jueves, 9 de agosto de 2012

Lost Of Love - Capitulo 18


Capitulo 18
Los días pasaron sumidos en una total indiferencia entre ambos. Más de Nick para con Miley. El se pasaba todas las noches fuera de la casa. Y ella se la pasaba dando vueltas en la cama, sin dormir, producto del desconsuelo. A veces rogaba que Nick abriera la puerta y le hiciera el amor… pero sabía que eso nunca se daría. ¡El estaba feliz con su querida Nicole!! Las cenas o los almuerzos eran en silencio. Ni los elfos emitían sonido alguno. Nick comía y se largaba a su escritorio o la cita de turno, y Miley se mantenía firme en su lugar, rogando que el tiempo pase lo suficientemente rápido para largarse de allí. Lo único que la mantenía con ánimos, era la ilusión de saber que sus padres muy pronto estarían con ella como antes… como siempre. Pero, a pesar que lo odiaba, no podía dejar de esperarlo en las noches. Era algo adictivo. Haber probado las mieles del sexo con Nick había sido contraproducente para ella. Y lo odiaba más por eso. Porque él había logrado alterarla en ese punto. Quería sexo con Nick, de eso estaba absolutamente segura. Pero a la vista de los acontecimientos, eso no era reciproco. Nick la trataba como si no existiera. Y las veces que la miraba, era para tratarla peor que un perro con sarna.
Una mañana, mientras se encontraba en su oficina, acomodando unos archivos, llegó buscándola un joven, de unos treinta años. Ella se extrañó por la visita, pero aceptó atenderlo. El joven la miró detenidamente y luego le tendió la mano. Ella le devolvió el saludo y lo invitó a sentarse.
- Disculpe usted – comenzó Miley – pero no tengo el gusto de conocerlo. Y no tengo idea del motivo de su visita.
- Bien… ¿usted es la señorita Cyrus no? – ella asintió – mi nombre el Paul Simmons, y trabajo para la empresa Jacobs y asociados.
- Eso no me dice nada señor Simmons…
- Es una empresa de decoración – Miley abrió los ojos. No podía ser que Nick, al fin cumpliera su palabra. – Yo soy decorador de interiores.
- ¿Y en qué puedo serle útil?
- Verá usted señorita… La empresa en la que trabajo, hace las decoraciones de los hoteles del señor Jonas, y él nos ha enviado a hablar con usted respecto a un trabajo que quiere encomendarnos. Nosotros no hacemos este tipo de trabajo, pero tratándose del señor Jonas, no podíamos negarnos…
- Si.- dijo con sarcasmo – quién puede negarse a una petición de Nick Jonas – el chico sonrió, sin darse cuenta del real motivo de estas palabras.
- Es verdad. El nos dijo que la contactáramos, y bueno estamos para servirla.
- Gracias… mire señor Simmons, estaba pensando decorar una propiedad, y es algo muy difícil… nunca se han hecho refacciones… dudo que lo hayan hecho en siglos.
- ¿Es muy antigua?
- Creo que si, no sabría decir cuanto. La casa pertenecía a una familia de siglos de estirpe, así que me imagino que si no tiene al menos cinco siglos, pasa raspando – rieron. – Lo que quiero hacer es algo simple a mis ojos, pero no tengo idea de cómo describirlo para que tú lo entiendas…
- Podríamos citarnos en la casa…. Así usted me va indicando lo que quiere hacer en cada ambiente.
- ¡Eso me parece estupendo! – dijo contenta – y también quiero ver algunos precios de materiales…. yo…
- Por eso no se preocupe – la miró – nosotros no trabajamos con materiales de oferta señorita – Ella lo miró avergonzada – trabajamos con la mejor calidad, y eso desgraciadamente cuesta.
- Oh… bueno si es así yo quisiera consultarlo primero con…
- Pero afortunadamente para usted – dijo sonriendo – el señor Jonas nos ha dicho que no escatimemos en gastos… todo corre por su cuenta – ella sonrió.
- Bien… entonces – se levantó – ¿podríamos quedarnos de acuerdo para el sábado no? Digo, si usted no tiene nada que hacer ese día – el joven consultó la agenda y luego sonrió.
- Tiene suerte – anotó algo – ¿le parece bien a las 10 de la mañana?
- Perfecto, aqui esta la direccion de la casa – le tendió la mano – disculpe usted Señor Simmons, pero tengo trabajo que hacer
- No se preocupe señorita Cyrus, yo también tengo otras reuniones… nos veremos el sábado entonces.
- Y por favor, llámeme Miley…
