―Sí
tengo algo que decirte ―¿Cómo diablos se llamaba? Algo extrañamente hippioso.
¡Aja!―. “Miley”.
―Te
estoy escuchando.
―Lo
siento. Perdí tu número y no pude llamarte para disculparme por actuar como un
gilipollas de primera clase. Pero, esto… tomé… esto… una medicina para la
alergia y me quedé hecho polvo. Normalmente no actúo así. No recuerdo gran cosa
aparte de ir a casa y quedarme dormido.
Miley le miró con escepticismo.
Mierda.
No se lo iba a tragar.
―¿Puedo
compensarte? ¿Invitarte a comer? Te juro que no voy a salir por piernas otra
vez.
―¿Cuándo?
―¿Qué
tal ahora?
―Vale.
¿Te apetece comida vegetariana?
Joder. Nick compuso una sonrisa falsa.
―Totalmente.
Ella
rió, y sonó como campanillas.
―Eres
un mentiroso. Tu familia cría reses. Probablemente disparas a los vegetarianos.
―Solo
si forman parte de una manifestación de la Sociedad Protectora de Animales
protestando por nuestro inhumano trato a las reses. Eso nos cabrea.
―Puedo
imaginarlo.
―Además,
como ensalada. No estoy loco por el tofu. O por las judías machacadas y
servidas como hamburguesas. Una hamburguesa tiene que ser de carne. La judías
solo están buenas en los tacos y en el chili ―nick volteó los ojos. Diablos.
Había estado farfullando.
Sus
labios se curvaron en una sonrisa gatuna.
―Una
lástima que no fueras tan honesto la otra noche. Conozco el lugar apropiado.
Vamos.
Diez
minutos más tarde, nick estudiaba el menú.
―Odio
romper tus esquemas, Miley, pero esto no es un restaurante vegetariano.
―Lo
sé. Es el restaurante más caro del pueblo. Y puesto que dijiste cualquier
lugar, he considerado que me debías lo mejor.
―Eres
un poco dura de pelar, ¿no?
Ella
se encogió de hombros.
―¿Qué
vas a tomar?
―Berenjenas
a la parmesana.
―¿De
verdad?
―Sí.
¿Por qué?
―Supuse
que ibas a pedir el chuletón.
―No
como carne todos los días del año. Como muchas otras ―Pero seguro que nada era
como comérsela a ella. Arañar su garganta con sus dientes descendiendo hasta la
base del cuello, en la zona que se curvaba hacia sus hombros. Mover la lengua
sobre el palpitante pulso bajo su mandíbula. Olisquearla para comprobar si se
había dado un toque de perfume tras sus pequeñas y dulces orejas o si era la
esencia natural de su piel lo que olía tan maravillosamente.
―Me
estás mirando embobado, Jonas.
nick la miró a los ojos.
―Perdón.
Miley plegó el menú.
―No
vamos a hacer esto otra vez, ¿verdad? Insinuaciones sexuales y tú comiéndote
con los ojos mis pechos.
―No
estaba comiéndome con los ojos tus pechos. Estaba observando tu cuello.
Ella
pestañeó.
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Buneo ando muy cansada pero feliz asi que les dejo un capiiiii y espero que les guste :D y GRACIAS por todos sus comentarios encerio me hacen muy feliz
4 comentarios:
Me encanto seguila
La amo TIENES QUE SEGUIRLA!!! =D
ENCERIO LA VAS A DEJAR AHI? OOO NONONONNO ESTO HAY QUE HABLARLO! Y YA QUE ESTAS EN TWITTER :D JAJAJAJA OK VOY A ESPERAR U.U SOLO XQ TE QUIERO, Y ME GUSTA LA NOVELA SINO HARIA HUELGA U.U JAJAJAJA NO MENTIRA :P BESITOS ♥
tienes que seguirla plis no la dejes ahiii
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