Cuando
vio a Mei Ling se sorprendió... era alta y esbelta, con una cabellera de color
tan negro como el carbón enmarcando sus exóticas facciones. miley la reconoció
al instante como la belleza que había adornado la portada del Voguedel mes pasado.
-He
aquí a nuestra anfitriona -exclamó con una sonrisa un hombre de cabello gris
que se servía una bebida en el bar-. ¿Qué veneno tomas?
-Zumo
de guayaba -aceptó ella-. Por ahí debe haber algunas botellas. Yo soy miley.
Estoy con nick porque soy su...
-No
des explicaciones, cariño. Ambos somos personas adultas y de mente abierta
-intervino Mei Ling con languidez y una sonrisa condescendiente-. A nick nunca le falta una mujer. Grant, a mí prepárame un ponche de ron. Todavía no me
encuentro demasiado bien después del molesto vuelo en el destartalado y pequeño
avión en el que hemos venido. Cielos, ¿cuándo construirán aquí una pista
adecuada para jets?
-¿Ya
habías estado antes en Dominica? -preguntó miley mientras se acercaba a coger
el vaso que Grant la ofrecía. Estaba muy sorprendida de que nick no les
hubiese dicho a sus amigos que ella era su esposa.
-Una
vez.
Al
entregarle Grant su bebida, la rodeó con un brazo y después le dio una palmada
en el trasero.
-Por
dar un azote a mi esposa te anotaré en la lista negra de visitantes -bromeó
nick al hacer su entrada.
-¿Tu
esposa? -se asombró Mei Ling-. ¿Cuándo os casasteis?
-Hace
un mes.
Mei
Ling le dirigió a miley una mirada con la que la recorrió de pies a cabeza,
como si buscase una pista que le aclarara el misterio.
-No me
parece la clase de belleza a la que estás acostumbrado.
-Fue
un matrimonio muy súbito -comentó Grant.
-En
realidad, no, pues miley y yo nos conocemos desde hace muchos años.
Después
de eso, los hombres se retiraron para hablar de negocios, y las chicas
entablaron una parodia de charla, pues era obvio que lo único que le interesaba
a la modelo era nick, y miley empezó a sentir una terrible sospecha.
¿Sería Mei Ling la actual compañera de lecho de nick? ¿Pero por qué iba a
estar él obligado a serle fiel si ambos eran conscientes de que su matrimonio
era sólo un pedazo de papel? El dormitorio de él se encontraba en la otra ala
de la casa y sí, lo creía capaz de tal ménage
a trois. ¿El hecho de haber
llevado allí a su amante sería un modo de indicarle a su esposa que él no iba a
esperar de manera indefinida para reanudar su acostumbrado estilo de vida?
-Derriba
unos cuantos muros -opinó Grant con entusiasmo cuando todos se sentaron a
cenar-, y el lugar quedará fabuloso. Sólo tienes que poner una piscina en el
jardín y unas cuantas cabañas en la línea de la playa y... ¡listo!
-¡Qué
horrible! -exclamó miley sin poderlo evitar-. No tus ideas, Grant, sino cambiar
el aspecto de esta encantadora casa antigua. Yo soy una sentimental y odiaría
verla convertida en hotel.
nick levantó una de sus negras cejas, ante el súbito comentario de su esposa.
-No
planeo despojarla de su carácter original.... este lugar es una potencial mina
de oro.
-No te
hace falta.
-Se
nota que no sabes nada de negocios -declaró Grant con una mirada de
entendimiento hacia nick-. Podrías tener una suite para tu propio uso,
aunque no comprendo para qué iba a interesarte antes de que haya aquí algún
club nocturno y otras diversiones adecuadas.
miley asintió pesarosa, aunque sentía sobre ella la penetrante mirada de nick.
Dinero, dinero, dinero... siempre los negocios multimillonarios, y esta casa
era una fuente más de dinero para él.
Después
de cenar, Mei Ling se mantuvo al lado de nick, pendiente de sus palabras,
mientras Grant exponía ante miley el potencial turístico de Dominica, lo cual a
ella le pareció muy deprimente. Cuando levantó la mirada, notó que nick y
Mei Ling salían hacia la terraza y quedaron fuera de su vista, y entonces se
sintió invadida por el miedo.
-Discúlpame
un momento, Grant -dijo-. Hace mucho frío, iré a buscar un chal.
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