—Pero,
es sólo por unas
pocas semanas, hasta que la
pongas en su propia habitación, ¿verdad?
—Ah.
Correcto.
—Por
lo tanto, ¿qué tan difícil puede ser?
La mirada en la cara de miley no
tenía precio. Él sabía que
no estaba convencida
de que no sería nada del otro mundo tenerlo en su cama.
Y eso era exactamente con lo que nick
contaba.
Dos semanas más tarde...
—Wah.
Wah. Wah —Pausa—. Waaaaaaaaaaaaaaaaaa.
miley gimió y rodó hacia el borde de la cama.
—Aguanta,
cariño. Ya voy.
nick puso su mano en el hombro.
—No
te muevas. Voy a buscarla. Vuelve a dormir —Murmuró.
—Gracias.
—En el momento estaba fuera de la cama, ella se extendía en el centro de su
colchón y la almohada se enganchó.
Acaparando
la cama.
—Wah.
Wah. Wah.
—Por
Dios, nena. Esos pulmones funcionan bien a las cuatro de la mañana, ¿no?
—murmuró nick, sacando a Eliza fuera de su cuna. Rodeó el cabezal y la sacó
fuera de la habitación.
Abajo,
en la cocina, mantuvo las luces tenues mientras recalentaba el biberón. Eliza
agarrada a su pecho, haciendo sonidos sofocados de enfado. Él la rozó con los
labios en la parte superior de su cabeza, inhalando su dulce aroma de bebe,
meciéndola de ida y vuelta.
—Ya
lo sé. Pobre niña muerta de hambre.
El
temporizador sonó. nick arrancó el biberón de la olla, probó la temperatura,
pasando a Eliza al hueco de su brazo y le metió la tetina en la boca. Ruidosas
y ávidas chupadas se hicieron eco en la casa tranquila mientras se dirigía a la
mecedora en la sala oscura.
Después
de poner la mecedora en movimiento, cerró los ojos. Estaba cansado. La tercera
vez que había estado con su quisquillosa bebé en tantas horas. Por lo general,
él y miley se turnaban, pero las dos últimas noches Eliza no había dormido más
de una hora de media. No ayudaba decía miley, que Eliza no durmiera durante el
día. Ella gritaba como en un asesinato sangriento cuando miley no la cogía,
por lo que miley se había quedado atrás en el trabajo.
Cuando
nick regresaba de un largo día en el rancho, miles le pasaba a Eliza y se colaba
en la oficina por un par de horas. Había caído en el hábito de dormirse cuando
Eliza lo hacía, ya que era su única oportunidad para descansar un poco. ¿Cómo
lo había hecho miley sola durante tres meses?
No
importa. Lo importante era que miles confiaba en él con Eliza. La querida
aceptación inmediata e incondicional de Eliza hacia él fue malditamente
humillante también. Se llenó de orgullo de que tanto madre e hija habían
empezado a confiar en él, a necesitarlo, y le sorprendió lo rápido que, mils y
Eliza habían creado una rutina familiar.
Así
que tan agotador como las últimas dos semanas había demostrado ser, nick no
recordaba haber estado nunca tan contento.
Él
seguro como el infierno que no se acordaba nunca de estar tan caliente.
Maldita
sea. Si no estaba pensando en la fórmula y pañales, o preguntándose como de
fuerte su hija podría aullar, o lo que daría por dormir una noche completa, sus
pensamientos se centraban en sexo. Sexo caliente. Sexo lento. Sexo rápido.
Desagradable, sucio, lascivo. Dulce sexo vainilla. Cualquier tipo de sexo, de
verdad. Había estado por un largo periodo sin él en el pasado. Cuando se cansó
de su propio puño como compañero, él encontraba una mujer dispuesta a rascarle
la picazón. Problema resuelto.
Ahora
el problema era que nick no se podía imaginar teniendo relaciones sexuales con
alguien además de miley. Temeroso de su rechazo, no tenía huevos para dar el
primer paso.
¿Qué
demonios había estado pensando, prometiendo esa mierda de caballero? No quería
ser su maldito "compañero en el cuidado de los hijos", quería ser su
amante. La mujer más sexy del planeta estaba a su lado, a simples pulgadas de
distancia, todas las noches. Calentamiento las sabanas con su calor corporal.
Rodeándolo con su seductor aroma para que no pudiera respirar sin pensar en
ella. Y hacerlo caer en la lujuria total, la distante miley había comenzado...
a acurrucarse contra él mientras dormía.
Oh,
ella no era consciente de que ponía su cuerpo en cuchara con el suyo. No era
consciente de que tarareaba alegremente antes de vagar. Pero él era consciente.
Plenamente consciente. Dolorosamente consciente.
Sin
embargo, nick nunca la tocó. Sus manos le dolían de apretar fuerte los puños.
Algunas noches su polla estaba tan dura que no podía dormir, pero no se pudo
forzar a alejarse. Había cerrado sus ojos y la aspiraba.
En
las raras ocasiones en que Eliza les dejaba descansar por unas horas, nick imaginaba despertar a miley con besos calientes. Quitándole el pijama de
muñecas del que era partidaria. Pasando sus manos a lo largo de su delgada
garganta, entre sus pechos y el vientre, hasta que sus dedos rozaran los rizos
que cubren su sexo.
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ohh soy cruel ahi se las dejo chicas gracias por todos sus comentarios las mega quiero chikis :) besitos chau
Att: Saris
10 comentarios:
Por lo visto, no creo que le dure mucho tiempo lo de "caballero"
ME ECNATÓ!!! SUBE PRONTO =D
aaawww me encanto el capis tenes que seguila
ENSERIO LA VAS A DEJAR AHI?? GRRRR TE VOY A MATAR JAJJA ME ENCANTO SARII, SEGUILA PRONTO NO SEAS CRUEL :( BESITOS ♥
me encanto tienes que seguirla pronto no me mates
por que la dejastes ahii dime me odias noo ahh seguila
ohh loamee seguila prontis pliss seguila ahhhh si aslo
estupendamente geneal ame el cpai estaa genealismoo estupendisisimo
estupendisisimo geneal el capi mejor escritora que tu no hay
ah ahhh geneal tienes que seguirla a como d elugar ehhhh
Sos cruel? De verdad te parece? Hahahaa amiga buen capitulo, continuala :) !
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