Era como tener la snitch en la punta de los dedos, y la muy
escurridiza se les había escapado segundos antes de cerrar la mano. Los Cyrus
estaban devastados cuando llegaron a la cocina de la madriguera, luego de su
visita a los Longbottom. Miley era la más afectada. Parecía que un troll le
hubiera dado con un palo en la cabeza. Estaba aturdida y no escuchaba a sus
hermanos. Como un animal de costumbres, puso la tetera al fuego para tomar un
té. Perdida en su mundo interior, trataba de buscar la forma de encontrar tanta
cantidad de dinero, pero no podía encontrarla. Una mano femenina pasó por
delante de su cara y la hizo volver a la realidad. Demi, la miraba preocupada.
Había visto una esperanzada Miley, ir a la casa de su amigo, y ahora la
castaña estaba como dos metros bajo tierra, de lo decaída que se mostraba. Demile
apoyó una mano en el hombro y le sonrió. Ella sólo la miró, no entendiendo el
gesto de su amiga. Demi, hizo una mueca parecida a una sonrisa y fue hacia la
alacena para preparar las tazas. Los otros Cyrus, se sentaron a la mesa,
esperando que alguien los sacuda de semejante desilusión. Pero nadie hablaba.
Hasta que el pitido de la tetera, anunciando que el agua estaba hirviendo, los
sobresaltó. Se miraron unos a los otros, y bajaron la mirada.
- ¿Quieres acompañar el té con algunos bollos Joe? – Preguntó Demi.
El pelirnegro negó con la cabeza.- Te hará bien comer algo…
- Dems , realmente no me pasaría ni un bocado.- Miró a sus
hermanos – estoy seguro que podremos encontrar algo qué hacer. ¿Podríamos
juntar ese dinero, no?
- Si… - dijo Charlie – En diez vidas… – Y sonrió amargado.
- Fred y George… - dijo Miley – Tal vez ustedes… tienen la tienda
y les va bien!!
- Miley – dijo Fred – hemos descuidado el negocio… tenemos muchos
compromisos que asumir… ya no creamos muchos trucos ni bromas… la gente ya no
cae con lo mismo.
- Pero aun así…
- Tenemos deudas – dijo George – Alguien ha ofrecido comprarnos
parte de la tienda, e invertir… por supuesto que si por nosotros fuera,
daríamos el dinero… pero casi todo se irá para el banco… tu sabes, saldamos
giros en descubierto. A pesar de eso, no llegamos ni al 10 de lo que
necesitamos.
- Entiendo – se sentó en la silla – Tal vez si pedimos un préstamo
al banco…
- Miley – dijo Bill – Esos duendes no te darán un crédito, si no
tienes una garantía… ¿qué darás, esta casa? - la miró – no nos darán ni mil
galeones…
- Pero algo podemos hacer… todos trabajamos… podríamos pagar en
cuotas…
- Y dime Miley ¿de qué viviremos? Cómo harás para mantener la
casa, si lo poco que ganamos todos, no alcanzaría para pagar una cuota…
- Si, pero podríamos sacrificarnos… ¡Bill tu trabajas en el
banco!!
- Miley – dijo Bill – te olvidas que Fleur y yo tendremos un bebé.
y que… yo no sabía que esto pasaría – golpeó la mesa, con rabia – pedí un
préstamo para ampliar la casa…
- ¡Podríamos vender… digo algo podemos hacer¡Vamos, somos Cyrus¡Tenemos
que hacer algo por nuestros padres!!
- No se me ocurre nada… no tenemos nada que poder vender
fácilmente… - dijo Joe tomándose la cara. Demi, se sentó a su lado y lo abrazó
– odio ser pobre…
- Joe , cariño… no te pongas mal.
- Demi, no sirvo para nada… mi trabajo en el Ministerio es una
porquería. yo… ni siquiera sé que estás haciendo conm…
- ¿Por qué tenías que pedir ese préstamo, eh? – gritó Miley
enojada – ¡Es por esa Flegggrrr!! – Bill la miró enojado- Dándose aires de
millonaria… ¿sabe que se casó contigo?
- ¡Yo tengo una vida Miley¡Mi esposa tendrá un bebé y tengo
derecho a darle algo que se merece!!
