viernes, 20 de enero de 2012

una proposicion atrevida-cap-34


-Mira, ricura, yo diría que una de las dos está de sobra aquí -agitó la rubia cabeza-. liam, te buscan.
-¿Es usted hermana de liam? -preguntó miley, a la vez que miraba el vaporoso camisón corto de la mujer, que tenía el aspecto de acabar de levantarse de la cama.
-¡Cielos, eso sí que es gracioso! -exclamó la rubia entre fuertes risotadas. Entonces, tras ella apareció un rostro más familiar.
-¿Quién es, Sue? -preguntó liam molesto, y en su instante vio a miley-. ¿miley? -frunció el ceño y escudriñó a la esbelta y rígida chica-. Casi no te he reconocido -dijo con un tono que era casi de acusación-. ¿Qué haces aquí?
-¡Os dejo solos, querido! -exclamó Sue con una sonrisa de satisfacción.
-¡Dios mío! -exclamó liam al comprender las consecuencias de esa inesperada visita-. No sé qué decir -musitó al desviar la mirada.
-Tú amiga ya lo ha dicho todo -miley sentía un extraño zumbido en los oídos que no la dejaba pensar con claridad, pero alzó la barbilla-. Espero que seas muy feliz... con tu Sue. Pero deberías haberme escrito para comunicarme que tenías a alguien más.
Lo veía diferente, como si el tiempo la hubiese hecho olvidar sus imperfecciones. Con sus tacones altos, ahora ella quedaba a la misma altura que él, pero liam tenía la cabeza baja y no quería mirarla a los ojos, pues no sabía qué decir al haber sido sorprendido en flagrante delito.
-Tengo derecho a mi libertad -dijo bruscamente-. Tú no comprendes. Para un hombre es diferente y, además, nosotros no estamos casados. ¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Esperarte veinte años más? ¿miley? ¡miley!
Pero ella, sorda a las frenéticas llamadas iba hacia el ascensor. Las lágrimas corrían por sus mejillas, pero sobre su semblante tenía un rígido control. Todos los sueños que la habían hecho sentirse feliz durante la larga enfermedad de Hilario le parecían en esos momentos basura. ¿Cuánto tiempo llevaría él solo en ese apartamento? ¿Lo habría compartido alguna vez con su familia? La ironía del caso era que Sue pertenecía a la clase de exuberantes y sensuales mujeres que liam siempre había dicho que no le gustaban. Para colmo, liam se había atrevido a insinuar que, en cierto modo, la culpa también era de ella. A miley le dolía mucho haberse equivocado tanto al juzgarlo... era débil, y ella había creído que él era fuerte... era un hipócrita y un mentiroso, y ella había creído en él. Quizá al conocerla en Ranbury le pareció un excelente proyecto matrimonial. Tal vez ni nick ni Hilario Fletcher habían estado tan equivocados respecto a liam... era posible que liam se le hubiera declarado con el ojo puesto en la herencia. ¿Por qué otro motivo iba a seguir con su correspondencia, la que servía para retener su afecto, si en realidad casi vivía con otra mujer?
Salió al aire fresco. Nunca se puede predecir lo que hará alguien. Podría haberse casado con liam, y no saber nunca que era capaz de un engaño así. nick, en quien ninguna mujer confiaría en su fidelidad, no le habría hecho eso. ¡Cielos, no! nick sería de una franqueza cruel.
Cuando nick se diese por fin cuenta de que liam de verdad existía, sentiría desprecio o, lo que era peor, piedad por ella. No podría decirle la verdad; era demasiado dolorosa. Antes de acostarse juntos, sí... pero... no ahora.
De vuelta en el apartamento, examinó la ropa que nick la había comprado: ropa informal, ropa de noche, atrevida lencería. Todo lo necesario para que un patito feo se convirtiese casi en un cisne. Era un gesto típico de nick, de generosidad casi ofensiva. Entregado con facilidad y recibido con gruñidos y sin agradecimiento. Pero la realidad empezaba a introducirse en los pensamientos de nick. Ella había obligado a nick a ese matrímonio; le debía por lo menos agradecimiento a sus atenciones.
Con la necesidad de escuchar una voz amiga, marcó el número telefónico de Fuzz.
-¿miley? Caray, amiga, ¡qué sorpresa me has dado! Acabo de leerlo en el períódico. ¿Tú y nick Visconti? Casi me caigo desmayada al enterarme. Creía que estabas enamorada de un tipo llamado liam, y de repente me encuentro con que no sólo estoy atrasada un capítulo, ¡sino en el libro completo!
miley ya había olvidado lo difícil que era lograr introducir una palabra en el torrente de su parlanchina amiga.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

estuvo geneal

meeni dijo...

gGGGRRRRR TONTO!!! LIAM!! rr lo odio u.u como le pudo hacer eso a una bella mujer CARAY!!! ggggggggggrrrrrrrr TE RE AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO ME ENCANTO COMO TODOOOO LO QUE HACESS NENAAA TE RE AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO