Capitulo 11
Miley tuvo una semana de
licencia en el trabajo, alegando una rara enfermedad. Nick le habia prohibido
decir algo respecto a la boda. Y todo ese tiempo lo destinó más que nada a
llorar… de dolor e impotencia por todo lo que tenía que aguantar. Demiya le
habia contado de la llegada de Liam buscándola, y eso la deprimía mas… pero lo
mas deprimente y nefasto para ella era soportar los embates de Nick. El joven
no desperdiciaba momentos para recordarle lo despreciable que era… y la
humillaba. Las cenas consistían en comidas fabulosas, la mayoría de ellas que Miley
nunca en su vida podría degustar… y el se burlaba, poniendo en evidencia la
modesta comida que se servía en la madriguera, diciéndole que ella no tenia
paladar que para tan fastuosos platillos. Pero a pesar de todas las palabras
humillantes, podía estar tranquila en otro aspecto. El no la acosaba
constantemente, por cumplir la cláusula y consumar el matrimonio… al menos en
eso la dejaba en paz.
Se pasaba la mayor parte del
día en su habitación. Estaba decorada de color blanco, con una cama de madera,
algo simple. Al frente de esta tenía un pequeño armario para la ropa y a un
costado un tocador con un espejo. La habitación era modesta… como le decía Nick
a veces, "la decoramos
así, para que no extrañes la mugre en la que vivías."
Cuando no estaba Nick, ella se
dedicaba a recorrer la casa. Ya no se parecía en nada a la vieja casa de los
Black, toda infestada de cuanta alimaña mágica existiera, que conociera cuando
tenía 14 años. Pero era solo la suciedad lo que habían removido. Todo lo demás,
desde los muebles hasta los cuadros de viejos magos y brujas, con caras
deformes, permanecían en el mismo sitio. Los grandes ventanales seguían tapados
por las enormes cortinas de terciopelo bordó, dándole a la casa un aspecto frío
y tenebroso. El comedor diario era lo único que valía la pena. Las paredes
habían sido pintadas recientemente y parecía la parte mas viva de la planta
baja. El viejo cortinado, roído y enmohecido, que tapaba a la madre de Sirius y
el cuadro de esta, habían desaparecido, dejando en su lugar una hermosa pintura
de los padres de Nick en el día de su boda.
Su curiosidad la llevó un día a
entrar al cuarto de Nick. Este tenía la sofisticación y el lujo de todo cuarto
muggle: un televisor de pantalla plana y otros aparatos electrónicos que Miley
no conocía. Las paredes estaban pintadas en azul y los muebles todos de roble
lustrado. Era espectacular. En el centro de la habitación, la cama más grande
que Miley podría haber visto, sin doseles, ni cortinas. A un costado la
chimenea, y encima de esta, muchas fotografías mágicas. Miley se acerco para
verlas mejor. En la del medio estaba el trío. Joe , Demi y un Nick, con rostro
alegre, saludaban a la cámara y sonreían. Era una foto del primer año en
Hogwarts; otra de la familia Cyrus en pleno, esa fue tomada en la cena antes de
ir al mundial de Quiddich. Otra del final de la escuela, otra con Sirius tomada
en esa misma casa, en la Navidad antes que muriera… estaba tan perdida
recordando tiempos pasados, que no escuchó que la puerta se abría y que alguien
estaba detrás de ella. Miley se acercó a ver bien la foto de Sirius, cuando Nick
la tomó de la cintura y la atrajo hacia su cuerpo, hablándole al oído,
calmadamente.
- ¿No te dijeron que es de mala
educación, entrar a la habitación de un hombre sin permiso? – ella se tensó,
porque no sabía como podría reaccionar. El olía su perfume. Ella quiso salir de
esa situación, pero él la sostenía por sus brazos. – Ah… ¿ahora quieres
escapar, comadreja? – ella dió un tirón y se soltó
- Yo…
- ¿Qué haces aquí? – dijo
quitándose el saco y tirándolo en un sillón cercano para después quitarse la
corbata – Nadie entra aquí, sin mi permiso…
- Lo siento… yo sólo estaba
recorriendo la casa…
- ¿Quieres follar? – dijo
mirándola burlón. Ella se puso roja.
- Eres un asqueroso degenerado…
– él rió.
