-Alguna
vez te pondré al día.
-¿Dónde
estás? Te oigo muy bien. ¿Te encuentras en el extranjero?
De
súbito, miley vio la completa imposibilidad de decir la verdad acerca de su
matrimonio. Ella no tenía derecho a descubrír su secreto ante Fuzz.
-Aún
nos encontramos en Londres. Pensé en llamarte para saludarte -miley jugueteó
con el cable del teléfono-. ¿Cómo te va en tu trabajo? Sé que llevas una vida
muy agitada, porque he recibido tarjetas postales tuyas procedentes de muchos
sitios del extranjero.
-¡Lástima
que no estás a mi alcance para estrangularte! -masculló Fuzz-. ¿Cómo te atreves
a hablar con tanta calma? Te acabas de casar con uno de los hombres más divinos
y sexys que hay en el mundo, ¡y me haces preguntas acerca de mi trabajo!
Demonios, el timbre de la puerta. Había olvidado que tengo una cita. Supongo
que pasará mucho tiempo antes de que podamos vernos.
Pesarosa,
miley tragó saliva.
-No
lo creas. Muy pronto me pondré en contacto contigo -y antes de que Fuzz pudiese
expresar su asombro, colgó el auricular. Dios mío, pensó, si una persona más
vuelve a felicitarme por lo afortunada que soy de haber logrado llevar a
nick hasta el altar, me volveré loca y tendrán que recluirme en un
manicomio. Entonces tuvo una súbita idea y se encaminó hacia la cocina para
avisar a Thompson que volvería a salir, pero que regresaría a tiempo para la
cena.
-Me
doy cuenta de que le urge encontrar trabajo, señorita Fletcher -le indicó la
mujer de la agencia con una sonrisa menos impersonal que las que le dirigieron
en las dos agencias de empleos que visitó con anterioridad-. Pero sin estudios
es muy difícil... hasta en los empleos más sencillos se requiere algo -exhaló
un suspiro significativo-. Quizá debiera usted mirar en el servicio doméstico.
miley haría cualquier cosa menos eso... con una ocupación razonable en perspectiva
podría hablar con nick, pero no si lo que conseguía era un puesto como
empleada doméstica. Él lo consideraría un insulto. Cuando llegó a casa, fue
informada por Thompson de que nick no iría a cenar debido a que tenía una
reunión de negocios, pero que le pedía que lo disculpara. miley estaba segura
de que la explicación y las disculpas eran añadidos de Thompson.
Sus
pensamientos dieron un incómodo giro hacia liam. ¿No lo amaría tanto
como ella creía, o acaso su disgusto y su desprecio habían adormecido sus
emociones? Se sentía enojada, llena de amargura y humillada, pero no tan dolida
como debería estarlo... era obvio que el año que llevaban separados la había
cambiado: ahora era más fuerte y menos dispuesta al perdón. Entre toda la
confusión de sus sentimientos, sobresalía un innegable alivio, pues había sido
liberada del peso de la culpa de haberlo traicionado.
Se
acostó temprano, pero no pudo dormirse, pues a cada momento que pasaba se
sentía más convencida de que nick no volvería a casa hasta la mañana
siguiente. nick estaría entre los brazos de otra mujer; y ella no podía
soportar esa imagen... era cuestión de orgullo, se dijo confusa, el mismo
orgullo que la había hecho reaccionar con furia ante la infidelidad de
liam. Cuando oyó que la puerta de la calle se cerraba con un golpe que
resonó en todo el apartamento, su tensión aumentó en vez de disminuir.
Las
luces fueron encendidas y la cama crujió al sentarse nick en el borde.
1 comentario:
ahh esta superrr
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