Átame a ti - capitulo- 20

Su soñador susurro: "Por favor", en la oscuridad mientras abría sus piernas con su toque. Con su boca ocupada en su cuello, o su lengua degustando sus pezones, sus dedos aumentando el calor y la humedad de su excitación. Se deslizaría dentro y fuera de ese dulce calor, más profundo, más rápido, barriendo con yema de su pulgar sobre su clítoris, construyendo su excitación. Cuando la enviara volando sobre el borde, él atraparía con su boca la de ella y tragaría sus gritos mientras la montaba.

La miraría fijamente a los ojos, empujando su polla en ella, una pulgada en cada momento mientras ella se acercaba. nick se la follaría con minuciosa precisión, manteniéndola tambaleante al borde de otro orgasmo. Ella habría gemido por más; él se lo habría negado, manteniendo su cuerpo atrapado bajo él. Cuando le permitiera llegar al orgasmo, habría gemido su nombre. Habría embestido dentro ella, viniéndose lo suficiente para dejarlos jadeantes, sudorosos, follándola tan completamente que nunca lo confundiría con otro hombre de nuevo.

Insulso, tanto como las fantasías eran, pero malditamente perfecto en su mente.

Miró a Eliza. Ella finalmente colapsó. Le quitó el biberón de leche aflojándolo de su boca y cuidadosamente la recolocó en el hombro. Dos palmaditas en la espalda y eructó.

Con cansancio, nick se levantó de la mecedora y subió las escaleras.

La cama bajó y miley rodó a su lado.

—¿Duerme?

—Síp.

—Eres un buen padre.

—Mmm. Soy bueno en un montón de otras cosas también.

Lo siguiente que supo, fue que las mantas fueron arrojadas y su cuerpo caliente, desnudo se presionaba contra el suyo.

—nick, no creo…

Él hundió sus dientes en la curva de su hombro y su cuerpo se estremeció.

—Entonces no lo hagas. Me estoy muriendo por tocarte, mils.

—Pero, Eliza…

—Está durmiendo. Nosotros no. Tal vez deberíamos tomar ventaja de ese hecho.

Sus manos ásperas se deslizaron de la clavícula hasta la cadera. Su cálida boca dejó un rastro de besos hasta la parte posterior de su cuello y su respiración le agitaba el cabello, haciéndola estremecer. Haciéndole darse cuenta de cuánto tiempo había pasado desde que había sentido este apuro de necesidad.

—Déjame hacerte sentir bien.

—nick…

—Sssshhh —Luego se cambió para que ella se tumbara sobre él. Su espalda pegada a su inmenso pecho. Sus piernas estiradas por encima de él, el pelo grueso y la áspera piel de sus muslos le hacían cosquillas en la parte posterior de sus rodillas. Tenía los brazos estirados por encima de su cabeza. Él había situado su pene erecto en la grieta de su culo, a lo largo entre las mejillas de su trasero. Una risa baja y sexy quemando su oreja—. Un poco como un perro caliente enterrado en un bollo, ¿eh?

Ella se quejó en voz baja a su extraña sonora observación y renunció a cualquier pretensión de la resistencia. Sus manos callosas rastreaban sus brazos desde sus muñecas, pasando por sus codos, sobre sus bíceps hasta que sus manos ahuecaron sus grandes pechos. Él pulsaba sus pezones con las yemas de los pulgares mientras besaba la pendiente de su hombro.

—Me encantan tus tetas. Tan suaves y redondas. Perfectas para mis manos y boca. Para enterrar mi cara. Chupándolas durante horas hasta que llegues.

miley volvió la cabeza para tratar de besarlo.

—Ah-ah-ah — nick aplanó sus manos y las arrastró oh-tan-lentamente por su vientre hasta las caderas. Los dos primeros dedos de su mano derecha abrieron sus rizos, y se deslizó hacia abajo en su raja para sumergirse dentro de su sexo.

Ella siseó.

La acarició varias veces, cada uno empujando más profundo, cada embestida omitiendo su clítoris.

—Tócame.

—Lo hago —Chupó un sitio detrás de la oreja haciendo que su cabeza diera vueltas—. Tal vez deberías recordar exactamente donde quieres que te toque. —nick alcanzó su brazo derecho, colocando su mano sobre la palma de su mano, deslizando sus manos unidas por el torso para descansar en la parte superior de su hueso púbico —. Muéstrame.

miley empujó los dedos unidos dentro de su coño, bombeando dentro y fuera, cubriendo los cuatro dígitos con su humedad.

—Tú haces eso —dijo ella, dejando sus dedos. Deslizó su mano hacia arriba, colocando su dedo medio en su clítoris, frotando en círculos, asegurándose de que él podía sentir cada movimiento—. Mientras hago esto —miley no recordaba haber sido nunca tan audaz. Tan descarada. Tan confiada con su sexualidad.

nick creó un ritmo, estableciéndolo un cosquilleo por todo su cuerpo de anticipación. Luego inclinó ligeramente la pelvis y su pene se deslizó en su raja mientras follaba su coño con los dedos.

—Oh. Se siente... bueno. Muy bueno —Ella frotó su dedo más rápido sobre su congestionado nudo. El sudor hizo resbaladizos sus cuerpos. La sala se llenó con los sonidos de la piel raspando el tejido, la respiración pesada, y un leve chirrido del bastidor de la cama.

—Aprieta tus mejillas —La barba de nick raspaba sobre el cuello arqueado mientras conducía sus dedos más profundamente y rodaba las caderas—. Vamos, cariño, empuja hacia abajo. Apriétame duro.

Sus músculos internos sujetaban alrededor de sus dedos cuando empujaba. Las mejillas de su culo apretaban alrededor de su pene desencadenando una reacción en cadena orgásmica, viajando desde su coño hasta la parte superior de la raja de su culo y ella gimió,

—Sí, así. Por favor, más profundo.

La punta de su polla se sacudió, cubriendo la parte baja de la espalda con el calor pegajoso y juró por los codos en su oído.

Ella le echó el brazo sobre los ojos, meciéndose en él, reduciendo las caricias en su clítoris para prolongar el momento. La explosión de placer rugió en su cabeza, bloqueando todo sonido, pero sus jadeos tartamudeaban de felicidad orgásmica.

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bueno un mini maraton de esta nove se los debia, espero que les guste chicas y gracias por todos sus comentarios las mega quiero maraton dedicado a mi baby meni :)