- ¡Vaya!! La sola idea te mata
¿no? – se desabotonaba la camisa. Ella lo miraba atónita – ¿Por qué me miras de
esa manera?
- ¿Por qué te desvistes? – dijo
nerviosa.
- Porque esta es mi habitación
– sonrió - aparte no es para que hagas tanta alharaca. Habrás visto a Hemsworthdesnudo
cientos de veces – ella bajó la cabeza y no contestó. El se quitó la camisa y
quedó con el torso desnudo, cuando estaba por desabrochar su cinturón…
- ¡Detente!! – la miró – ¿no te
das cuenta que estoy aquí? – chilló escandalizada.
- ¿Quieres hacerlo tu? –le
ofreció su cinturón – anda, tiene un broche fácil… ¡ven, desnúdame! – agregó
para luego reír a carcajadas de la cara de espanto de su esposa.
- Si, como si muriera por hacerlo
– comenzó a caminar para salir de allí.
- ¿Cuánto hace que Hemsworthno
te toca?
- ¡Que te importa!! – dijo
colérica.
- Veo que hace rato… estás
histérica…te haría bien un polvo… - rió
- ¡Eres un cerdo¡Nunca lo haría
contigo!! Eres una basura – él la tomó del brazo.
- Te dije que dejaras de
insultar…
- ¡Seguro, porque tú lo haces
conmigo!!
- ¡Yo me estoy cobrando una
afrenta!!
- ¡Pues ya lo hiciste!!
- ¡No¡Lo haré cuando supliques…
cuando me ruegues que no te deje!! – ella rió.
- ¡Vamos¿Y piensas que eso
algún día llegará¡No seas iluso!!
- ¡No vuelvas a entrar a mi
cuarto sin mi permiso!! – gritó cambiando su rostro jovial por uno cargado de
rabia.
- Por mi, échale llave… yo
nunca entrare aquí otra vez…
- Eso lo veremos… - ella lo
miró desde la puerta – Ya llegará el día que caigas rendida a mis pies…
- Pues será el momento en que
me mates, porque voluntariamente, nunca me tendrás de esa manera – Cerró la
puerta de golpe. El tomó un zapato y lo lanzó hacia la puerta ahora cerrada.
- Ya lo veremos…las duras como
tu son las mas fáciles que caen… - y sin decir mas, se dirigió al baño.
La vida seguía así para Miley.
Estaba contenta, cuando iba a trabajar. Eso la mantenía ocupada más tiempo y le
impedía pensar. Solo cuando escuchaba el timbre que anunciaba la finalización
de la jornada, sentía sus pies como cargados de plomo, pues tenía que regresar
a su infierno. Y allí escuchar la cantidad de insultos y reproches que él le
hacía cada vez que llegaba tres minutos después de lo que tenía que llegar. Aún
recordaba el escándalo que le hizo, cuando una vez, después del trabajo, quedó
con Demipara visitar a sus padres, y luego cenaron en el Caldero Chorreante.
Recordaba que entraba a la casa, cuando un brazo la golpeó contra la puerta y
la dejó atrapada. Ella sintió por primera vez miedo. El la miraba, y de sus
ojos salían chispas rojas. Ella forcejeó para librarse, pero no podía. Nick era
demasiado alto y demasiado fuerte para su delgado cuerpo. Así que trató de
tranquilizarse y demostrarle que no le temía, aunque estuviera a punto de
perecer de terror..
- ¿Dónde diablos has estado? –
le dijo acercándosele.
- ¡Que te importa! – le dijo
ella aparentando serenidad – Acaso yo te pregunto donde pasas las noches…
- ¿Tienes celos?
- ¡Merlín!! – rió nerviosa –
¿Crees que si? – mas risas – ¡supéralo Jonas, tu a mi, ni chispas de odio me
haces sentir!!
- ¿Te haces la graciosa? – la
apretó mas. – Dime donde has estado…. Y con quién?
- ¡Fui a ver a mis padres… -
gimió de dolor -… con Demi, y luego nos quedamos a cenar en el Caldero
Chorreante!! – forcejeó nuevamente – estas satisfecho con la respuesta? – Lo
miró. El se acercó y olió su cuello y su pelo – ¿Qué me hueles? Idiota!!
- Estoy verificando si es
verdad lo que me dices… o si es mentira y has estado con tu amorcito… revolcándote!
