-Ya
es tarde para volverse atrás. No creo necesario recordarte que no fue idea mía,
yo no te invité a entrar en mi vida; por lo tanto, no me importa si estás de
acuerdo o no con lo que encuentres. Como antes dijiste, ya no eres una niña,
pero te prefería de ese modo antes que a la mujer en que te has convertido.
miley,
quien sentía que cada palabra de nick era un golpe más para ella, se puso de
pie e hizo un súbito y silencioso ademán de desesperación con las manos.
-Yo
no sabía nada. ¿Qué tengo que hacer para convencerte?
-Voy
a salir -expresó nick mientras se encaminaba hacia la escalera-. A
propósito... -se detuvo un momento, y en ese momento la luz dio sobre su cuerpo
y le proporcionó una apariencia dorada e intocable, cuya fría belleza contempló
miley con un temor que no pudo disimular- le ordené a Thompson que llevara tu
ropa a mi habitación. De ahora en adelante, ahí es donde dormirás.
-¡No
quiero!
-No
te he preguntado tu opinión; y si no te encuentras ahí cuando vuelva a casa, yo
mismo te llevaré. Una escena a medianoche no sería muy digna y, además,
acabaría con mi paciencia.
-¡Eres
un cerdo! -exclamó miley con furia, y él la miró burlón.
-¿Valió
la pena lo que hiciste? ¿Han salido las cosas tal y como imaginabas o demasiado
reales? Yo no soy adecto a las ilusiones, así que no esperes que me disculpe
por acabar con las tuyas.
miley deseó poderle dirigir una mirada tan carente de emoción como la de él...
pero... ella no era así, y el haber hecho el amor había forjado lazos tanto
inexplicables como insuprimibles. Aun cuando su mente le decía que no debería
importarle lo que él hiciera, su instinto femenino, le hacía preguntarse a
dónde iría, a quién vería y por qué la humillaría tanto esa noche en especial.
Recordó entonces el comentario de Lucia ante la sorpresa del matrimonio de
nick y se estremeció. Tantos años transcurridos y aún no había dejado de
pensar en él. Los amoríos de nick siempre duraban muy poco, porque se
aburría con mucha rapidez y facilidad. Así que, ¿cuánto iría a durar este
matrimonio? ¿Una o dos semanas? Mas ese no era un matrimonio, sino un acto de
venganza. Si ella alguna vez había soñado con que nick le hiciera el amor,
nunca se imaginó que fuese de una forma tan cruel y despiadada...
y... la terrible
ironía era que él pensaba que le había dado lo que ella quería. La creía
enamorada de él, lo que le fue confirmado por su comportamiento en la cama. Su
quebrantado orgullo, o lo que le restaba de él, quedó hecho jirones al
comprender lo que pensaría nick de ella.
Era
cierto que a ella le había costado tiempo y esfuerzo vencer su infantil
enamoramiento, pero eso no tenía nada de raro ya que como jovencita se le negó
la oportunidad de relacionarse con otras personas de su edad para contar con la
necesaria vida social para que sus fantasías se esfumasen. El orgullo y el
sentido común la habían obligado por fin a racionalizar sus propias
emociones... pero... durante los tres últimos años nick se mantuvo alejado
de ella y no sabía cómo eran sus pensamientos. Él creía que aún era la tonta y pequeña
miley que se ruborizaba como una amapola cada vez que él le hablaba y hacía
estupi*deces, como correr a recibirlo cada vez que llegaba a Ranbury, inocente
por completo de la transparencia de sentimientos para la experiencia de
nick. Con razón siempre había sido tan amable, ¡debió haber sentido infinita
lástima por ella!
Thompson,
quien estaba arreglando la cama de la habitación de ella, le sonrió al verla en
el umbral de la puerta.
-¿Se
le ofrece alguna otra cosa, señora?
miley negó con la cabeza y continuó su camino hacia el dormitorio de nick. La négligé que se encontraba sobre la cama,
le pareció un aviso de su condena a muerte. Abrió una de las puertas del
armario y se sorprendió mucho al encontrar una gran variedad de ropa femenina,
pues nada de eso era suyo... muy enfadada, cerró la puerta de golpe. ¡Se notaba
que la última ocupante tenía demasiada prisa de irse! Debió de haberse llevado
un sustancial cheque que la compensara por la pérdida de su vestuario.
miley entró en el cuarto de baño para lavarse los dientes y vio que la habitación
estaba provista de jacuzzi y muchos espejos. Al terminar,
apagó la luz, se dirigió al dormitorio y se metió en la cama.
¡Una cama
de agua! Bueno, ¿pero qué esperaba? La gente no suele divertirse en camas de clavos
como las de los faquires. Los ojos se le llenaron de lágrimas, ¿pero qué
sentido tenía que pensara en .....
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Buneo capis dedicados a mi hermanita perdida sii VOLVIO agus al fin niña uuff haha te quiero muchoo y te extrañle millonesiimas enceiro aww ggrr espero que te guste y gracias por sus comentarios
2 comentarios:
me super duper encanto el capis esta genial la nove..
me encantooooooo te re amoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo mi niñaa hermosooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
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