- Solo si usted me llama Paul.
- Solo si me tratas de tu.
- Está bien, entonces¿te veo el sábado?
- Hasta el sábado entonces…
El viernes anterior a la cita con el decorador, Nick como siempre no llegó a cenar, ni tampoco pasó la noche en la casa. Pero Miley ya no lo sufría tanto… o al menos lo exteriorizaba menos. Sólo por esa noche se permitió dormir tranquila, sabiendo que al día siguiente, y los restantes, tendría algo en qué mantener la mente ocupada.
El sábado se levantó temprano. Tenía que darle algunas directivas a los elfos para cuando llegase el señor Simmons. Después de desayunar, acordó con Winky arreglar el salón, para que al menos se viera limpio. A las 9:45 bajó por las escaleras Nick, con cara de haber dormido poco y mal. Estaba demacrado y la barba algo crecida. Miley lo miró de soslayo, y no le dirigió la palabra. Nick se sorprendió de verla tan despierta y animada, pero aun así, sin decirle buenos días, pasó al comedor para desayunar.
A las diez sonó el timbre de la puerta. Dobby fue el encargado de abrirle al joven. El le dio su abrigo y pasó al salón. Miraba para todos lados y su cara denotaba asombro. Miley lo esperaba cerca del sofá. El, al verla le sonrió y le tomó la mano para besársela. Ella sonrió y le hizo señas para que se sentara.
- ¡Debo decirte, Miley que esta casa necesita un tratamiento súper especial!! – dijo riendo.
- ¡Ya lo creo!! – respondió divertida.
- Lo único bueno que tiene, es ese BMW que está estacionado en el parque… ¿es tuyo?
- No, es del señor Jonas… verás, esta es su casa.
- ¿Tienes algo que ver con él? – preguntó sorprendido.
- Soy su… - lo miró – prometida.
- Entiendo – dijo mirando las paredes – ¿Quieres que sean blancas, me equivoco?
- En absoluto – se levantaron para dar un vistazo a la casa – Quiero las paredes blancas, o de algún color que haga mas luminosos los ambientes. Estos viejos empapelados son tan tétricos, le dan un aspecto horroroso al salón – El joven sacó una pequeña libreta donde anotaba las indicaciones de Miley – No hay nada que tenga valor sentimental… todos estos viejos que ves en los cuadros… ¡ahórrame el trabajo de verlos cada vez que vengo a la sala o a alguna habitación!!
- ¿Estos también? – dijo señalando el cuadro de los padres de Nick y el de Sirius.
- Eh… no. Esos déjalos. Son los padres de mi prometido… y su padrino.
- Ah… entiendo… bonita mujer – dijo mirando el rostro de Lily Jonas – me pregunto por qué su hijo también las prefiere castañas – Miley sólo sonrió por compromiso.
- Las cortinas…. Quémalas. Yo lo hubiera hecho hace mucho tiempo… y quiero géneros mas livianos y suaves… te lo dejo a tu elección, después de todo tu eres aquí el experto – sonrió
- Las paredes… ¿las quieres desnudas?
- No. Quiero cuadros que tengan colores cálidos… si pueden ser de naturaleza. No soy experta en comprar cuadros… me da lo mismo que sean de un pintor conocido o de un ignoto pintor que vende en los parques… quiero vida en esta casa. – recorrieron todos los salones, Miley se cansó de hablar y de darle una idea de lo que quería. También le mostró su habitación. Claro que no le dijo que era de ella. Tuvo que inventar una vieja tía que viviría con Nick. Al bajar nuevamente al salón, los encontró Nick, que miraba de mala manera a Paul. Curioso por las risas que venían del cuarto de su esposa, había salido de su despacho y con las manos en los bolsillos esperaba una explicación.
- Miley – dijo riendo Paul, sin percatarse de la presencia del dueño de casa – ¡te aseguro que si hubieras querido, tendrías un éxito increíble en decoración!!
- No exageres Paul – dijo – ¡sólo lo dices por la enorme comisión que te llevarás, luego de arreglar esta cueva!!
- En eso tienes toda la razón – se pararon al final de la escalera, al ver a Nick.
- Ah… - dijo Miley – aquí está el dueño de casa – miró al decorador – Paul, el es mi prometido… Nick Jonas.
- Señor Jonas… - dijo el joven estirando la mano – soy Paul Simmons, el señor Jacobs me mando a…
- Ahórrese las presentaciones – dijo cortante – creo que su tiempo en esta casa, se ha extendido demasiado – El joven lo miró sin saber que decir – ¿no le parece?