- ¡Claro! y ustedes… - volcando su rabia a los gemelos - por andar
de farra, han despilfarrado su dinero…
- ¡Acaso estás desquiciada!! Creo que Luna tenía razón¡te
tendríamos que internar por loca!!
- ¿Si, Miley, por qué no le pides el dinero a tu hermoso
noviecito¡A fin de cuentas, por su padre, los nuestros están como están!!
- ¡Cállate Joe! – chilló Miley, levantando la varita
amenazadoramente – Sabes que Liam perdió todo su dinero a causa de sus padres.
Sólo le queda la casa…
- ¿Por qué no la vende, si tanto te ama? – bufó Joe– ¿o sólo lo
dice de la boca para afuera?
- ¡No te lo permito¡No dudo que Liam vendiera su casa para
ayudarme¡No la puede vender, porque sus padres hicieron un hechizo para que no
pueda deshacerse de ella¡Sabían que era lo primero que haría Liam cuando tomara
posesión de esa casa!!
- Si, claro… ¿qué conveniente, no?
- ¡BASTA!! – gritó Demiy todos la miraron. La chica estaba roja,
con lágrimas en los ojos a punto de salir, y sus cabellos se habían levantado
de lo furiosa que estaba – ¿acaso se van a matar entre ustedes¡En estos
momentos, de nada sirve que se estén reprochando actitudes pasadas!! Deben
estar unidos, y tratar de encontrar una solución…
- ¡Demi! – dijo Bill – nuestra solución cuesta treinta mil
galeones… ¿de dónde crees que los sacaríamos?
- ¡No se¡Pero peleándose entre ustedes, les digo que tampoco los
conseguirán!!
- Tienes razón Demi– dijo Joe – Lo siento…
- Yo también – dijeron los demás. Miley aun estaba en silencio.
- Miley – su hermano Bill se acercó – Ya verás, encontraremos una
solución.- Demise fue hacia la mesada de la cocina y se dispuso a ordenar un
poco. Los demás continuaron sentados en sus sillas.
- Lo siento. Es que… por un momento contemplé la posibilidad de
ver a mamá y papá sentados aquí con nosotros como antes… - se abrazó a su
hermano mayor y lloró. Fueron muchas desilusiones ese día. Primero despertarse
sabiendo que Liam estaba enfadado con ella, luego esa luz en la oscuridad, y
ahora de nuevo la desazón de no poder hacer nada por sus padres. De pronto Demipegó
un grito. Un grito acompañado de un nombre.
- ¡Nick!! – todos la miraron sin entender. Ella los miró sonriendo
y luego levantó el diario El Profeta, mostrándoles la foto de su amigo.
- Demi… ¿qué dices? – dijo Joe levantándose.
- ¡Nick!! El podría ayudarnos…- suspiró y buscó en el diario –
¡Miren, aquí dice que tiene quince cámaras repletas de oro!!
- ¡Ni lo sueñes! – dijo Miley seria – Estamos desesperados, pero
no para buscar a ese idiota, y pedirle un favor…
- ¡Miley! – dijo Demi– ¿qué posibilidades tienes de tener un amigo
tan rico?
- Ninguna Demi. – dijo Joe apagado – si no lo recuerdas…
abandonamos a Nick – miraron a Miley.
- Pero deberíamos ir y hablar con él – dijo Demientusiasmada –
Estoy seguro de que no se negará…
- Estamos hablando de ese infeliz… - dijo Miley con rencor –
Cualquier cosa es posible.
- Cállate Miley – dijo Joe levantándose de golpe – ¿Nada perdemos
con probar, no?
- Pues yo no iré a pedirle de rodillas, porque de seguro ese nos
hará humillar por el dinero…
- Nick no es así…
- ¡Pues tampoco sabíamos que era asesino!!
- ¡El no tuvo la culpa de lo que les pasó a nuestros padres!! –
dijo Charlie – ¿Madura niña, si?
- ¡No me dirás que madure¡Odio a ese infeliz y no quiero deberle
nada!!
- Tan egoísta eres que no piensas en nuestros padres? – Miley se
calló. – Bien quién irá? – dijo Bill.
- Bueno… yo estoy dispuesta a ir – dijo Demidecidida.
- No Demi– le contestó Joe – Yo iré. Lo usual sería que un miembro
de la familia vaya… si, iré mañana y hablaré con él… no creo que se niegue. – Miley
se levantó de golpe y tomó su abrigo.
