―Síp.
―Mamá
dice que todos van a estar allí.
―No
me asombra. ―Se
le ocurrió que mileyno había hablado con él acerca de nada durante los
últimos dos días. Tal vez ella no quería pasar tiempo con sus parientes en el
rodeo. Después de su ultimátum yo-controlo-todo-el-sexo-y-tú-me-lo-darás-de-cualquier-forma-que-yo-lo-quiera,
tal vez ella no quería seguir con él.
Su
conciencia levantó la voz. ¿Puedes
culparla?
Apartó
a un lado a ese pensamiento de culpa. Él estaba tratando de ayudar a miley a
descubrir una parte de ella misma que la asustaba. Estaba tratando de darles a
ambos una oportunidad de verdadera intimidad sin barreras. Él nunca haría una
maldita cosa para lastimarla y ella lo sabía. Ella simplemente estaba siendo
testaruda. Y controladora. Que lo llevó de regreso al punto de partida.
―Ha
habido una explosión realmente infantil por aquí.
―El
nombre Jonas no va a extinguirse por lo pronto ―sonrió―.
Excepto para nuestra línea, dado que yo tengo una chica.
―Así
que, ¿es parecido a tener un niño? ―preguntó Colt.
―Es
extraño. Fantástico. Fantástico como el infierno, en verdad. Eliza es muy
divertida. Está creciendo cada maldito día, lo que es maravilloso para
observar. Pero da una buena cantidad de trabajo, alimentándola, cambiándola, y
sosteniéndola todo el tiempo. En su mayor parte eso no se siente como un
trabajo. Me gusta hacerlo. Cuando me mira… es como que quiero hacer todo lo
posible para protegerla y hacerla feliz. ―Qué gracioso. Así es cómo él se sentía
acerca de miley también. A pesar de todo, ante esa honesta admisión, nick se
preparó a sí mismo para que su hermano y su primo lo embromasen acerca de ser
de un manejado por la bebé, pero ellos no hicieron ningún comentario
sarcástico.
De
hecho, Colt, dijo:
―¿Vamos a oír campanas
de boda pronto?
―No
van a estar sonando por mí. ―Bebió
él el resto de su té y le pasó el recipiente vacío a Colt―.
Hasta luego. ―Se
subió a su camioneta y se fue a casa.
La
casa estaba tranquila. miley no lo había esperado para cenar, a pesar de que
había dejado un plato en el refrigerador, era esa maldita dulzura que le
producía un curioso cosquilleo en el pecho. Se comió la carne y el puré de
patatas frío, apenas saboreándolo. Comiendo malditamente solo. Se había
acostumbrado a la compañía de su familia en las últimas tres semanas.
nick se dio una ducha. Chequeó a la bebé y de dirigió hacia abajo. miley dormitaba
en el sofá. El monitor del bebé estaba ubicado sobre la mesita de café y la TV
zumbaba en el fondo. Por alguna razón, una extraña sensación de paz lo llenó
ante la escena doméstica. Cogió el mando a distancia y se ubicó en el piso, no
queriendo perturbar su descanso.
Una
hora o así más tarde miley se movió detrás de él.
―Ey.
¿Cuánto tiempo hace que has llegado a casa?
―Un
par de horas. Antes de que preguntes, ella está bien. Todavía durmiendo.
―Soy
tan previsible, ¿eh?
―No,
sólo piensas en ella primero. Eres una buena mamá, miley.
―No
dirías eso si me hubieras visto más temprano.
nick giró. El rostro de miley estaba lleno de manchas. Sus ojos usualmente brillantes
tenían un borde rojo y triste.
―¿Por
qué? ¿Qué pasó?
―Eliza
lloraba. Quiero decir que ella realmente lloraba. Literalmente por horas. No
sabía qué hacer. ―miley le explicó con sumo detalle y nick se encontró respingando por su obvia
ansiedad. Ella terminó con―,
cuando la alimenté justo antes de meterla en la cama, esa dulce bebé
simplemente me miró con esos grandes ojos azules, como si… estuviera
desilusionada conmigo por ser una mamá tan mala. ―Un
pequeño hipo sollozado acentuó su desasosiego.
―Ah,
cariño. Ven aquí. ―Él
gateó a la par de ella en el sofá, metiéndola en sus brazos. miley rizó su
cuerpo junto al de él y lloró suavemente. Él se lo permitió, aún cuando rompía
su maldito corazón. Después de que ella se había calmado, él rozó los labios
sobre la coronilla de su cabeza―.
Lamento que hayas tenido un día arduo. Espero que Eliza
Belle nos dé a ambos más que unos cuantos de ellos.
Ella
asintió con la cabeza en contra de su pecho.
Cuando
nick pasó las manos desde arriba hacia abajo por su columna vertebral, él se
dio cuenta de que miley no le había dado muchas oportunidades para simplemente
contenerla. Para apaciguarla. Ella no le había mostrado su lado vulnerable.
Nunca.
Ahora
que ella finalmente había bajado su guarda, su demanda más temprana de su total
sumisión sexual lo hizo sentirse como un jodido canalla. Tal vez si él no lo
mencionara otra vez, ella se olvidaría del asunto, dejándolo domarla como él
haría con un caballo asustadizo. Oh, él todavía deseaba su suculento cuerpo de
nueve maneras diferentes hasta el domingo, no cabía duda de eso, pero quería su
corazón también.
Y
eso llevaba su tiempo.
Buena
cosa que nick fuera un hombre paciente.
Cerró
los ojos y la respiró profundamente, igualando sus exhalaciones a las de ella y
flotando hacia el sueño.
Unas
horas más tarde un grito sollozante los sobresaltó a ambos. miley gruñó.
―Tranquila,
iré por ella. ―nick alimentó a Eliza y la meció hasta volverla a dormir. Él no podía reunir la
energía necesaria para trepar las escaleras así que la acostó en el moisés.
Luego se acurrucó detrás de miley en el sofá, cubriéndolos con una manta.
Esperaba que miley se despertase y protestara, pero ella sólo se acurrucó más
profundamente contra su cuerpo y suspiró.
miley se despertó con un sobresalto.
―Cálmate.
―El
cuerpo caliente a su lado se movió. El muy duro y muy caliente cuerpo
masculino.
―¿Qué… nick? ―Ella
parpadeó ante el sol que entraba a través de las cortinas de encaje―.
¿Por qué estamos en la sala de estar?
―Debes
haberte quedado dormida.
―¿Tú
has… nosotros hemos estado aquí juntos? ¿Toda la noche?
―En
su mayor parte, sí. No estoy sorprendido de que no lo recuerdes. Estabas
bastante agotada anoche cuando llegué a casa.
5 comentarios:
ohh esta genealisisimoo el cpai siguela yaaaa
ahh siguela sigueela siguela tienes que seguirla ahhhhhhh
ahh siguela pronto plis esta genealisisismaa
seguirlaa aplisss
ahhh me encanto siguelaa ahhh
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