viernes, 9 de marzo de 2012

Take me along niley -capi -12


—Entonces —dijo, intentando romper el incómodo silencio—, ¿cuánto crees que tendremos que esperar?
—No lo sé.
—¿A quién llamaste? —Un nuevo intento de conversación.
—A nadie.
miley respiró hondo y luchó por controlar el súbito impulso de estrangularlo.
—No te gusta que te hagan preguntas, ¿verdad?
—¿Quieres que te sea sincero? Ni siquiera me gusta hablar. Prefiero esperar en silencio.
—¿Ensimismado?
—Sí.
Amanda sopló un resoplido.
—Bueno, pues resulta que estoy aburrida, y si tengo que estar aquí esperando a que vengan a por nosotros, me gustaría entretenerme con algo.
La mirada de nick descendió hasta sus labios y, muy despacio, siguió bajando hasta sus pechos y sus caderas. Después cerró los ojos, pero miley había visto el deseo voraz en aquellas profundidades oscuras. Podía sentir su deseo; un deseo violento y exigente.
—Se me ocurre un modo de entretenerte…
Ella abrió los ojos de par en par.
—No irás a morderme, ¿verdad?
nick le contestó con una pícara sonrisa.
—No quiero morderte, agapeemenee. Quiero desnudarte y mordisquear cada centímetro de tu piel, especialmente tus pec…
miley alargó un brazo y le tapó la boca con la mano para hacerlo callar. La suavidad de esos labios, en contraste con la aspereza de su barba, la dejó aturdida. Y el contacto de su piel bajo la mano provocaba una especie de descarga eléctrica. Tragando saliva, se apartó de él.
—Pensaba que los vampiros no podían tener relaciones sexuales.
Él alzó una ceja y la miró con expresión burlona.
—¿Qué tal si tú y yo llevamos a cabo un pequeño experimento, sólo para probar?
miley pensó que debería sentirse molesta. Debería enfadarse. Debería sentirse de cualquier forma, salvo excitada por sus palabras.
Pero, mientras recorría con la mirada ese cuerpo esbelto y perfecto, la idea comenzaba a resultarle cada vez más atractiva.
nick notó su confusión. Estaba considerando su oferta. Si el ardor en su entrepierna no hubiese sido tan insoportable, incluso se habría reído. Pero, tal y como estaban las cosas, ni él mismo estaba muy seguro de si su proposición había sido un simple jueguecito o de si lo había dicho en serio. Lo único que sabía con certeza era que su cuerpo respondía al de ella. Era exactamente el tipo de mujer que siempre le había atraído: inteligente y valiente.
En pocas palabras: fascinante.
Echó un vistazo a la pared que se alzaba tras ella e imaginó lo que sentiría al apoyarla allí mientras la penetraba fuerte, rápido y salvajemente. Casi podía sentirse ya en su interior. Podía escucharla gemir en su oído y él… nick sacudió la cabeza para alejar las imágenes. Había ocasiones en las que odiaba sus habilidades psíquicas. Y ésta era, definitivamente, una de ellas.
Pasándose la lengua por los labios resecos, recordó la época de su vida en la que no habría dudado en llevarse a una mujer como ésta a la cama. Una época en la que le habría quitado esa ropa conservadora y anodina y hubiese besado cada centímetro de su piel desnuda hasta que se entregara al deseo y se comportara con salvaje desenfreno. Una época en la que la hubiese acariciado hasta llevarla al borde de la locura una y otra vez, mientras ella se aferraba a él pidiéndole más.
Apretó los dientes al sentir que la sangre comenzaba a hervirle. Cómo le gustaría volver a vivir aquellos días.
Pero eso había sido mucho tiempo atrás. Y no importaba lo mucho que la deseara, ella no estaba disponible para él.
Jamás conocería su cuerpo.
Jamás la conocería a ella. Punto. Por eso no le había preguntado el nombre ni le había dicho el suyo. No tenía ninguna intención de usarlo. Ella no era nada más que otra persona anónima a la que había jurado proteger. No habría más intimidad que ésa entre ellos. Era un Cazador Oscuro, y ella una humana no iniciada. No les estaba permitido mezclarse.
