una proposicion atrevida-cap-25

-Te juro que no fui yo quien avisó a los periódicos -murmuró al seguir a nick hacia la sala-. Si quieres, juraré sobre una Biblia. Ni siquiera a Maite le dije que era contigo con quien me iba a casar, sino que la dejé creer que sería con otra persona.

Sin hacerle caso, nick se sirvió whisky en un vaso.

-Ahora mismo me iré de aquí -aseguró miley, lo que hizo que nick se volviera hacia ella.

-¿Y a dónde irías? ¿Con liam? ¡Olvídalo, no te permitiré irte a refugiar en los brazos de otro el día que te casas conmigo! En lo que a todos concierne, tú eres ahora mi esposa.

-Pero nosotros sabemos que eso no es cierto. La anulación sería muy fácil de obtener.

-¿Anulación? ¿Para que yo haga todavía más el ridículo?

-Pensé que...

-De ninguna manera, miley. Y si llego a averiguar que me tendiste una trampa...

-¿Una trampa? -preguntó ella con incredulidad.

nick la contempló con dureza.

-Vete a tu habitación. Thompson te llevará allí la cena. Yo tengo que hacer algunas llamadas telefónicas muy importantes.

miley se sintió muy indignada al ser enviada a su habitación como una niña traviesa, no obstante obedeció para evitarse mayores problemas, y antes de llegar a su dormitorio, fue interceptada por Thompson.

-Señora, el resto de su ropa ha llegado. Me he tomado la libertad de colocarla en su lugar.

¿De qué ropa hablaría el hombre?

-Señora Visconti, ¿desea que contrate una doncella para usted?

miley sorprendió una sonrisa en las facciones del mayordomo.

Maldición, había logrado sorprenderla.

-Permítame, felici...

-Oh, no... por favor no vaya a decirle a nick que lo sabe. Sería la última gota... -dijo miley, y huyó a toda prisa, antes de que hubiese más preguntas. Al encontrarse en su habitación, llamó al número de información telefónica y averiguó el de la única amiga que tenía en Londres: Fuzz, quien había sido condiscípula de ella y que era modelo. Tenía su propio apartamento y en repetidas ocasiones había mencionado que disponía de un dormitorio extra, el cual le pareció de súbito muy atractivo a miley. El número de Fuzz estaba comunicando, así que miley fue a sacar mientras tanto una maleta del fondo del armario.

-Te advierto -indicó una grave voz desde el umbral de la puerta -que si lo que tratas de hacer es irte, te encontraré en dondequiera que vayas -él ya se había despojado de su elegante traje y llevaba unos descoloridos y apretados vaqueros-. Pareces preocupada, miley. ¿Será que tus pecados pasados y presentes te angustian? Ya obtuve la comunicación con Pretoria y...

-¿Pretoria? -preguntó miley con asombro-. ¿De qué hablas?

-Con razón preparabas la huida... ¡Y deja de poner cara de inocente! No querías estar presente cuando estallara la bomba, ¿verdad? Me imagino que después sólo te pondrías en contacto conmigo a través de tu abogado para pedirme el divorcio. O tal vez planearas volver conmigo y sacar así una parte mayor. ¿Tan obsesionada estás conmigo? ¿Creías que algún día te perdonaría?

-¿De qué me acusas? -preguntó ella, al borde de la histeria.

-¿Estás enamorada de mí? ¿Se debe a eso tu comportamiento?

¿Habría tomado nick alcohol o algún otro tipo de droga?, pensó miley al no comprender nada.

-¿Amarte? Por supuesto que no -él se acercó a ella-. ¡Si llegas a poner un solo dedo sobre mí, gritaré!

-Quizá te amordace.

-¡nick!

-¿O deberé atarte? -preguntó él imperturbable-. Aunque debo felicitarte por la ingenua simplicidad de tu plan. En toda mi larga experiencia, ésta es la primera vez que me encuentro con una mujer que no se vale del atractivo del sexo o la inteligencia, sino de un aspecto lastimero. Pues lo siento, miley. Tu aspecto está muy lejos de ser patético en este momento -declaró con énfasis-. Llama a liam.