- Eh….
- Perdona a Nick, Paul…- dijo Miley – es que los sábados se levanta de mal humor – miró a Nick – cariño… el joven ya se iba.- Tomó el brazo de Paul y lo acompañó hasta la puerta.
- Miley, te tendré noticias muy pronto… - le besó la mano respetuosamente – te aseguro que será un placer trabajar contigo…
- Creo que terminaremos siendo buenos amigos Paul…
- ¿Me das tu teléfono para contactarme contigo? – dijo él, ignorante de la rabia que aparecía en los ojos verdes de Nick.
- ¡El señor Jacobs… – dijo Nick acercándose, e interrumpiendo la conversación – sabe mi número! –mas molesto que nunca – ¡si tienes algo que decirle a mi mujer… tendrás que decírmelo a mi!
- Paul – dijo Miley, ignorando las palabras de Nick – No tengo teléfono móvil, si es lo que preguntas, pero no veo inconvenientes de tener uno en un futuro no muy lejano. Por cualquier eventualidad que pueda surgir, sería conveniente que me dieras tu teléfono y yo me contactaré contigo. – El joven extendió una tarjeta y se fue. Nick parecía un toro enfurecido. Faltó poco para que de su nariz saliera humo. Miley leyó rápidamente la tarjeta y la guardó en el bolsillo trasero de su pantalón. Cuando se disponía a subir a su cuarto, la mano de Nick la tomó fuertemente y la tiró a un sillón. Ella se alarmó al principio, pero luego se enderezó. Esta vez no se iba a callar ni dejarse humillar, como en la última pelea.
- ¡Si sabes lo que te conviene, me darás esa tarjeta!! – dijo fieramente. Ella negó con la cabeza.
- Ni lo sueñes – se levantó – Paul me dio la tarjeta, si voy a hacer los cambios en la casa, se supone que no tengo que contar contigo para eso… debo contactarme personalmente con él, así que…
- Si te atreves a llamar a ese mequetrefe… - dijo respirando entrecortadamente - te juro que…
- ¿Qué¿Vas a llamar a Jacobs para que no me vea¿Lo amenazarás con quitarle su trabajo, solo porque me cae bien¿Prefieres traer a una de las zorras con las que te revolcabas en los hoteles, mientras decoraban tus niditos de amor?
- ¿Quien te dijo eso? – preguntó arqueando sus cejas.
- ¡No hace falta ser adivino, para darse cuenta como funcionan las cosas contigo!!
- Dame la tarjeta… o te juro que…
- ¿Que¿Vas a golpearme¿Vas a hacer que despidan a Paul? El es un joven agradable – Esto hizo que Nick hirviera de celos – y quiero ser su amiga…
- ¡Vaya¿Acaso tienes ganas de acostarte con el?
- ¡No seas ridículo! – dijo colorada – ¿crees que por alguna razón soy como tu?
- Si te toca, lo mato… y te mato… - dijo apretando los dientes.
- ¡Vete al diablo¡No se trata de que él me toque o no¡Se trata de si yo quiero que me toque… o no!
- ¡No te atrevas Miley!! Te lo dije una vez, si llegas a ponerme los cuernos…. Te dejaré marcas…
- ¿Si? – dijo burlona, dando un tirón brusco y separándose de Nick – Pero aun con marcas en el cuerpo, no me quitarás la satisfacción de verte con la cabeza adornada – y se fue, dejándolo hecho una furia.
Durante todo el día trató de no salir del cuarto. Sabía que había ido lejos, pero no le importaba. El venía con ese discurso hipócrita de no querer que le ponga los cuernos, y el muy desgraciado se metía en la cama de cuanta mujer podía, sin importarle lo que ella pensaba o sentía… "Pero en realidad no sé lo que siento!" Se dijo peinándose y mirándose al espejo. ¿Amor? Definitivamente no es amor… ¿O solo es un cuerpo desesperado en busca de acción¿Qué era lo que sentía por Nick? Había días en que lo detestaba, otros en que extrañaba que le dirigiera la palabra. En algunas ocasiones, tuvo deseos de acariciar su cabellera, cuando lo veía sentado en el gran salón fumando un cigarrillo y bebiendo Whisky con la mirada perdida en la chimenea… Siempre que lo encontraba así, se preguntaba qué podía estar pensando.
¿En qué podía pensar? Nick, sentado en su sillón favorito, con la mirada perdida, en lo único que pensaba cuando llegaba a casa era en ella. Todo el tiempo libre que tenía lo usaba para pensar en ella. En como hacer para que ella sintiera algo por él. Que no lo odiara… que no lo culpara de todas sus desdichas. "¿Es que ella no se da cuenta que sólo quiero ser feliz a su lado?"
