viernes, 30 de marzo de 2012

the manual of the forbidden- capi- 60




Me quedé parada en el mismo lugar por un par de minutos, viendo hacía donde la muchacha se había ido y luego le regalé un suspiro al aire.

-Credo di essere quello che ha vietato l'manuale. ~Supongo que yo soy lo prohibido del manual.

Mi corazón latió con una fuerza devastadora y luego colapsó de repente de forma teatral. Giré desorientada a fin de encontrar al dueño de aquella voz, sin saber si era sólo una fantasía en mi cabeza o una alucinación de mi mente.

Mi corazón latió con una fuerza devastadora y luego colapsó de repente de forma teatral. Giré desorientada a fin de encontrar al dueño de aquella voz, sin saber si era sólo una fantasía en mi cabeza o una alucinación de mi mente.
Pero allí estaba, incluso más hermoso que una proyección de mi cabeza, sonriéndome nervioso. ¡Era él! Las piernas perdieron su equilibrio y me temblaron, me quedé estática. Me llevé la mano al pecho, sólo para confirmar que mi corazón latía, porque yo sentía que había explotado dentro. No me percaté del momento exacto en que mis lágrimas se desbordaron, ya que la vista se me nubló y todo se volvió sólo siluetas borrosas. ¿Estaba respirando? Me obligué a recordar cómo se hacía, porque verdaderamente el aire había dejado de entrar a mis pulmones; y me limpié las lágrimas, esperando que mi vista se aclarara. Entonces volví a verlo, su hermoso y bello rostro lucía preocupado y el desasosiego pintó cada una de sus facciones.

-¿nick jonas? –la voz femenina de una chica partió la escena pero no retiré la vista empañada de nick, por temor a que desapareciera como si hubiese sido sólo una alucinación.

nick miró a la chica y los ojos se le abrieron de par en par, desprendiendo un fulgor desconocido.

-Kristen –musitó, sorprendido.

Y eso fue todo, perdí la conciencia porque ya no resistí tener pies de gelatina y no podía ya obligar a mis pulmones a respirar. ¿Caí al suelo? O ¿alguien me sujetó? Qué más daba, ya no contaba con la percepción de nada.

• • •

El olor a alcohol me invadió las fosas nasales y casi llegó hasta mi garganta, haciéndome arrugar la nariz y carraspear. Comencé a abrir los ojos poco a divisé una silueta junto a mí.

-nick –susurré. Pero la voz que respondió a mi llamado no fue la misma que había escuchado antes.
-¿Ya estás bien, miley?

Me tañé los ojos y luego parpadeé repetidas veces para aclarar mi vista. liam tenía un algodón en su mano izquierda y la mirada bien puesta en cualquier cambio en mi expresión.

-¿Dónde estoy? –pregunté, mirando a mi alrededor, pero al instante hubo otra pregunta más importante y volví a pasar la mirada por el lugar, pero esta vez con desesperación-. ¿Dónde está nick?
-Tranquilízate, dime que estás mejor –insistió liam-. Estás en la parte trasera del salón.
-¡Estoy bien! ¿Dónde está nick? –el lugar estaba más oscuro que alumbrado, pero lo suficientemente claro como para examinar cada rincón.

La boca comenzó a temblarme con un “No” inquieto en los labios por temor a que todo hubiese sido sólo una alucinación en mi cabeza. Tomé a nick del cuello de su camisa, inclinándome hacía él y percatándome de que estaba recostada sobre un sofá viejo con olor a humedad.

-¿Dónde está nick? –casi grité, desesperada, creyendo que me estaba volviendo loca, si es que aun no lo estaba.

El silencio de nick me hizo pensar lo peor y sentí que el corazón se me encogía acongojado en el pecho.

-El está… está hablando con una chica, justo afuera de la habitación –dijo y los ojos se me abrieron como platos. Mi corazón le ganó al pensamiento en mi cabeza y revivió con estruendosos latidos golpeando contra mis costillas.

Me levanté del sofá, como impulsada de éste e ignoré el lacónico mareo que me sucumbió la cabeza. Caminé agitadamente hasta la puerta del lugar y estando entre abierta logré ver lo que mi corazón pedía a gritos volver a sentir. Reconocería aquella espalda ancha entre millones y no dudé en salir a su encuentro, pero el nombre que pronunció me congeló los pies en el mismo sitio sin músculo movible alguno; trayéndome a la memoria el segundo antes de desmayarme.

-Kristen yo… –tartamudeó un poco, pero volver a oír el sonido de su voz fue como para un ciego volver a ver la luz del sol-. Es que no te entiendo.
-¿Qué es lo que no comprendes, nick? –la voz de la chica me incitó a fijarme en ella; tenía el cabello negro y ondulado, era más baja de estatura que nick y muchos allí, ya que le llegaba un poco por arriba de los hombros. Su boca ancha al igual que su frente y su nariz chata la hacían lucir como una muñeca Barbie, pero de alguna marca que ocupara el segundo lugar en ventas, lo suficientemente opacada por el primer lugar para no subir nunca a él-. Te lo estoy diciendo de la manera más sencilla que puedo –continuó-. Terminar fue un error, ¡me afectó tanto cuando me enteré que te habías ido! –dijo, con fingida melancolía, hasta yo pude notarlo.

Así que ella era Kristen. Cuando recordé lo que nick me había contado, casi quise salir a arrancarle los pelos con mis propias manos.

-miley –liam me llamó pero no me moví, seguí allí, tras la puerta, escuchando y viendo todo.
-Kris –nick tardó un momento en continuar y luego habló despacio-, cuando estábamos juntos, todo lo que yo te dije era sincero y real. Fuiste la novia que más… quise –volvió a silenciar y junto a aquella falta de sonido, mi corazón se desplomó.

¿Él aun la quería? Miré el rostro de Kristen, extasiado de alegría, mientras la sonrisa le crecía cada segundo un poco más. ¿Qué sentido tenía ahora la alegría de que mi locura haya funcionado? ¿Qué había de esperanza en tenerlo justo allí si en realidad seguía lejos su corazón? No había nada si él aun quisiera a Kristen. Nada.

1 comentario:

Malena♥ dijo...

ese nick no vale ni aca yo que miley lo dejo y me voy con liam (aun no me se el apellido) me encanto este capis en especial