- Deja de hacer eso… no sé como
piensas averiguarlo… en el caso de que lo haya hecho… - el la soltó y se alejo.
- Me dices la verdad – ella lo
miro sin entender – no hueles a sexo…
- ¿Qué? – dijo colorada.
- Ay linda… eres tan inocente!!
Pero aun así, no vuelvas a tardarte mas de lo previsto… la próxima vez te
dejaré marcas…
- Acaso insinúas que me vas a
golpear? – dijo ella temerosa
- No lo insinúo… te lo aseguro!
– y se encerró en su despacho.
&&&&&&&&&
Miley ya estaba acostumbrándose
a sus repentinos cabreos, así que poco a poco fue perdiéndole el miedo… pero
aun así se mantenía en alerta. No entendía como funcionaba la cabeza de un
Psicópata… porque era eso para ella Nick. Un maldito enfermo con poder… el
poder de tenerla acorralada y sin poder de decisión. Algunas veces Nick le daba
respiros, era cuando dormía con Nicole Anderson. Sonreía. "Es que al fin esa perra sirve
para algo" pensaba Miley. "Al menos me lo quita de
encima un rato". Pero a pesar de eso, Miley se sentía observada… no
solo en la casa, en el ministerio, en la calle. A todo lugar que iba, Miley
tenía el presentimiento de que alguien la espiaba. Pero aun así, no dejo de
hacer su vida. Trabajaba, comía con Demi, A veces se iba a la Madriguera, o
visitaba a sus padres… lo único que habia dejado de hacer y que lamentaba con
dolor, era verlo. Ya no tenia noticias de Liam. El con la pena, habia decidido
radicarse un tiempo en el Caribe, para, y según ella, olvidarse de todas sus
desgracias.
- Miley…. – dijo Demiun día
entrando a su pequeña oficina – quisiera ver… - la miró, la castañaestaba
observando una fotografía, de cuando eran niños - Miley estás bien?
- Dime Demi… - dijo con
lagrimas en los ojos – Desde cuando crecer y ser adultos, es tan doloroso? – Demi
le acaricio el cabello como Joe solía hacerlo – Recuerdo cuando niña,
acostumbraba decirle a mama que no veía la hora de crecer, para poder hacer lo
que me plazca sin pedirle permiso a nadie…
- Miley…
- Y ahora – la miró y sus ojos
estaban rojos e hinchados – me pregunto por qué tuve que crecer? Por qué tuve
que tener esta vida de adulto que aborrezco?
- No te aflijas…
- Te juro que si pudiera pedir
un deseo, desearía volver a ser niña y no salir de mi casa… no conocer…- Se
calló.
- Tan mal vives?
- Tu qué crees? – dijo ella
levantándose – Estoy amarrada a un matrimonio que no pedí… Soy prisionera de un
hombre que además de hacerme la vida imposible, sabe que soy infeliz y disfruta
con eso…
- Nick…
- No me digas que Nick es
bueno!! – dijo lanzando algunos pergaminos – Tu no vives con él!! Tu no tienes
que soportar sus desplantes!! Tu no tienes que morderte la lengua cada vez que
hace un comentario vulgar, refiriéndose a mi como escoria… humillándome!! – se
sentó tomándose la cara y derramando lágrimas – Y sólo han sido dos meses… Y lo
que más lamento que ni siquiera tengo el consuelo de…
- Tanto lo extrañas?
- Te parece que no podría
extrañarlo? Lo quiero!! Y ni siquiera puedo mirarlo…
- El se ha marchado… - dijo Demi.
Miley se sintió abatida – dijo que tenía que trabajar en otro país.
- Nick y sus contactos – rió –
es una basura!! Lo quitó de mi vida, no puedo verlo, ni hablarle; si le mando
una carta interceptará la lechuza… Me siento perseguida! Espiada… estoy seguro
que él me vigila…
- No creo que llegue a tanto… Nick
es…
- No Nick! – dijo riendo – Él
no se permitiría llegar a semejante bajeza – dijo sarcástica – Él paga para que
le hagan el trabajo sucio!! – La miró – Paga por todo… paga una puta con la que
se satisface… paga una esposa con la que aparenta… paga unos detectives para
que me vigilen y le digan que hago o dejo de hacer…
- Pero por qué no le dices… - Miley
se levantó.