La cena, esa noche fue usualmente silenciosa. Miley ni siquiera quería hacer ruido con los cubiertos. Estaba algo cansada, de ocasionar día tras días, una discusión que terminaba con palabras duras y humillantes hacia su persona. Aunque ella mostraba una cara indiferente a los insultos, en el fondo le dolían. Cuando terminaba de cenar, se levantaba de la mesa y subía a su cuarto. Esa noche al levantarse, Nick la interrumpió.
- Quisiera que habláramos en el salón, si no te molesta – ella lo miró y asintió de mala gana. "Charlar… si de seguro me insultarás como siempre…".
- Depende de lo que quieras decir… no tengo ganas de discutir esta noche…
- Relájate… yo tampoco estoy de ánimos para peleas –dijo él tranquilo. Se levantó de su asiento y se dirigió al salón seguido por la castaña . Fue hacia el bar y se sirvió un trago. Ella se quedó parada cerca de la chimenea. El se acercó con la copa y se sentó en el sofá- Siéntate – dijo señalando el sofá. Ella lo pensó. De buena gana se hubiera sentado en un butaca lejos de Nick, pero hacerlo sería comenzar una discusión que no quería. Se sentó en el sofá pero lo más alejada de él posible. Nick bebió de un trago la bebida y dejó el vaso en una mesa al costado del sofá.
- ¿Bien, de que querías hablarme?
- Por lo de esta mañana…. Te debo una disculpa…
- ¿Que? – dijo sin creerle – ¿tu te disculpas por un cabreo¿Qué tramas¿Crees que con esa actitud de arrepentido por lo mal que te comportaste frente a Paul, podrás convencerme de prescindir de sus servicios? Si es así, vete olvidando – se levantó.
- ¡Te dije que te sentaras! – dijo enérgico – ¿Por qué diablos tienes que objetar cada cosa que digo¿No puedes sólo aceptar mis disculpas, sin tener que agregar uno de tus comentarios ácidos? – ella iba a decir algo, pero él la interrumpió - ¡Mujer eres imposible¿Cómo diablos te soportaba Liam? – ella lo miró seria – ¡ah… Ahora recuerdo que te ponía los cuernos como loco!!
- ¿Para eso me pediste que habláramos¿Para hacerme recordar que era una cornuda? Ahora lo soy¿no¿Cuál es la diferencia entre Liam y tu?
- No me compares con ese infeliz.
- ¿Por qué no? Parecen cortados con la misma tijera…
- ¡Pero yo no te juraba amor eterno mientras follaba con otra! – dijo hiriente.
- ¿Si, y qué importancia tiene eso¡Al menos Liam no me hizo su mujer para humillarme!! – chilló histérica.
- ¿Te duele que me acueste con otras mujeres? – dijo sonriendo.
- No… – dijo ella, poco convencida – me duele que yo no pueda hacer lo que quiera.
- ¿Quieres acostarte con ese infeliz decorador? – dijo furioso.
- ¡Por Merlín¡Si no te diste cuenta, Paul es gay¡Y para que lo sepas, tiene pareja y es muy feliz¿Madura, quieres¡No todos los hombres quieren acostarse conmigo!! Soy una mujer común y corriente… - él la miró. No podía entender la inseguridad de esa castaña. ¡Si era perfecta! Al menos para él lo era.
- Aun así… - suspiró. Ya no podía aguantar más. Se había propuesto hacerla sufrir con la falta de sexo, pero era él quien más sufría. Cada vez que la rechazaba con insultos, tenía un fuerte dolor en cada fibra de su ser… por no poder saciar sus deseos. Pero esa noche iba a ser distinta. La quería con él a cualquier precio – te compré un obsequio para que firmemos la paz… y aceptes mis disculpas – ella lo miró. Nick llamó a Dobby y le pidió que le trajera una caja de su escritorio.
- ¿Un obsequio? – dijo ella contrariada – ¿Para qué?
- Te dije que para disculparme – dijo sonriente, y mirándola de arriba abajo. Miley sintió esa mirada, y se ruborizó - Además de que sigo pensando que necesitas ciertas cosas para estar mi altura social.
- Ya tengo las joyas… para qué quieres…
- No todo son joyas… deberías pensar en vestirte con diseñadores exclusivos…
- Mi ropa no tiene nada de malo – dijo ella mas colorada – me costó comprarla, no voy a botarla porque a ti te parece…
- ¿Vulgar y barata? – dijo burlón. Dobby llegó con un enorme paquete. Nick lo tomó y lo puso en medio del sofá, entre ambos. Miley miraba la gran caja y luego miró a los ojos verdes de su esposo. No se le ocurría qué podía ser…
- ¿Es un vestido?
