jueves, 12 de enero de 2012

una proposicion atrevida-cap-28


nick la despojó de la seda y los encajes del sujetador e inclinó la cabeza para buscar las rosadas y erectas puntas de sus senos. miley sintió una mezcla de anhelo, desesperación y seducción que la hacía estar a punto de perder el control. Por fin, dejó de luchar y se apoderó de ella un deseo que se abrió paso a través de su resistencia. En medio de aquella tormenta, sólo existían nick y el ardiente deseo que la quemaba hasta la misma médula de los huesos. Lloró y jadeó sin darse cuenta de la mirada de dominio y triunfo que él le dirigió al titubear un instante antes de poseerla, y ni siquiera el dolor evitó la instantánea explosión de placer que la hizo añicos y la dejó partida en un millar de fragmentos. Después, miley se escondió bajo las sábanas, incapaz de recoger los incriminantes pedazos de sí misma o de olvidar lo que su memoria fotográfica había grabado mientras su valor, su dignidad y su moralidad quedaban destrozados.
Por el ruido del agua, se dio cuenta de que nick estaba en la ducha. El ruido del agua cesó y entonces esperó a oírlo vestirse, pero no lo oyó volver al dormitorio, hasta que sintió un espasmo que le produjo uno de los dedos de nick al acariciar su espalda.
-mileye, ¿acaso tenías la esperanza de que yo volviese?
-¡Te odio! -exclamó.
-Creo que tengo apetito. Cuando termines de ducharte, reúnete conmigo en la sala -le ordenó.
Él había tomado su virginidad, pero no parecía ni apesadumbrado ni arrepentido. ¿Y por qué iba a estarlo? Los días en que los hombres respetaban la virginidad habían pasado hacía mucho tiempo. nick, su esposo... un sonido mezcla de risilla y sollozo estremeció su tenso cuerpo y ella sepultó el acalorado rostro entre las almohadas. nick, en quien confiaba... sí, confiaba en él y lo respetaba y, en un diminuto rincón de su subconsciente, nick aún llevaba la calidad de héroe al que sólo le faltaba un caballo blanco y un par de botas de pirata en su inmaculada fantasía infantil.
Él no era su esposo, y ella no se sentía más casada que él. Se sentía violada, pues la había despojado de toda su intimidad y la había dejado desnuda y vulnerable. ¿Pero cómo había sucedido eso? Ella no comprendía cómo era posible que nick la hubiese conducido a tal estado de pasión... pero... liam era el hombre a quien ella amaba. liam, con su personalidad transparente y sus anticuados principios. nick tenía una belleza tan traicionera como la de un glaciar y, a semejanza del hielo, quemaba. ¿Por qué el amor que sentía por liam no le habría conferido inmunidad?
Ella no era un animal. La copulación de los animales carece de emoción, más las de los humanos es diferente... pero... ella amaba a liam, y su lealtad hacia él debió haberla insensibilizado. En vez de ello, había deseado a nick con tanta fuerza que al final eso era lo único que había importado.
Tendría que informar a liam de lo sucedido, y el estómago se le revolvió ante una perspectiva tan humillante y vergonzosa. Ella siempre se había comportado bien, aunque debía tener en cuenta que no había tenido tentaciones.
Al levantarse, arregló la cama, a pesar de que estaba segura de que Thompson adivinaría lo que había pasado. Se metió en la ducha y se bañó a conciencia para quitarse el aroma y el contacto de nick. Ojalá pudiese lavar así su mente. Y, si no temiese la reacción de él, se iría de allí.
A punto de entrar en su dormitorio, se quedó rígida, pues la esperaba una alta, despampanante y elegante pelirroja que la contemplaba con igual incredulidad.
-¡Cielos! -exclamó la extraña al dar un paso adelante-. ¿Qué habrá visto él en ti? Eres pequeña y... -aquello maquillados ojos la recorrieron con la mirada- esquelética. ¿Estás embarazada? No es que crea que nick pueda ser atrapado con tanta facilidad, pero una nunca puede saber, 
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maraton dedicado a jeny

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encantoooo