- Ah no!! No le daré el gusto…
no le daré la satisfacción de que me vea mortificada… mi dolor es su alegría…
esta haciéndome pagar una a una las cosas que le dije… - tomó su bolso – Mejor
me voy – se limpió las lagrimas y le dió un beso y un abrazo – si llego un
minuto tarde, sería capaz de lanzarme una maldición imperdonable…
- No creo que sea capaz.
- Vive dos días con él y te
darás cuenta de quién es realmente Nick Jonas.- Se marchó casi arrastrando sus
pies, con toda la desgana de llegar a esa casa que aborrecía.
-+-+-+
Nick miró el reloj… faltaba tan
poco para que ella entrara por la puerta… Se levantó de golpe del sofá en que
estaba sentado en la sala y fue a servirse un trago. Era desesperante… tener
que hacer eso todos los días… herirla, humillarla… más cuando no quería. Cuando
lo único que quería era estrecharla en sus brazos y… Tomó un trago de Whisky y
se sirvió otro. No le gustaba mucho la bebida, pero esos meses desde que ella
estaba en su casa, era lo único que lo calmaba… Lo único que lo mantenía a
raya… lo único que frenaba las ganas de abrazarla y rogarle que lo quisiera un
poco… Suspiró. Eso era lo más doloroso tenerla tan cerca y no poder tocarla.
Porque cada mirada de odio que la castaña le hacía, era peor que las palabras
que aún retumbaban en su memoria "Asesino… Monstruo". Apuró el
trago y se sirvió uno más. Miró el reloj nuevamente. Dos minutos pasadas de la
hora de llegada. No estaba nervioso. Sabía que su más grande temor, se
encontraba lejos… gracias a Merlín, pensaba, el hurón había propuesto hacerse
cargo personalmente del nuevo emprendimiento, sin que él hubiera tenido que
hacer uso de sus contactos… pero aun así, que ella le quitara aunque sea unos
minutos de su presencia, lo volvía loco. Con la copa aun llena fue a sentarse
en el sofá. Ya el frío otoñal comenzaba a ser más notable, por eso se acurrucó
cerca de la chimenea encendida. Fue cuando escuchó la puerta de entrada
abrirse, se quedo sentado, sin decir nada. Hoy estaba tranquilo, hoy no le
armaría escándalo… hoy si pudiera….
Miley entró temerosa, había
chequeado la hora antes de entrar y vio a su pesar que otra vez llegaba tarde.
Al cerrar la puerta suspiró tratando de darse valor para soportar estoicamente
la embestida de su "esposo". Pero al notar el silencio de la sala, se
sorprendió. Dobby llegó a su encuentro y ella le sonrió.
- Mi señora – dijo el elfo
haciendo una reverencia – Déme su abrigo…quiere algo de beber?
- Habrá chocolate caliente? – Nick
sonrió. Aun seguía siendo la pequeña niña pecosa de la cual se enamorara hace
años.
- Por supuesto!! Enseguida
Winky lo traerá.
- Mejor llévalo a mi habitación
– dijo temerosa – falta mucho para la cena?
- No mi señora… cuando usted
disponga…
- Entonces haremos un trato…
tomaré el chocolate después de cenar… ¿me lo llevarás a mi cuarto?
- lo que ordene, mi señora, su
pedido es ley!
- Dobby no creo… - Pero el elfo
no la dejo seguir… de tanta reverencia, su nariz estaba pegada a la alfombra. –
Hay mucho silencio aquí… - dijo intrigada – ¿El señor está? – Nick sintió su
corazón latir con fuerza… ella estaba preguntando por él, pero aun así no se
hizo mucha ilusión, convenciéndose que ella preguntaba, porque no la habia
recibido con la habitual gritadera.
- Si… es raro, debe estar en el
despacho… por eso no le montó…
- El melodrama de todos los
días? – Dobby rió. Ella no pudo contener la risa – Bueno, al menos esta vez no
me tocó a mi – Dobby se fue. Ella estaba por subir las escaleras.
- Llegas tarde… - dijo sereno. Miley
sintió que la piel se erizaba de temor… "Y ahora llegó la hora de tu
tortura Cyrus" pensó resignada. Se paró en el tercer escalón, y se dio
vuelta para mirarlo. Pero no lo veía.
