miércoles, 8 de agosto de 2012

The Bodyguard- Capitulo 27


—¡Qué demonios pasa aquí? ¿Y quiénes son ustedes? ¿Y dónde está
Windstone? ¿Y qué hacen en mi casa? —todo esto salió a borbotones
de su boca y bastante fuerte, por cierto, Miley mismo se
sorprendió, vaya, muchas cosas estaban cambiando en ella.
El modelo de portada se puso de pie. Se adelantó hacia ella con la
mano extendida y le dijo:
—Myles, señorita James, soy Vincent Myles, y él es mi compañero
Will Ruppert, somos sus guardaespaldas. 
Mientras ella extendía inconscientemente su mano, el modelo, se la
estrechó, sin dejar de hablar.
—Nick Windstone la dejó a cargo de su hermano Joe , nuestro jefe
su seguridad, el señor Windstone, Joe , vendrá en cualquier
momento; y se nos dijo que no podía salir del departamento así que
como estaríamos mucho tiempo, decidimos ponernos cómodos, por
eso Ruppert investigó y buscó algunas almohadas, no tiene sillones
así que las sacamos… 
Miley dejó de oírlo, el maldito se había ido, ¿la había derivado a su
hermano? ¡Por qué le sorprendía! Todos los hombres son iguales, una 

vez que tienen sexo, se borran, se van. ¡Se había ido! ¿Cómo que se
había ido? ¿Cuándo? ¿Anoche? ¿Hoy temprano? ¿Ayer apenas la
dejó? Miley sintió que le faltaba el aire, y de alguna manera su
súbita palidez fue advertida por Myles y Ruppert que como un solo
hombre se dirigieron a sostenerla.
Miley no podía creerlo. Esos dos hombres la habían levantado en el
aire y la habían colocado en una silla. Uno de ellos había ido hasta el
barcito en el cuarto y le trajo un vaso, en su estado de estupor
Miley tomó un largo trago, que la hizo ahogarse y escupir, su cara
tomó un furioso tono rojo, y uno de los hombres golpeó su espalda de
manera que la llevó hacia delante. No cayó al suelo porque el otro
hombre la sostuvo.
Después de toser tratando de recuperar al menos su dignidad,
Miley los alejó mirándolos, furiosa.
—¡Un momento! ¡Déjenme ya! —su voz se elevó en un grito. Los
hombres la miraban consternados, parecían no poder explicarse que
había pasado desde que ella había aparecido.
Pero Miley también estaba consternada, jamás en su vida había
gritado a nadie, y ahora lo había hecho, dos veces, ¡dos y a
completos desconocidos!
—Lo siento señorita James, disculpe, no quise golpearla solo…
Miley lo detuvo con una mano.
—Espere. Y usted también —le dijo al otro hombre que hizo un
amague de disculpa.
—Esperen. Esperen aquí.
Miley se dio media vuelta, entró a su cuarto y se puso a llorar.
Los hombres la oían desde afuera y se miraban preocupados. Unos
cuantos minutos después el llanto se convirtió en sollozos, y un buen
rato más tarde, ya no sintieron nada. 

Los hombres se quedaron sentados a la mesa del comedor.
Esperaban verla aparecer. Cuando no lo hizo supusieron que se
habría dormido
A la hora del almuerzo, hicieron suficiente ruido como para
despertarla. Una hora. Dos horas. Tres horas más tarde ya no sabían
que hacer. 
—¿Crees que deberíamos llamar a Joe? —Preguntó Myles
—No lo sé. 
—¿Y si nos cercioramos que está bien? ¿Qué crees que la puso mal?
—Ni idea. No creo que porque le desacomodamos las almohadas haya
hecho este escándalo ¿no te parece? — la voz de Ruppert transmitía
todo su desconcierto. 
—No. No lo creo. ¿Pero si no fue eso, qué fue?
—Cerciorémonos de que está bien, y luego hablamos con Joe—
Rupper se levantó y se dirigió hacia la puerta del dormitorio de
Miley. Se paró frente a ella, y golpeó, suavemente.
—¿Señorita James? —Nadie le contestó—. ¿Señorita James? ¿Está
usted bien?
Esta vez golpeó un poco más fuerte. Elevando decididamente el tono
de voz.
—¿Señorita Miley?

5 comentarios:

Maryorit Emily dijo...

saris!
me encanto este cap
me iso reir :D
sigelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

beln_de_jonas dijo...

HAHAHA SIGUELA SIGUELA SIGUELA HERMOSOO

katherine dijo...

creo que me da un aro siguela prntoo

katherine dijo...

creo que me da un aro siguela prntoo

eliz_cyrus_miller_jonas dijo...

ahh siguelaaa