Miley no supo
cómo, pero cuando salió de la maraña de sensaciones funestas en las que se
hundió desde su huida del hospital, se encontró frente a la puerta de una
señorial casa de un barrio en las afueras de Londres. La casona, parecía haber
pertenecido a una familia de gran abolengo, hoy venida a menos. Aun así, la
edificación estaba bien cuidada. Tomó la aldaba de metal, con forma de
serpiente, y golpeó la puerta. Después de varios minutos, esta se abrió,
dejando ver a un joven, de rostro pálido, con unos sorprendidos ojos grises,
que miraban a la joven frente a él. Sonrió, y su sonrisa parecía que
desencajaba en su rostro, siempre acostumbrado a estar serio y mirar con
rencor. Ella podía lograr eso en ese ser, que había perdido todo… sus padres,
que purgaban condenas en Azkaban de por vida, su dinero… su posición. Sólo le
quedaba ella. Y sólo con eso era medianamente feliz.
Liam Hemsworth
tenía 24 años y se desempeñaba como ejecutivo Junior en una empresa muggle.
Sonreía, y se preguntaba qué diría su padre, si lo viera trabajar rodeado de
"sangres sucias… y mugrientos muggles". Aunque él ya no pensaba así.
Ella le hizo ver las bondades de confraternizar con los muggles, y que a veces
ser "sangre limpia, no era sinónimo de grandeza". Y lo corroboraba
viendo a su mejor ejemplo: sus padres. Miró nuevamente a la muchacha que, con
lágrimas en los ojos, suplicaba por un abrazo. El, no se hizo esperar. Dejó que
ella entrara y la rodeó con sus brazos, haciendo que ella se abandonara sobre
su pecho, y llorara con todas las ganas del mundo. No supo cuánto tiempo estuvo
así, llorando, abrazada a su novio. El lo entendía y la dejaba… desde hace
tiempo se había convertido en su paño de lágrimas… le gustaba, sentirse
necesario. Ella se sentía una niña pequeña nuevamente, siendo abrazada por su
padre, como solía hacer, cuando se lastimaba en el jardín de la Madriguera.
Después de desahogarse levantó la cabeza y él mirándola con la ternura y el
amor que sólo ella le podía inspirar, le dió el mas suave de los besos. Ella
rodeó su cuello con sus delgados brazos, y también lo besó. Al cabo de unos
segundos se separaron.
- Mucho mejor? –
preguntó. Ella volviendo a apoyar su cabeza sobre el pecho de Liam asintió.- No
tengo que preguntarte de dónde vienes…
- No lo
preguntes… lo sabes bien – lo miró – fue horrible… - él le puso los dedos en
sus labios.
- Ya fue horrible
para ti vivirlo, no dejaré que me lo cuentes y recuerdes… te causaría más
dolor.
- Por eso te
quiero tanto… - volvió a besarlo. – Gracias, por existir…
- No, gracias a
ti, por existir… sabes que yo estaría en un basurero si no te tuviera Ginevra.
- nunca la llamó Miley. Le parecía un diminutivo despectivo, para una mujer tan
grandiosa como ella.
- No seas tan
tonto – sonrió, y se secó las pocas lágrimas que quedaban suspendidas en sus
pestañas.
- Quiéres algo de
comer? He preparado la mejor de las pastas…
- Gracias, pero
no puedo. Demi y Joe me esperan en la madriguera para cenar. Sólo vine a
verte un segundo.
- Cuándo te
quedarás aquí? – le preguntó sin rodeos.
- Liam, tu sabes
que…
- SE… - suspiró –
le prometiste a tus padres. Pero ellos no tienen idea de…
- No me importa –
dijo seriamente – aún si mis padres murieran, mantendría esa promesa!
- Pero si tu
quisieras… nos casaríamos – la miró – qué te cuesta?
- Me cuesta,
porque no quiero casarme con el solo propósito de hacer el amor contigo.
