sábado, 3 de marzo de 2012

Átame a ti - capitulo- 24



―¡Oye! ¡Gracias!.
―No hay de qué ―Kane le golpeó en el brazo. Duro―. Te he echado de menos, estúpido hijo de puta.
―Lo mismo digo ―Siguió el ejemplo de Kane y le dio un puñetazo en el brazo. Duro―. Entonces, ¿qué te debo por el consejo? ¿Un dólar?
―Buck. ―Kane frotó el reverso de su guante por su mentón―. Sabes, francamente es un buen nombre. Suena a vaquero de verdad. Auténtico y diferente de otros. Así es como me voy a llamar desde ahora.
―¿Buck?
―Sí. Ahora vamos a reparar esta alambrada para que puedas ir pronto a casa y arreglar tu vida amorosa. Así no tendré que oír nada más sobre el tema.


Todas las mujeres de la fábrica se detuvieron cuando nick Jonas entró en miley Blue.
No importaba que sus botas estuvieran manchadas de barro, ni que sus vaqueros Wranglers estuvieran llenos de polvo y que su camisa de cambray tuviese manchas de tierra en el pecho. Tampoco importaba que pareciera que se había sentado en el sombrero antes de ponérselo. El hombre tomó el mando del lugar.
Dee y Bonita echaron un vistazo a sus reflejos en las cubas de metal, pero nick solo tenía ojos para ella.
miley se obligó a si misma a permanecer quieta mientras él se acercaba. Cuando la golpeó con una sexy sonrisa, su estómago dio un vuelco.
―Hola, jefa. ¿Cómo va?
―Bien. Has salido pronto del rancho.
Se encogió de hombros.
―Un día extraño. ¿Y tú? ¿Cuánto te falta para salir?
―Otra hora más.
―¿Necesitas ayuda?
―¿Con qué?
―Cualquier cosa ―Se aproximó―. Cualquier cosa que pueda hacer por ti.
¿Por mí? ¿O a mí? Oh sí, vaquero. Vamos a casa. Quítate esas sucias ropas y espérame en la cama. Desnudo. Con una brizna de paja entre los dientes y esa malvada sonrisa de “quiero-tumbarte-en-la-paca-de-heno-más-cercana”
―¿miley? ―murmuró.
Ella le miró. Dios. Era tan alto. Tan grande y amplio. Tan resuelto. Tan atento. Estaba tan bueno. Tan... aquí.
―¿Estás bien, cariño?
―De verdad que no lo sé.
nick deslizó el nudillo de su dedo índice por la línea de su mandíbula.
―Yo te veo bien, muy, muy bien, pero quizá deberías estar en la cama.
La boca de miley se secó, como si estuviera llena de leche en polvo.
―Déjame llevarte a la cama y cuidar de ti.
¡Siií!
―Ah. De acuerdo.
―¿Qué tal si salimos de aquí? ―su voz se convirtió en un gruñido sexy―. ¿Ahora?
Antes de que miley pudiera arrastrarle a casa para obligarle a cumplir las promesas que habían oscurecido sus ojos, Annie gritó desde la oficina.
―mils. Yellow Wheel Promotions. Línea dos.
Ella retrocedió tan rápido que la mano de nick salió disparada para estabilizarla.
―No quería asustarte.
―No lo has hecho ―Mentirosa, mentirosa―. Tengo que atender esa llamada.
―Te esperaré echando un vistazo. ¿Te importa?
―Para nada.
 Entonces Dee se dirigió hacia allí. Sonriendo abiertamente y aleteando sus falsas pestañas.
―Estaré encantada de enseñarte esto.
―No es necesario
―Será un placer, sí, un verdadero placer. Me resultas extrañamente familiar, cielo ―tonteó Dee―. ¿Nos conocemos?
―No señora.
―Te resulta familiar, Dee, porque su hija es clavadita a él.
nick la miró asombrado.
miley no pudo contener una sonrisa.
―Es el padre de Eliza, Nick Jonas. Nick, Dee Bancroft.
―Encantado de conocerla Srta. Bancroft.
Cuando Annie gritó,
―miley, ¿me has oído? Línea dos ―miley no tuvo más remedio que dejarle a solas con Dee.
Diez minutos más tarde, encontró a nick y Dee conversando en la sala donde se secaban las hierbas. Él se giró para verla acercarse. Su ardiente mirada decía “quiero-comerte” y consiguió que sus pezones se endurecieran y su vientre se apretara. Entonces su bello rostro se iluminó cuando se dio cuenta que llevaba a Eliza en los brazos.
―Aquí está mi dulce niña.
Eliza empezó a dar patadas al oír su voz.
Él sonrió ampliamente.
―¿Me has echado de menos, preciosa? ¿Te has portado bien hoy con mamá?
―Tu dulce niña no ha dormido más de quince minutos en todo el día.
―Puede que entonces duerma toda la noche, para variar ―Acarició el regordete cuello de Eliza―. Lo cual no es justo, porque es tu noche para estar con ella.
―¿Mi noche? Creía que estábamos haciendo turnos.
―Yo también, cielo. Pero yo hice todos los turnos anoche. No te moviste cuando salí de la cama. A medianoche. A las dos. A las cuatro.
Dee se rió entre dientes.
―Oh. Me voy ahora mismo ―Todavía sonriendo, dijo―, Nadia quiere hablar contigo antes de que te marches. Ha dicho que es importante ―Dee desapareció por la esquina.
miley contuvo un gemido. Le gustaba Nadia. Le gustaba que Nadia no temiese hablar con ella incluso cuando trataba de mantener las distancias con todo el mundo. Le gustaba que Nadia no la viera como una reina del drama. Pero caramba, le mosqueaba que Nadia fuese tan voluble y miles no tenía que suponer sobre que quería Nadia hablar con ella. Otra vez.
―Déjame llevar a Eliza a casa para que puedas volver al trabajo ―nick la tomó de los brazos de miley―. Vamos chiquitina. Tú y yo tenemos una cita con un biberón y un baño caliente.
―¿Quieres llevarte mi coche? ¿O solo vas a sacar la silla de seguridad para el bebé?



4 comentarios:

amorciegoniley dijo...

ohhh estupendo lo ameeeee tienes que seguirlaa prontiisss

alexajonas dijo...

me enacnto fasianante ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

beln_de_jonas dijo...

seguola pliis plis plis maaas

Marlys dijo...

Tienes que seguirla pronto,es que quiero que Nick siga rápido el consejo de Kane, Buck como quiera llamarse
=D