Alzó la vista al escuchar el lejano aullido de una sirena que se aproximaba y dio las gracias silenciosamente a Tate por su don de la oportunidad.
miley echó un vistazo por la ventana al escuchar la ambulancia. Era muy raro que se detuviera frente a la fábrica. Al instante, las puertas del edificio se abrieron, dejando paso a la ambulancia.
—¿Nuestro taxi? —preguntó.
El Cazador Oscuro asintió.
Una vez la ambulancia estuvo en el interior de la fábrica, de modo que la luz del sol no la alcanzara, un hombre afroamericano muy alto salió de ella y se acercó. Dejó escapar un largo silbido al ver el rostro de nick, quemado por el sol.
—Tío, estás hecho un desastre. ¿Debería preguntar por los grilletes?
nick echó a andar hacia el conductor de la ambulancia, precediendo a Amanda
—No, a menos que quieras morir.
—Vale —dijo el hombre, de buen humor—. Puedo imaginármelo, pero tenemos un problema: no vais a pasar desapercibidos en una bolsa para cadáveres, con eso puesto. La gente va a notarlo sin ninguna duda.
—Ya lo he pensado —dijo nick—. Si alguien pregunta diles que morí de un infarto durante una salvaje sexcapada con ella.
Una escalofriante sensación descendió por la espalda de miley al recordar esa misma palabra en boca de Mayte el día anterior.
—¿Cómo has dicho?
nick la contempló con una mirada divertida y le hizo saber que estaba disfrutando enormemente con su tormento.
—Y que no puede encontrar la llave.
Tate soltó una carcajada.
—De eso nada —le dijo miley acaloradamente.
nick le dedicó esa sonrisa pícara suya que la dejaba totalmente derretida. La forma en que sus ojos la recorrieron de arriba abajo le provocó un estremecimiento.
—Mira el lado bueno: tendrás una fila de hombres interesados en pedirte una cita.
—No tiene gracia.
nick se encogió de hombros.
—Es la única manera de salir de aquí.
—Será para ti —le contestó ella—. Yo puedo salir caminando ahora mismo y hacer que te desintegres.
Él alzó una ceja.
—Inténtalo.
Y lo hizo. Para darse cuenta al instante de que los vampiros altos y peligrosos no se mueven ni un milímetro a no ser que quieran hacerlo.
—Vale —dijo ella, frotándose la muñeca que el grillete acababa de marcar—. Nos vamos en la ambulancia entonces.
nick abrió la marcha.
Cuando llegaron a la parte trasera del vehículo, él la alzó con tal facilidad que la dejó perpleja. Ella se colocó en el lado izquierdo, intentando dejarle sitio, pero era tan alto que tuvo que agacharse y, con un movimiento grácil, se tumbó en la camilla, en el interior de la bolsa negra que estaba abierta para resguardarlo.
Sin decir una sola palabra, Tate cerró la cremallera.
—¿Hacéis esto con mucha frecuencia? —preguntó miley.
Tate sonrió de forma indolente a su amigo.
—De vez en cuando.
miley frunció el ceño cuando Tate ajustó la cremallera de modo que su mano quedara en el exterior y la de nick cubierta por el plástico negro. Le parecía muy extraño que el hombre estuviese tan dispuesto a ayudar a un vampiro.
—¿Cómo os conocisteis vosotros dos? —le preguntó a Tate.
—Me estaba alimentando de un cadáver cuando él llegó —le contestó nick desde el interior de la bolsa.
Tate rió mientras se ponía en pie.
—Una noche, tras recibir una llamada, fui a recoger un cadáver que resultó estar vivo. Si no llega a ser por nick., hubiese sido yo el que acabara en la bolsa.
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una cosita mas chicas con esta novela si voya  ir un pokito rapido la subire ,as seguido y yap creo

5 comentarios:

amorciegoniley dijo...

esperaba con ansias esta novela no sabes cuanto

alexajonas dijo...

tienes que seguirla la ameee ahhh

beln_de_jonas dijo...

ahh lo ameeee

angela dijo...

tienes que seguirla pronto por fas

butblop dijo...

lo ameeeee