- Entonces… - se
acercó sugestivamente, y ella comenzó a temblar – podríamos olvidarnos un poco
de todo y disfrutar el uno del otro – la abrazó y sin darle tiempo a
reaccionar, le dió delicados besos en el cuello. Miley cerró los ojos. Se
sentían tan suaves sus besos… no tenia idea cuánto le iba a durar negarse a esa
propuesta. – No me lo niegues, tú también lo quieres.
- No… Liam por
favor… detente – suspiraba. Liam sin escuchar sus intentos de protesta, la iba
llevando hacia el sofá dejándose caer encima de la Castaña suavemente. Miley
podía sentir todo el cuerpo de su novio sobre ella, y esto le causaba terribles
sensaciones de placer. No era la primera vez que eso sucedía. Liam había
intentado vencer sus defensas desde la escuela, pero ella se mantenía firme.
Sólo que, en esos momentos, después de sus visitas al hospital, se sentía
demasiado vulnerable. – Liam, no me hagas esto… - El comenzaba a separar las
piernas de la chica para acomodarse mejor. E instantes después, atacó su cuello
con sus labios, mientras sus manos se deslizaban peligrosamente por la cintura,
buscando piel.
- Miley, no sabes
cuánto te deseo… si sólo pudieras entender, cuánto me duele no tenerte. Te amo
– sus labios abandonaron el cuello y se dedicaron a probar los labios de la
joven, forzando a abrir la boca de su novia para que su lengua se abriera paso.
Miley recorría con sus dedos la espalda del joven con pasión, tratando de
defenderse de algo que aunque ella lo negaba, quería que pasara. Si tenía que
ser honesta, lo deseaba desde que salió de la escuela. Cómo no hacerlo, si Liam
tenía un cuerpo espectacular… delgado, pero firme. Pero estaba la promesa, esa
que le hizo a su madre cuando tenía quince años… mucho antes de Liam, cuando en
su mente solo existía Nick. Su sólo recuerdo hizo que tensara las piernas. Liam
sintió esa rigidez, por lo que tratando de seducirla, su mano se deslizó por
encima de la blusa y tocó uno de sus pechos. Ella suspiró. Sacó de sus
pensamientos a Nick, pero aún estaban sus padres… y vio que los defraudaba.
Cuando Liam metía su mano por debajo de la falda, acariciando suavemente la
parte interna de los muslos, ella reaccionó.
- No! – y de un
empujón, lo tiró al suelo – lo siento, no puedo… - el joven, bastante excitado,
trató de serenar su respiración, con rabia – No me mires así – dijo
acomodándose la ropa – es mucho mas fuerte que yo…
- Crees que puedo
seguir así? – ella lo miró – Años tratando de estar contigo… Y tu negándote?
- Sabes que…
- SE DE TU
MALDITA PROMESA! PERO ACASO NO ME AMAS? - ella asintió - ACASO NO TE IMPORTA LO
QUE ME PASA?
- Le prometí a
mis padres, Liam… yo les prometí que no haría nada hasta que me casara… - sus
lágrimas volvieron a nublar su visión.
- ENTONCES POR
QUE NO TE CASAS CONMIGO DE UNA MALDITA VEZ!!
- PORQUE NO
QUIERO APRESURAR ESTO! Porque no quiero que esto tan lindo que tenemos se
ensucie, sólo por tener sexo!
- Sólo son
excusas… a veces pienso que estás conmigo por rutina. Ya te acostumbraste a mi
– ella se acercó y le tomó la cara.
- No vuelvas a
repetir eso!! Sabes que te quiero! Sabes que he abandonado mucho por ti, para
estar contigo.
- Pero aún así,
no dejas que te haga mi mujer… y no quieres casarte conmigo - dijo apenado.
- Sólo estoy
esperando el momento en que ellos despierten de…
- DESPIERTEN? POR
FAVOR… SON VEGETALES!! Ellos nunca se repondrán!! Mira a los padres de
Longbottom 23 años y él, con todos sus experimentos no puede hacer nada!! – Miley
buscó su abrigo – es que acaso tendremos que esperar toda la vida… qué sucederá
si tus padres no se recuperan? Moriré sin acostarme contigo, maldición!!
- Tengo que irme
– lo miró – cuando te pones así, no razonas.