- Bien, bien… ¿Eso es lo que ustedes decidieron? – todos
asintieron – ¡hagan lo que les parezca, pero no cuenten con mi apoyo! antes de
pedirle algo a ese imbécil, me mato… - y salió sin decir mas
- No se preocupen… - dijo Demi– ya se le pasará. Ahora debemos
buscar las palabras adecuadas para hablar con Nick…
Sabía que no se encontraría en su casa, así que se fue
directamente a su oficina. Liam trabajaba en una empresa de bienes raíces
muggle, que tenía algunos negocios con el mundo mágico. Cuando llegó a la
recepción, una bonita secretaria, la miró y con una sonrisa en los labios, le
explicó a qué piso debía ir. Era la primera vez que lo visitaba en su trabajo.
No le gustaba molestarlo… Pero esa ocasión lo ameritaba. Sus hermanos se habían
complotado para pedirle ayuda a ese infeliz, sin tener en cuenta el dolor y el
odio que Nick Jonas causaba en su hermana. Subió al ascensor y a los pocos
minutos llegó al noveno piso. La estancia era bastante acogedora. Se acercó a
una de las tantas secretarias.
- Buenos días señorita – dijo Miley – podría decirme cuál es la
oficina del señor Liam Malfoy? –
- Es la última de la derecha – Miley le agradeció y se encaminó
hacia el lugar. Al llegar, otra secretaria un tanto más bonita, la miró
expectante. Ella se había quedado bloqueada… Liam le había dicho que su
secretaria era una mujer insulsa y de mucha edad.
- Buenos días, señorita en qué puedo ayudarla? – dijo la chica.
- Buenos días, estoy buscando al señor Malfoy…
- Tiene cita?
- No… creo que su novia no necesita cita… - dijo de manera
cortante. La muchacha la miró.
- Perdón señorita… entiendo que usted, es la novia del señor
Malfoy, y por supuesto no necesita cita. sólo le pregunto porque…
- Mira – suspiró – lo siento, no es un buen día para mi, sabes? No
tengo cita…
- Eso explica… -ella la miró sin entender – el señor Hemsworthno
se encuentra… Y – miró al reloj – dudo que pueda verlo hasta dentro de dos
semanas – Miley se puso pálida de repente.
- Qué?
- Verá usted… señorita…
- Cyrus.
- Si, señorita Cyrus – sonrió – al señor Bradsford, presidente de
la compañía, le urgía hacer una investigación sobre unos terrenos en donde
construirán un resort… y bueno, el único disponible era el señor Malfoy…
- Pero él no me dijo nada – dijo con voz apagada.
- porque ha sido un viaje arreglado hace una hora. El señor Hemsworthcasi
se fue con lo puesto, y en el avión particular del señor Bradsford. Lo siento.
Si llama¿quiere que le de algún mensaje?
- No… gracias. Buenos días.
- Adiós – dijo la secretaria y retomó sus tareas. Se sintió
estupida… su novio, se había marchado y no se había molestado en despedirse.
Dos semanas, tardarían en verse… Se sintió vacía y sola, por primera vez en su
vida.
---
La mañana en que tendría que ver a su antiguo amigo, no comenzó
bien para Joe Cyrus. Al llegar a la mesa de la cocina, se topó con unos ojos
azzules, que lo fulminaban de odio. Eran los de su hermana. Y luego al querer
ver otros ojos azules, esos que complementaban la belleza del rostro de su
mujer, se encontró con una mirada de reproche, y esto le hizo preguntarse "Y ahora que hice?" Se sentó en la silla lejos de su
hermana y decidió desayunar en silencio. Miley no tenía intención de hablar con
ese "traidor". Desayunó en silencio y sin más, salió de la cocina,
subió las escaleras y se metió en su habitación dando un portazo. Joe bufó… la
castaña era tan terca como él. Miró a su Demi, que aún no le dirigía la
palabra, pero que lo miraba de arriba a abajo. Terminó de tomar el último sorbo
de té, y volvió a mirarla.
- Me vas a decir por qué estás enfadada?
- ¿Irás vestido así? – él miró su vestuario. Tenía puesto unos
jeans desgastados y una remera roja debajo de una camisa a cuadros. No llevaba
zapatos, tenía puestas unas zapatillas.