- Si, eh… - dijo tratando de
enfocar sus ojos y encontrarlo – yo me entretuve con Demi… ella…
- Está bien – Miley se
sorprendió. El se levantó del sofá y la miró.- No te pediré explicaciones. –
Ella entendió. Liam no estaba en el país, por eso estaba tranquilo… tranquilo
de que no le adornaran la cabeza.
- Bueno… eso es novedad – dijo
odiándose por no quedarse callada y mantener esa paz aparente.
- Qué es la novedad?
- Que tu no montes el
espectáculo de cada día.
- Querrás decir la hora del
melodrama Jonas? – Ella no pudo evitar sonreír – Al menos te parece gracioso mi
comentario…
- No fue tuyo, es mío… tu sólo
lo repetiste.
- Ve a cambiarte… Cenaremos en
veinte minutos… - ella estaba en shock. "Es
que acaso alguien le hizo una maldición imperio?" pensó. El se sentó nuevamente en el
sofá – no te tardes.
En la cena se mantuvo cordial y
hasta atento con ella. Le acerco la silla al sentarse, Le sirvió un poco de
vino, y no emitió palabra alguna. Los elfos se movían silenciosos alrededor de
ellos, trayendo los platillos a degustar. Miley se limitó a ver su plato y no
levantaba la vista mas que para mirar la vela en frente a su plato. El comedor
de la casa era, a palabras de Miley, de ensueño. La mesa era larga, y estaba
cubierta por un fino mantel color marfil. En el centro unos simples pero
delicados arreglos florales, con las flores favoritas de Miley, jazmines. Se
había dado cuenta que desde su estadía en la casa, todos los rincones estaban
adornados con flores. Se sentía nerviosa, que él no le armara escándalo era
como para creer que se encontraba en otra dimensión.
Nick la miraba. La luz de la
vela la hacía más hermosa. Trataba de no temblar cada vez que tomaba los
cubiertos. La deseaba con toda su humanidad, y no podía saber cuanto iba
aguantarse para hacerla suya. Pero esa noche no iba a ser… de eso estaba
seguro. Se convenció que tratándola tan mal no llegaría a nada, así que decidió
sorprenderla con el silencio… estaba tranquilo… Liam Malfoy, el único que
podría quitársela no estaba. Y si él no estaba, ella podría encontrarse solita
y vulnerable… así caería mejor, y con ganas. Sonrió para si mismo, y continuó
mirándola. Bebía de su copa y la miraba. Miley no aguantaba más ese silencio, y
lo miró. Tenía su copa en los labios y la estaba mirando. Sus ojos cafes reflejaban la luz de la vela, y los hacían verse diferentes… más humanos.
- Qué me ves? – dijo ella
dejando la cuchara y tensando los puños. El sonrió.
- Nada… -bajo la mirada y poso
la copa en la mesa – solo estaba pensando en cuando…
- Cuando qué? – dijo nerviosa.
- Cuando sería el momento que
rompieras el silencio…
- Ah…
- Qué pensaste? – ella se puso
roja y alzo la copa para disimular
- En nada, por qué? Tengo que
pensar en algo especial?
- No… - sonrió. estaba algo
nerviosa. El cambio de actitud la descolocaba. – Bien… como te fue en tu
trabajo?
- Eh… - Eso si no se lo
esperaba. Que él le preguntase por su trabajo, era la frutilla del postre de
ese momento algo surrealista. – Por qué te interesa mi trabajo? No pensabas que
era una porquería?
- Aun lo sigo pensando… - Se
limpió la boca con la servilleta, pero no bajo la vista un segundo. – Pero eso
no significa que pueda preguntarte…
- Bien... normal, como siempre…
- Un asqueroso aburrimiento? –
rió.
- Ah… era demasiado…
- Qué?
- Que era demasiado difícil de
creer que tu…
- Te molesta que te dé mi
opinión?
- No… olvídalo, a mi me gusta
mi trabajo como a ti te gusta el tuyo… Mi día fue bien... tengo que darte un
informe pormenorizado? o esperaras que te lo den los detectives que me vigilan?
– lo miró. El sonrió y bebió otro trago de vino.
- Veo que eres….
- Por favor! Neville en sus
tiempos de escuela junto con Luna harían un trabajo de seguimiento mejor que
esos infelices!!
- Bien!! Inteligente comadreja
– levantó la copa en su honor.