- La que no
razona eres tu… dices que me quieres pero no te juegas por mi amor… vete, no
dejes a tus amiga y tu hermano esperar por ti. – Ella lo miró, él le dió vuelta
la cara. Ella sintiéndose la peor persona, tomó su bolso y desapareció.
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Encendió un
cigarrillo. Era uno de los vicios muggles que se le habían pegado desde que
abandonó su faceta de gran héroe del mundo mágico y decidió vivir en el mundo
muggle. La habitación estaba a oscuras. La cama desordenada, era el mudo
testigo de lo que había pasado hace instantes… sólo sexo… banal, sin sentido,
pero buen sexo al fin. Era la rutina: llegar, saludar, follar, y largarse de
ese asfixiante lugar. Para él, ella no se merecía más, y ella no se quejaba de
ese trato. Se encontraba solo en esa habitación que odiaba… y como cada vez que
esa mujer abandonaba la cama y se metía al baño, aunque trataba con todas sus
fuerzas de que no ocurriera, él se acordaba de la otra, la que con su
indiferencia le rompió el corazón, y se preguntaba cómo sería hacerle el amor.
Suspiró. Y una llamarada de ira se apoderó de su pensamiento, imaginando que el
maldito de Hemsworth la disfrutaba a pleno… y él no. Terminó el cigarrillo y
salió de la cama para buscar un Whisky de fuego. Demasiado fuerte para su
gusto, pero que ayudaba a borrar pensamientos impropios. Y eso era ella. Un
pensamiento que no tenía que estar en su cabeza… pero estaba, y el dolor que
causaba, era mil veces peor que el dolor que Voldemort le infligía a través de
su cicatriz. Se tocó la frente instintivamente y apuró el vaso tomando el
líquido ambarino de un trago. Hizo una rara mueca… aún no se acostumbraba al
ardor que causaba el paso del Whisky por su cuerpo. En ese momento, Romilda,
salió del baño. El la miró. "Se
ve tan vulgar", pensó. Tenía un camisón muy corto, de color negro,
transparente, que no dejaba nada a la imaginación, debajo de una transparente
bata, que tapaba mucho menos... No llevaba sostén, por lo que se podían ver sus
pezones a través de la fina tela, y una diminuta tanga del mismo color… Ella se
acomodaba el pelo en una coleta… Nick miró el brillo del renegrido cabello de
la mujer que estaba ahí con él, y recordó el color furioso de su cabello… "parecía una llamarada de
fuego… fuego y pasión.,.. Eso debe ser ella en la cama"… "Y no es
mía", repetía para si
mismo. Romilda llegó hasta la cama y trató de tomarle el rostro, a lo que él
sólo respondió quitándole la mano casi con violencia. La muchacha, sonrió
despectivamente y se sentó.
- Veo que aún no
estás de buen humor… – dijo mirándolo sensualmente, aunque esto a Nick no le
movía un pelo.
- Tu nunca logras
ponerme de buen humor – la chica se puso seria.
- Vaya!! No me lo
digas? – dijo incrédula – tus palabras parecen vacías, si me pongo a pensar en
como has estado hace un rato… Parecía que quisieras follar con todo, porque se
acababa el mundo – rió.
- No te rías! –
dijo asqueado – me enferma esa risa – ella se calló – Y si, sé aprovechar por
lo que pago.
- Eres una
porquería sabes? – dijo ella con rabia.
- Aun así, te
satisfago sexualmente… y encima recibes una mensualidad que te hace vivir como
reina...
- Algún día
encontraré alguien que realmente me valore por lo que soy.
- Ja! Ja – dijo
burlón – una tía que no importa quien la folle con tal de vivir con lujos? –
ella hizo el ademán de separarse. El la asió de la cintura y la dejó debajo de
su cuerpo, que empezaba a despertarse nuevamente.
- Déjame Nick… no
sé por qué sigues conmigo. – dijo ella con una falsa indignación.