- ¿Demi, quieres que me ponga la túnica de gala? – preguntó
torciendo los ojos – ¡así estoy bien!
- Deberías ponerte el traje muggle que te dejé en la silla, cerca
de…
- ¡No me pondré ese traje!! – bufó – lo mejor será ir como soy…
sin ningún disfraz. Tengo que hablar con Nick, no con la Reina de Inglaterra.
- Para algunos, es lo mismo… – dijo ella.
- Para ti, quizás…
- ¿Qué quieres decir?
- Que parece que te arrepientes… – y entendió que eso lo dijo en
voz alta, porque su novia lo miró con rabia.
- ¿Qué insinúas? – él no dijo nada. La muchacha se acercó
amenazadoramente – ¡Ya lo soltaste, termina tu frase!!- El se levantó.
- Parece que te diste cuenta, cuál de los dos vale la pena¿no? –
la miró triste. Demise acercó, y seria, le dió un tremendo bofetón. El rostro
de Joe enseguida se tiño de rojo.- ¡Eso dolió!!
- ¿En verdad? – él asintió – ¡me alegro¡Nunca más vuelvas a decir
eso Joe Cyrus¡Yo no me arrepiento de nada¡elegir a alguno de ustedes, estaba
fuera de mi mente¡Siempre fuiste tú!! Nick es como mi hermano, nunca pude verlo
con otros ojos. Pero tu… eres un necio, insensible y mejor vete, porque te juro
que si te sigo viendo esa cara de idiota de la cual me enamoré, saco la varita
y te dejo… - la chica le dio un beso corto y se perdió en las escaleras.
- Definitivamente Joe Cyrus, tienes un don especial para regarla!!
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Nick bajó de su BMW M3, color plata, y se encaminó hacia el
elevador. Saludó a los que estaban dentro y, sin decir más, se hundió en su
agenda electrónica, tratando de saber qué tenía planificado para la jornada. "El mismo aburrido y rutinario
día de siempre…" suspiró.
Anoche había estado con Nicole… sólo un rato porque ella ya lo asqueaba. Se
convenció que debía encontrarse otra amante. Una que al menos lo hiciera sentir
que el desvestirse y follarla valía la pena… Pero con Nicole, ni eso sentía. Su
teléfono móvil sonó. Tenía el auricular de manos libres en su oreja. Era Remus…
tenía un problema con Tonks y no llegaría a la oficina hoy. Nick bufó, y cortó
el teléfono sin decir nada. Estaba llegando a su oficina. Sin Remus, el día
sería agotador… al menos no tendría tiempo para pensar en nada, ni en nadie. La
puerta del elevador se abrió y se encontró de frente con su secretaria. Ella
mostró una gran sonrisa, el sólo la miró y le pidió el periódico brúscamente.
- Buenos días señor Jonas! – dijo ella.
- Algún mensaje, Rowling? – preguntó si responder al saludo.
- Si, llamó el señor Bradsford… su empleado ya está en la
locación, tomando las muestras del suelo para comenzar la obra.
- Bien - dijo desganado.
- El señor Lupin también llamó…
- El ya lo hizo a mi teléfono, sé que no vendrá a trabajar. ¿Algo
más?
- Si, la señorita Anderson…
- Borra ese mensaje… y por última vez… –la miró dúramente – ¡No
vuelvas a darme mensajes de esa mujer! sabes que no quiero…- se paró en seco.
Al llegar a su oficina, vió algo que lo conmocionó. Sentado en la sala de
espera cerca del escritorio de su secretaria, se encontraba la persona que
nunca pensó que iba a encontrar ahí. Por un momento sintió una alegría
indescriptible al verlo… pero rápidamente, volvió al semblante sombrío y
carente de sentimientos.
- Ah… - dijo la secretaria – el señor… Creo que dijo Joe Cyrus, ha
estado esperándolo más de una hora. Dice que necesita hablar con usted…
- Bien…- se acercó lentamente. Joe distraído, no supo de la
presencia de su amigo, hasta que no estuvo a mas de tres metros y escuchó la
voz de la secretaria. El pelinegro se levantó de golpe y puso sus manos al
costado del cuerpo. Hacía cuatro años que no se veían, y no tenía idea de cómo
reaccionar ante él. ¿Qué debía hacer… darle la mano¿Abrazarlo? Afortunadamente
para él, Nick fue el que habló primero – ¡Vaya, Vaya¡Si no lo veo no lo creo!!
