de sus manos aplastadas sobre sus hombros, ajustando pelvis contra pelvis.

miley tocó su rostro con las puntas de sus fríos dedos y pasó las palmas de sus manos sobre su pecho como si estuviera esculpiéndolo en su memoria.

―Tienes un cuerpo tan asombrosamente duro.

―Algunos lugares son más duros que otros.

―Muéstrame.

―Ha pasado mucho tiempo. Esto probablemente no vaya a durar mucho.

―Ha pasado mucho tiempo para mí también, vaquero ―susurró―, bésame. Amo la manera en que me besas. Como si fuese la única cosa en el mundo.

―Cuando te estoy besando, cariño, eres la única cosa en mi mundo.

Ubicándose en la entrada de su cuerpo, él se empujó hacia adentro mientras tomaba su boca. Perdió la conciencia ante la sensación apretada de su coño cerrándose alrededor de su polla desde la punta hasta la raíz.

Él rompió el beso.

―¿Estás bien?

―Sí.

―Eso no fue muy convincente. ―nick notó que ella tenía una expresión extraña―. ¿Qué? ¿Te estoy lastimando?

―No.

―MILEY, ¿qué te pasa?

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ahi la djeo ya chicas ame sus comentarios y me dieron miedo los mensajes en twitter y en face de te matare verdad agus chris, car, alexa belen, ami, carla,offir monse, que que agresivos que intensos ehh gracias yo tambien los quieor ehh