nick la despojó de la seda y los encajes del sujetador e
inclinó la cabeza para buscar las rosadas y erectas puntas de sus senos. miley sintió una mezcla de anhelo, desesperación y seducción que la hacía estar a
punto de perder el control. Por fin, dejó de luchar y se apoderó de ella un
deseo que se abrió paso a través de su resistencia. En medio de aquella
tormenta, sólo existían nick y el ardiente deseo que la quemaba hasta la
misma médula de los huesos. Lloró y jadeó sin darse cuenta de la mirada de
dominio y triunfo que él le dirigió al titubear un instante antes de poseerla,
y ni siquiera el dolor evitó la instantánea explosión de placer que la hizo
añicos y la dejó partida en un millar de fragmentos. Después, miley se escondió
bajo las sábanas, incapaz de recoger los incriminantes pedazos de sí misma o de
olvidar lo que su memoria fotográfica había grabado mientras su valor, su
dignidad y su moralidad quedaban destrozados.
Por el ruido del agua, se dio cuenta de que nick estaba en la
ducha. El ruido del agua cesó y entonces esperó a oírlo vestirse, pero no lo
oyó volver al dormitorio, hasta que sintió un espasmo que le produjo uno de los
dedos de nick al acariciar su espalda.
-mileye, ¿acaso tenías la esperanza de que yo volviese?
-¡Te odio! -exclamó.
-Creo que tengo apetito. Cuando termines de ducharte, reúnete
conmigo en la sala -le ordenó.
Él había tomado su virginidad, pero no parecía ni apesadumbrado ni
arrepentido. ¿Y por qué iba a estarlo? Los días en que los hombres respetaban
la virginidad habían pasado hacía mucho tiempo. nick, su esposo... un sonido
mezcla de risilla y sollozo estremeció su tenso cuerpo y ella sepultó el acalorado
rostro entre las almohadas. nick, en quien confiaba... sí, confiaba en él y
lo respetaba y, en un diminuto rincón de su subconsciente, nick aún llevaba
la calidad de héroe al que sólo le faltaba un caballo blanco y un par de botas
de pirata en su inmaculada fantasía infantil.
Él no era su esposo, y ella no se sentía más casada que él. Se
sentía violada, pues la había despojado de toda su intimidad y la había dejado
desnuda y vulnerable. ¿Pero cómo había sucedido eso? Ella no comprendía cómo
era posible que nick la hubiese conducido a tal estado de pasión... pero...
liam era el hombre a quien ella amaba. liam, con su personalidad
transparente y sus anticuados principios. nick tenía una belleza tan
traicionera como la de un glaciar y, a semejanza del hielo, quemaba. ¿Por qué
el amor que sentía por liam no le habría conferido inmunidad?
Ella no era un animal. La copulación de los animales carece de
emoción, más las de los humanos es diferente... pero... ella amaba a liam,
y su lealtad hacia él debió haberla insensibilizado. En vez de ello, había
deseado a nick con tanta fuerza que al final eso era lo único que había
importado.
Tendría
que informar a liam de lo sucedido, y el estómago se le revolvió ante
una perspectiva tan humillante y vergonzosa. Ella siempre se había comportado
bien, aunque debía tener en cuenta que no había tenido tentaciones.
Al levantarse, arregló la cama, a pesar de que estaba segura de
que Thompson adivinaría lo que había pasado. Se metió en la ducha y se bañó a
conciencia para quitarse el aroma y el contacto de nick. Ojalá pudiese lavar
así su mente. Y, si no temiese la reacción de él, se iría de allí.
A punto de entrar en su dormitorio, se quedó rígida, pues la
esperaba una alta, despampanante y elegante pelirroja que la contemplaba con
igual incredulidad.
-¡Cielos! -exclamó la extraña
al dar un paso adelante-. ¿Qué habrá visto él en ti? Eres pequeña y... -aquello
maquillados ojos la recorrieron con la mirada- esquelética. ¿Estás embarazada?
No es que crea que nick pueda ser atrapado con tanta facilidad, pero una
nunca puede saber, -------------------------------------------------
maraton dedicado a jeny
1 comentario:
me encantoooo
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