– rió malignamente – ¿qué te trae por aquí… Cyrus? – Joe lo miró. Ni un hola,
ni un cómo estás… ese no parecía su amigo. – Me perdonarás que no te salude
efusivamente… - lo miró con rabia – Si mal no recuerdo, ustedes no me
despidieron afectuosamente…
- Nick…
- ¿A qué has venido? – dijo en una voz gélida.
- Necesito hablar contigo… es algo importante.
- Importante… ¿tu, Joe Cyrus hablando de algo importante? – sonrió
burlón – ¿es algo sobre Quidditch? – siguió su camino hacia la oficina. Joe se
había quedado sorprendido de ver la actitud del otro joven. El se detuvo en la
puerta y lo miró – ¿quieres que te levante y te traiga en mis brazos? Vamos,
sólo te daré diez minutos de mi tiempo. A diferencia de otros, yo tengo el día
bastante ocupado – "Bien, pensó Joe, esto no será para nada fácil". Y
sin ninguna gana, comenzó a caminar hacia lo que imaginaba sería su tortura.
- Nick… – dijo una vez adentro de la amplia y confortable oficina
– Sé que no nos hemos portado contigo como se merece…
- Ah… el arrepentimiento – dijo sarcásticamente – no sé por qué me
parece que no vienes precisamente a pedir perdón, ni estás arrepentido de
culparme por lo que según ustedes, les hice a sus padres – Dijo sentándose en
su sillón- Siéntate… ¿quieres algo de beber? – Joe se negó – ¿A qué has venido?
no creo que hayas llegado hasta aquí, sólo para decirme esas tonterías… y mucho
menos pensaras que voy a creérmelas. -lo miró – ¿te casaste?
- No… - lo miró – Demiy yo vivimos juntos, en la madriguera.
- Los demás…
- Bill y Fleur tendrán un bebé. Charlie sigue soltero y los
gemelos… no les ha ido bien en la tienda… después del accidente de papá y mamá…
– Nick se movió incómodo.
- Y ella… ¿se casó? – Temía preguntarlo.
- No – él lo miró – Está de novia con Malfoy… aún.
- ¿Vive con él? – No podía. Era mas fuerte que él, tenía que saber
que era de la vida de esa castaña .
- ¡Claro que no!! – sonrió – Eso tiene a Hemsworthde cabeza…
- ¿A qué viniste Cyrus?
- Creí que para ti era Joe …
- Creí que para ti era un amigo – le espetó con rabia – hasta que
me separaste de tu vida… tu y tus hermanos…
- Es que, no teníamos otra opción…
- ¡Tu, y todos tus hermanos me acusaron sin darme la oportunidad
de defenderme de algo que no tuve la culpa!! – gritó. – ¡No me vengas con esa
infantil excusa de la opción¡Déjasela para un imbecil que se la crea, yo no lo
soy!!
- ¡Es verdad, no una excusa!! Nosotros nunca creímos que tú fueras
culpable de nada…
- Pero le hicieron caso a tu hermana¿no? Es casi lo mismo…
- Tú no entiendes, tuvimos que hacerlo… Miley…
- Esa… - respiró entrecortado – ¡ni la nombres!!
- Nick… entiende que mis padres estaban heridos, ella no pensó…
- ¿Está arrepentida de lo que dijo? – Joe lo negó. Se levantó de
golpe – ¿Qué quieres¿A qué viniste¿Por qué me molestas ahora? – Lo miró.
- Es por mamá y papá – él se tensó – si has leído el periódico,
Neville¿te acuerdas de él? – Nick asintió – Bien, él descubrió una poción que
hará que mis padres... bueno que todo sea como antes…
- Me alegro por tus padres… - dijo indiferente, acomodando unos
papeles.
- El problema es que… según Neville eso cuesta – Nick lo miró, y
entendió. El por qué su ex amigo se estaba humillando, obligado a hacer algo
que nunca quería hacer… mendigar dinero. Pero eso no esfumó las ganas que tenía
de desquitarse.
- Así que tu visita es sólo por dinero… - sonrió – Es por lo único
que vendrían… ¿verdad? Sólo por el asqueroso dinero…
- Nick, no es eso…
- ¿No es eso? – rió – Apuesto mi vida, si no es sólo por eso que
estás aquí.