- Nop – dijo y sacó la tapa de la caja. Miley abrió los ojos sorprendida. Dentro había un abrigo de piel. La castaña , acarició la suave piel de color oscura y miró a Nick – es nutria… sin depilar… es un abrigo que no debe faltar en el guardarropa de una mujer sofisticada – la miró. Ella tenía los ojos llenos de lágrimas. El sonrió – ¿te gusta?
- Y UNA MIERDA!! – dijo tirando el abrigo – ¿QUE MUJER QUE SE PRECIE DE TAL, PUEDE ANDAR CON CADÁVERES COLGANDO DE SUS HOMBROS? – Nick torció los ojos – ¡ERES UNA PORQUERÍA¿A MI, QUE SOY MIEMBRO DE P.E.T.A, QUE COLABORO CUANDO PUEDO CON GREENPEACE, VIENES A REGALARME ESTO?
- Miley yo no …
- ¡Tu, no qué, grandísimo insensible!! – Tomó el abrigo y se lo tiró por la cabeza – ¿llamas a esto sofisticación¡Yo lo llamo asesinato¿Y tu lo solapas? Eres… eres…
- ¡Ey!! yo no sabía que a ti te iba eso de la ecología¿Por qué no le dices algo a tus hermanos y sus chaquetas de piel de dragón?
- ¿Y tu como sabes que no les digo nada¿Acaso ves que las usan ahora?
- ¡Olvidé que tu eres una mandona, que se hace lo que tu dices o terminas con todo!!
- ¡No vuelvas a decirme eso Nick!! Menos en la situación en la que me encuentro – sus ojos dejaron escapar mas lagrimas – ¡saca eso de mi vista!!
- ¡Diablos estás frenética!! – dijo riendo y haciendo un lado el abrigo – creo que el tiempo de abstinencia para ti, debe terminar… – ella lo miró con los ojos redondos y abiertos tan grandes como platos.
- ¿Qué?
- Que quiero tener sexo contigo… creo que a ti te hace falta una buena sacudida… - y rió burlón.
- ¡Eres un idiota!! – trató de levantarse y salir, pero él la asió de la cintura y la tiró a la alfombra – ¡quítate!! – dijo nerviosa. El seguía riendo divertido – ¡Suéltame Nick!!
- No – la besó – por que gritas, si sé perfectamente que es lo que quieres… - la miro a los ojos - quieres que te apriete con mi cuerpo – Ella se removía, histérica – quédate quieta… me estás haciendo excitar mas de la cuenta! - dijo con la respiración alterada. Ella lo miró a los ojos. Nick tenía las pupilas dilatadas. Sus ojos verdes, eran casi inexistentes… y el fuego de la chimenea, le daba un brillo inusual a su cara. Dejó de forcejear para contemplar embelesada el rostro de su amante. El se separó un momento de su cuerpo, y con un rápido movimiento, se quitó el suéter y la camisa, sin desabotonarla. La piel se tornaba dorada, a causa del matiz rojizo del fuego que se reflejaba en su torso. Miley jadeó. El sonrió. – Creo que estás demasiado abrigada…- con delicadeza le quitó las prendas de la cintura para arriba, dejándola con el sostén. La falda de Miley fue subida hasta la cintura, dejando las piernas expuestas a la mirada del joven. Ella sólo cerró sus ojos, y disfrutó de la manera tan suave, y sensual con que Nick la acariciaba, a medida que la desnudaba – eres una tonta – ella abrió los ojos, algo perturbada – ¿de donde sacas que eres una mujer común y corriente? –
- Tu – dijo suspirando a medida que Nick, se acercaba con su mano a la zona mas sensible de su cuerpo - Tu me dijiste que era una muchachona, sin pechos, ni…
- Shhhh – le puso un dedo en los labios. Ella lo besó. – eres una mujer hermosa… - la besó con ansias. Se quitó como pudo el resto de la ropa, y terminó de desvestirla. Ella se movió incomoda.
- ¿Aquí? – sólo atino a decir. El sonrió.
- Vas a descubrir lo excitante que es follar sobre una alfombra, ratita… - antes de comenzar, tuvo la precaución de colocarse un condón. Ella no podía resistirse, lo deseaba tanto… sus manos recorrían frenética el cuerpo de Nick. No quería dejar de tocar ningún milímetro de su piel. Y la idea de hacerlo en un lugar poco convencional, la excitaba más. El la beso…y delicadamente fue adentrándose en su cuerpo, mientras Miley gemía entre susurros… comenzó a moverse con delicadeza. Ella arqueó la espalda y levantó un poco las caderas para que el acoplamiento fuera perfecto. Esto hizo que Nick gimiera de goce… Sabía que ella estaría dispuesta. Después de un rato de disfrutar en esa posición, sintió que era tiempo de experimentar… después de todo él debía ponerse en la piel de un maestro y tratar de elevar la sexualidad