- Al fin no se por qué lo
haces… si tu mismo sacaste de circulación a tu peor peligro…
- Que dices?
- Vamos – lo miró con rabia –
te di mi palabra, no tenías necesidad de enviarlo lejos –
- ¿Te duele, no? – la miró.
Ella bajó la mirada y se metió una cucharada de postre, para no demostrarle
debilidad – Pero para tu información, él se fue solito – ella lo miró
incrédula- Créeme!! El pidió el traslado. Al parecer, no soportó tener que ver
a su amorcito, casada y follando con otro tío…
- Como si eso fuera a suceder…
- Sucederá – dijo retándola. –
Tarde o temprano tendrás que cumplir la "letra chica" – sonrió.- Y
mantendré los detectives… mas vale prevenir que curar.
- Como te gusta derrochar
dinero …
- Así soy… gasto el dinero en
las cosas o las personas que no se lo merecen…
- Insinúas que mis padres no se
lo merecen? – pregunto molesta.
- No dije tus padres…
- Ah… Hablas de Anderson! –
sonrió burlona – Eso si que es malgastar dinero…
- Bueno – dejó la servilleta de
golpe en la mesa, se levantó y se acercó peligrosamente hacia su esposa, esta sin
inmutarse esperó la embestida – Si tu te decidieras… me ahorrarías miles de
galeones – Le acarició el cabello y ella le quitó la mano con violencia – que
dices… te dejas echar un polvo?
- Muérete! – se levantó, pero
su cara quedó muy cerca de la de su esposo. Se miraron… pero había distintas
sensaciones que se transmitían mutuamente con la mirada. Nick vio en la mirada
de Miley odio, rencor y asco. Miley miró los inmensos ojos cafes y descubrió
en ellos, deseo, lujuria. Tembló. Por primera vez había visto los ojos de Nick,
tener ese brillo que lo hacían tremendamente irresistible. Sus mejillas se
sonrojaron una décima de segundo y agradeció que en ese instante Nick se
separara.
- Dile a Dobby que tomaré el
café en mi oficina – y salió de allí dejándola con esa sensación de querer
frenarlo, querer…- ¿Miley? – Ella se quedó estática sin poder emitir ni un
gorjeo – El sábado tenemos una fiesta de Halloween…
- Yo no estoy de humor…
- No te pregunté si estabas de
humor… - la miró – iremos a la casa de mi amigo Bradsford.
- ¿Y?
- Y que quiero que te compres
un vestido decente… y te arregles, no dejaré que piensen que mi novia…
- Pero soy tu esposa!! – y se
golpeó mentalmente por recordárselo. El sonrió malignamente.
- Bueno! Al menos te acuerdas
de que firmaste un papel! – Rió – Pero no quiero que sepan que me case contigo
aun… es decir, tienes que pulir tus modales… pareces campirana – ella bajó la
mirada. "Ahí viene otra vez humillándome".
- No sé por qué me llevas… ¿por
qué no le dices a tu amiguita? Ella debe ser una gran dama en cuanto a
reuniones de alta sociedad! – dijo mordazmente y pareció que estaba poseída por
una mujer celosa. Nick abrió los ojos y sonrió.
- A esa no la llevo ni a un
baile de carnaval – ella lo miró – Lo primero que hace es beberse todo el
licor, y luego voltearse a cuanto tipo encuentra en el camino…
- No temes que te contagie
alguna enfermedad?
- En qué mundo vives, niña? –
dijo riendo – no sabes que para eso existe el condón?
- Eh?
- Es que tu y Hemsworthno se
cuidaban? – lo dijo con odio…
- Claro!! – mintió y sus
mejillas se sonrojaron, porque no sabía qué diablos era un condón. – Entonces,
tengo que ir a esa reunión?
- Es un baile, como los de
Hogwarts… allí te presentaré como mi prometida…
- Pero no tengo anillo de
compromiso…
- Ah, ya te daré uno por ahí… -
dijo sin importancia – No te olvides, el sábado…
- Le diré a Demique me ayude…
-
Aprendes rápido… - dijo cuando se iba – Debí obligar a Demia casarse conmigo…
ella vale la pena mas que tu. – Miley lo escuchó… y sonrió " ya ella lo haría!"
Dejar a mi hermano por un payaso como tu!"
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