- Bueno en parte es verdad… Mira, yo sé que te hemos tratado mal…
- ¿Cuánto dinero necesitas de mí¿Eso es lo que represento para ti
y tu familia¿Unos números en oro¡Vaya que has caído bajo "amigo"!!
- Sé que estás dolido…
- ¿Dolido? Ja, ja – dijo burlón – ¡No me hagas reír!! Hasta me
imagino la escena: Demidando la idea… "Ey vamos, tenemos al idiota de Jonas
forrado en billetes. ¡Hagámonos los arrepentidos y caerá como un chorlito!
- No es así…
- Y todos diciendo: "¡Si!! Hagámosle creer que lo aceptamos
nuevamente en la familia. ¡Sólo tendremos que sacrificarnos hasta que nuestros
padres dejen de ser vegetales!! – Joe lo miró, Nick se había convertido en un
hombre cruel. – y todos diciendo bien!!! y ella, tu hermana, la mas cínica… –
cerró los puños – diciendo "ve tu Joe… ¡Tu podrás ablandar a ese asesino!
– lo miró – ¿me equivoco en algo?
- En todo – se levantó – mi hermana no quiere que esté aquí.
- Sigue culpándome de todo...
- Entiéndelo Nick¡yo debía elegir!! si te elegía a ti… ¡hubiera
perdido a mi hermana! mis padres… yo les prometí cuidarla. No sabes lo que me
ha costado todo… estar sin mi amigo.
- ¡No trates de ablandarme con palabras Cyrus!! Viniste por
negocios¿no?
- No te entiendo.
- Quieres dinero… ¿qué tienes para ofrecerme?
- Yo, no sé… - lo miró – Nick, sabes que no tenemos dinero. Dejar
en el hospital a nuestros padres se lleva la mayoría de nuestros sueldos… yo
tengo un empleo de mierda en el ministerio.
- No me interesa tus desventuras económicas – dijo serio –
guárdatelas para dar lástima en otro lado, a mi no me harás cambiar de opinión.
– se iba hacia la puerta, y la abría – ahora si no tienes nada mas que decir,
tengo un día ocupado hoy… mejor vete.
- Nick, por favor, por los viejos tiempos.
- ¡Vete antes de que me acuerde la forma en que me corrieron de tu
casa y haga lo mismo contigo!! ya no soy el Nick de los viejos tiempos.
Pregúntale a Miley… ella hace una descripción excelente de la horrorosa persona
que soy.
- ¿Ni siquiera lo harías por nuestros padres? – él bajó la mirada
– es que no... olvídalo. Venir aquí fue una perdida de tiempo. – salió de la
oficina y comenzó a caminar por el piso rumbo a los ascensores. Nick se había
quedado en la puerta, con una rabia que no podía contener. Necesitaba
descargarse, gritar, vengarse… y no supo cómo, ella invadió sus pensamientos. Y
una sonrisa siniestra se dibujó en su rostro. Corrió hacia le elevador. Joe que
ya había llegado, se metía en él. Cuando la puerta estaba a punto de cerrarse, Nick
metió la mano, haciendo que ésta se abra. Joe miró a su antiguo compañero de
travesuras. Pero la mirada que vio en vez de darle esperanzas, le hizo temer.
- ¿Qué tanto estarían dispuestos a hacer?
- No te entiendo. Vine aquí a pedirte un préstamo, no quisiste
escucharme… no te quito más tiempo. – trató de sacarle la mano del elevador y
seguir su camino. El lo impedía.
- Quiero que ella venga y me lo pida…- Joe no entendía – Tu
hermana… - sonrió – Si tanto quiere que tus padres estén bien, dile que quiero
que ella venga y me pida el dinero… veremos qué tanto es capaz de hacer.
- No puedes ser tan…
- Déjame a mi, decidir lo que soy – dijo serio – ¿Te interesa mi
oferta? Al menos no te vas con las manos vacías. Tienes una oportunidad.
- Nick…
- A decir verdad… tu hermana la tiene. Solo quiero ver… - sonrió –
Qué tiene que decirme ahora…
- No creo que venga – él soltó la puerta.
- Dile que el destino de
sus padres está en sus manos… que si ella no viene… será la culpable de que
Molly y Arthur estén como vegetales de por vida… - la puerta se cerró dejando a
Joe totalmente desconcertado.
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