- Ya te lo dije,
me es fácil follarte… sólo una caricia y estás entregada… Sé que puedo tener a
cualquiera si me lo propongo – la besó con violencia. A veces lastimaba sus
labios al hacerlo, pero esto la hacía excitar más, que se movía
descontroladamente debajo del cuerpo masculino, esperando excitarlo – mírate…
sólo un beso y ya estás lista para mi – de un tirón arrancó las bragas y sin
esperar a nada, la penetró… ella gemía, de placer… él sólo trataba de
descargarse.
- Eres una
basura!! –decía ella, mientras sus labios recorrían su cuello. El no la oía.
Había comenzado el ritual de pensar en Miley mientras estaba con otra mujer.
Sólo así aguantaba ese perfume femenino barato, el olor a cigarrillo que tenía
esa mujer en los labios. Merlín, como la odiaba. Los movimientos eran cada vez
mas bestiales… quería herirla, quería que Miley pagara por cada una de las
palabras que dijo. "Te
odio por todo lo que vivimos y por lo que vivirás!! Ojalá Voldemort te hubiera
asesinado…!!!"
- Pues somos dos
los que pensamos igual!! Maldigo la hora en que me fijé en ti!! – dijo, cuando
el clímax le dio paso al orgasmo. Todo terminó en eso. Su respiración estaba
entrecortada. Romilda lo miraba sin decir nada. No podía quejarse… lo quería,
no al punto de amarlo con locura, pero él le hacía pasar momentos como ese,
memorables desde el punto de vista sexual. Ella sabía que él no le pertenecía
en absoluto. Nick se levantó rápidamente y fue al baño. Salió a los cinco
minutos bañado y envuelto con una toalla a la cintura. – tengo que irme… se me
hace tarde para una reunión.
- Vienes después?
- Sabes que me
aburro contigo… eres tediosa. Prefiero aburrirme en casa solo.
- Cuándo podré ir
a tu casa, amor? – y se arrepintió de haberlo dicho. El se acercó, aún sin
abotonarse la camisa, y la tomó de la muñeca acercándola peligrosamente.
- No soy tu amor,
sólo eres una maldita amante… me saco las ganas contigo. No te deseo, ni te
amo. Mucho menos te tendría que llevar a mi casa… solo a ella…- se calló
súbitamente y la soltó. Romilda no lloraba. Sus palabras ya no le importaban.
Sólo le importaba… - El dinero del mes te lo traerá un cadete… - ella sonrió
complacida – El auto… no me satisfaces tanto como para retribuirte con uno de
esos – ella se puso seria – Pero te doy demasiado dinero. Si ahorraras podrías
comprarte uno.- Se puso el saco y se fue hacia la puerta.- Es hora de que
empieces a pensar en qué ganarte la vida...- ella lo miró asustada – Algún día,
terminarás por darme asco y no tendré piedad cuando te deje. – y salió de la
habitación.
6 comentarios:
AHH AMIGAA SIGUELA ESTA RE BUENAAAA AHH SIGYUELA VOY EN LA MITAD PERO SIGUELAAA
hahhaha puto Nick que malo, me cae mal, hahahhaha ok ya, siguela asdfghjklñ
siguelaa
amo a nick cuando es malo le da un toque mas sexii!!! jajaja me encantooo el capis seguilaaa!
GGRRRR!!!! AMO LA FORMA DE SER DE NICK.... GGGRRR!!! JAJA CASI CASI AGARRA SU LATIGO Y LE DICE: ANDALE HECHATE!!! ERREA MUJER!!! JAJAJJAA OK OK SUEÑO JAJAJAJJA
AWW AMO AMOOO SIGUELA!!!!! ME ENCANTA!!!!! QUIERO SABER QUE PASA SISISIISISIIS POR FAVOOR!!!!!!!!!!!!!!!!
TE AMO HERMOSA!!!! UN BESOOOTOTOTEEEE TE AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
wow!!!! QUÉ NOVELA!!!!Nick es tan... TAN pero de cierta forma lo hace todo porque está muy dolido, ya quiero que él y Miley se reencuentren para ver que pasa!!!!
SUBE PRONTO QUE MUERO POR VER EL QUE SIGUE!!! =D
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