de su mujer de nula a experta… sin avisarle, salió de su cuerpo provocando un gemido de protesta en la castaña . El sonrió, y tomándola de la cintura la elevó apenas para disfrutar de sus pechos. Con ansiedad los besó, pasando su lengua sensualmente por los pezones, provocando descargas de placer en Miley. Mientras le prodigaba esas caricias especiales, aprovechó para acomodar su cuerpo dispuesto darle mas placer. Se sentó sobre sus piernas y lentamente la penetró. Miley jadeó… esa nueva posición hacía sentirlo completamente dentro de ella, y mas que asustarla, le encantó. El comenzó el movimiento característico, pero sabiéndola inexperta, tuvo la precaución de tomarla de la cintura y él mismo propiciar la fricción – ¿Te gusta? – le preguntó entre jadeos. Ella solo respondió apretándose a su torso y rodeando la cintura de Nick con sus delgadas piernas. Levantó la cabeza para que Nick tuviera acceso sin restricciones a su cuello. Adoraba sus besos en esa parte del cuerpo. – Eres perfecta Miley – dijo entre susurros. Ella no podría escuchar nada más, porque una ola de excitación y placer la inundó, al tiempo que escuchaba el gemido característico de Nick cuando el orgasmo era inminente. Se mantuvieron así… bien abrazados. Miley podía sentir en su piel el ritmo acelerado del corazón de Nick. El se separó un instante, tratando de serenarse, pero la visión de los pechos de Miley moviéndose furiosamente…. Posó sus labios suavemente en uno de ellos, y lo succionó con delicadeza… no tenía apuro… Después de unos minutos la miró a los ojos. Ella los tenía brillosos… se notaba a lo lejos que habia un momento mas que agradable. Esa imagen lo hizo sonreír. Sabía que era bueno en el sexo, pero de alguna manera, el hacerlo con Miley lo hacia sentirse el hombre perfecto a la hora de follar. Después de serenarse, tuvo tiempo de quitarse el condón y hacerlo desaparecer, y cuando estaba por besarla nuevamente, unas llamas verdes brillaron en la chimenea. Nick sólo pudo tomar un almohadón y taparse sus partes íntimas, y Miley pegando un grito de espanto, atinó a tironear el abrigo de piel y taparse, ocultándose detrás de Nick.
- ¡Nick!! – dijo la cabeza de un hombre que se asomaba a través del fuego.
- ¡Remus!! – dijo Nick algo cortado – ¿qué diablos quieres?
- Quería hablar contigo… - lo miró – ¿qué haces en la alfombra? – miró mas detenidamente – ¿y qué haces desnudo?
- ¿Tu qué crees? – dijo torciendo los ojos.
- No me digas que…
- Si te lo digo tengo ganas de matarte!! No me dejas terminar de disfrutar…
- ¿Y... Miley?
- Esta detrás mío… - dijo sonriendo – saluda a Remus cariño- Miley negó con la cabeza. Remus trató de mirar a otro lado. Estaba realmente abochornado.
- Nick, no me hagas esto… por favor – susurró Miley, avergonzada.
- Vamos saluda al viejo Remus – dijo él divertido.
- Hola… Re… Remus – dijo tratando que no se viera ninguna parte de su cuerpo, asomándose por el hombro de Nick.
- Disculpa Miley, yo… tenía que hablar con Nick... ¿puedo ir para allá?
- ¿Cómo crees? – dijo alterado – estaré en tu casa en cinco minutos… ¡déjame al menos vestirme!!
- Bien… yo, lo siento… eh… adiós – y desapareció. Nick reía a carcajadas.
- Este Remus…
- Parece que disfrutas humillándome – él la miró mientras se ponía el pantalón.
- No lo creas… solo que ha sido cómico – se agachó para darle un efusivo beso – Estaba tan caliente que me olvidé de bloquear la chimenea… lo siento – la besó nuevamente.
- Nick…
- No te vistas – sonrió – no he terminado aun contigo – ella se sonrojó – vendré en diez minutos.- La besó introduciendo con vehemencia su lengua en la boca de Miley y haciendo que esta gimiera – esperame en tu cama – tomó polvos flu y desapareció.
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Hellop babys! bueno aquí termina este gran maratón de 15 capis que me pidio Dany, bueno linda espero que te guste y disfruten , y a las que esperaban el maraton  de The Manual Of The Forbidden ese o tendran mañana es que ya estoy mega cansadisima y tendran mas capis que leer asi que no se pierdan los maratones de mañana  y me canse de subir mucho bueno ya seguire

10 comentarios:

/v\ dijo...

O.o y tu que me decias que no habia partes hot, hahhaha debi pedirete mas, haha me encanto, mañana tengo que esperar maraton de The Manual Of The Forbidden

V y J dijo...

omg SARIIIIIIIS!!!
ME PROMETISTE 5 CAPS MAS!!! LOS QUIERO AHORA!!! jajaja :P
jajaja omg que verguenza si me pasa eso me muero!!! jajaja
al fin se (bueno solo un poco) amisatan jajaja en el ultimo cap que pones!n dfsjgnsdfh por que nos haces esto!?
quiero maaaaas
BESOS :K
VALERY

Malena♥ dijo...

SARITA SARITA SARITA ESTA NOVE ME ENCANTA ESTUVO MUY BUENO EL MARATON Y RE LARGO ALGO QUE ME ENCANTOOO!!!!TENES QUE SEGUIRLA POR QUE YA QUIERO SABER QUE PASARA OOH AMO CUANDO NICK ES MALO LE DA UN TOQUE MAS SEXI!!!JEEJJE
TE KIERO LINDA Y CUIDATE!

jessi dijo...

OO POR DIIOS 1 UN DIA ENTERO DE MEGA LECTURAA LO AME LO AME LO AMEEE TIENES QUE SEGUIRLA PRONTOO EH PEQUEE

amitha dijo...

ICSNHEUUISECERI YOO YOO AH SIGUELAA

Anónimo dijo...

si no la sigues lloro lloro lloroo siguela porfiis

beln_de_jonas dijo...

ah jnxoiharc iuxu4htkicha buenisisismoo

tay-alizabeth dijo...

MORI MORI MORIII SIGUELA SIGUELA SIGUELAA

tay-alizabeth dijo...

MAS MARATON MAS MAS MAS

tay-alizabeth dijo...

HSNHSIFU SIGUELA AYAAA