Capitulo 8
- Esto es una especie de broma
no? – dijeron los gemelos, cuando en la noche todos se reunieron de urgencia por
pedido de Demi. Todos estaban presentes, menos Charlie que había partido a
Rumania por un problema con unas crías de dragón. Miley les contó, con lujo de
detalles, la charla que había mantenido en la mañana con Nick, y las
consecuencias de ello. – en verdad él no creerá que nosotros aceptaremos eso¿o
si?- Los cinco Cyrus y Demiestaban sentados sin saber qué decir… estaban
devastados. Si de algo estaban seguros, era que su hermana nunca aceptaría
dejar al amor de su vida, para aceptar semejante disparate. Joe estaba más
meditabundo que los demás. Tenía la mirada perdida en el fuego, como tratando
de encontrar una explicación a la actitud de su amigo. Demilo observaba y
trataba de averiguar qué pasaba por su mente… y conociéndolo, llegó a la
conclusión de que no era algo bueno. Más convencida estuvo cuando se levantó de
golpe de su asiento con una mirada mezcla de furia e impotencia.
- ¿Qué quiere lograr con esa
propuesta¿Cree que va a humillarnos¡Nosotros no le hicimos nada! Sólo decidimos
que entre Miley y él, elegíamos a nuestra hermana, aún sabiendo que él no tuvo
nada que ver en el ataque…
- ¡Si tuvo la culpa! – dijo Miley,
obstinadamente.
- ¡Cállate! – dijo Bill - por
ti y tu porfía, estamos en esta situación!!
- ¿Disculpa… mi porfía?
- ¡No te hagas la desentendida
ahora¡Tú lo alejaste¡Con tu actitud nos obligaste a ignorarlo, y ahora él se
desquita con papá y mamá, por tu maldito egoísmo!! Debimos dejar que te fueras,
a ver si ese Hemsworthte soportaba un mes…
- ¡Basta! – dijo Demi– ya les
dije que peleándose no llegarán a nada…
- Demitiene razón – dijo Joe –
él nos está probando… está tirando de la cuerda, para ver cuánto aguantamos… se
está burlando de nosotros, sólo deberíamos esperar.
- ¿Esperar qué? – dijo Bill.
- ¡No sé!! El otro Nick era
predecible… este, no sé. Es tan…
- Siniestro- Miley terminó la
frase de su hermano. Joe asintió - me daba asco y a la vez temor. Como si
fuera…
- ¿Voldemort?
- Si…
- Yo también lo pensé así.
- Creo que ustedes han visto
demasiadas películas muggles – dijo George – llevan la exageración al extremo.
¡Nadie, jamás, podría ser igual que Voldemort! – rio – mucho menos Nick. – Fred
asintió, dándole la razón.
- Tu porque no te cruzaste con
él – dijo Miley, con una voz cargada de asco.
- ¡El no es Voldemort!! – dijo Demi,
triste.- Miley, tu estás imaginando cosas sólo porque lo odias, y Joe …
- ¡Tú no hablaste con él!! –
dijeron Joe y Miley a la vez, interrumpiéndola.
- Aun así, él está herido. No
es malo, Miley – sus ojos se aguaron –ha estado solo toda su vida, sufriendo el
abandono de sus tíos y cuando al fin logró tener algo parecido a una familia,
lo echamos como un perro acusándolo de algo injustamente… - miró a Miley que
iba a objetar – sé lo que piensas, pero yo también tengo derecho a decir lo que
pienso. Nick no es malo, nunca lo sería… menos con… – se calló. No era quien
para revelar el secreto de su amigo.
- Está bien¿pero qué haremos? –
dijo Fred – estamos en el mismo lugar desde donde salimos, o sea, no avanzamos
nada.
- Bueno es obvio que ninguno de
nosotros puede hacer nada – dijo George y evitó mirar a su hermana.
- Entonces... – Joe se levantó
– todo queda como antes. No se hable más del asunto.
- Joe … - Miley habló – chicos,
perdónenme. ¡Yo no puedo! esto es algo que escapa a mi…
- No te preocupes – dijo Joe abrazándola – haremos de cuenta que nunca leímos la noticia y que no hablamos
con Neville – ella bajó la mirada.
- Bien – dijo Bill levantándose
y tomando su capa – me voy. Fleur no se ha sentido bien últimamente…
- Nosotros también nos vamos.
Mañana tenemos una reunión con el tipo que comprará parte de nuestro negocio –
dijeron Fred y George. – adiós a todos.
- Joe… - dijo Miley
- Yo tengo que ir a… ver si las
gallinas tienen comida.- y salió de la sala rápidamente.
- Me odian – dijo Miley con
lágrimas en los ojos.
- No – dijo Demi, levantando
las tazas – sólo que, es algo que ellos no pueden resolver. Desgraciadamente,
tú fuiste la elegida. Nick decidió descargar su furia en ti. Eres la única que
tiene la respuesta- la miró - o aceptas o te niegas.
- Ellos me hacen optar por algo
que no quiero.
- ¿Acaso escuchaste a alguno
decir "Bueno Miley, ya sabes lo que tienes que hacer? – ella negó –
entonces no digas algo que nadie escuchó. – dijo Demiseria. – tienes esa manía
de malinterpretar todo Miley. Siempre modificando las palabras para quedar como
la mártir.
- Perdona es que…esto me
supera.
- A todos nos supera, pero
bueno, es hora de seguir adelante. Tus hermanos optaron por dejarte en
libertad, y tú elegiste a Liam. Bien, te aconsejaría que cuando él regrese,
arregles tu situación.
- ¿Qué quieres decir?
- Que vayas poniendo la fecha
para tu casamiento… -sonrió – Liam Hemsworthno esperará mucho tiempo por ti.
- ¡Demi!! – dijo sonriendo –
¡quiero casarme con él!!
- Y entonces…
- Solo que esperaba que mis
padres se recup… - se quedó en silencio. Era en vano esperar, porque sus padres
nunca se recuperarían. Al menos no con la ayuda de Nick. - Creo que tienes
razón. Cuando Liam regrese, le diré que quiero estar con él. Es hora que de una
vez por todas comience a forjar mi futuro.
+-+-+-+-+-+-+-
Pero Liam, misteriosamente tuvo
que quedarse por el Caribe al menos un mes mas de lo planeado, porque uno de
los socios de su jefe, no estaba conforme con los informes emitidos, y exigía
un detalle pormenorizado, que lo obligaba a quedarse mas tiempo en ese lugar.
Por supuesto que Nick había logrado su cometido: dejarla sola y vulnerable,
para no darle otra opción que aceptar. El plan de sacar de su lado a Malfoy,
por el momento funcionaba. Pero no quería hacer más. Ella sola debía llegar a
la conclusión de que él era su única salida. No movería un pelo para manipular
mas la situación.
Miley maldecía su mala suerte
al no poder ver a Liam y aborrecía cada minuto el trabajo de su novio. Con
mucho pesar recibió la carta que le enviara diciéndole del cambio de planes y
que su estancia en el extranjero se prolongaría mas de la cuenta. Suspiró. Mas
de un mes sin su presencia, le costaría bastante, y aunque solo hubieran pasado
días de su partida, parecía que Liam se hubiera marchado hace años, lo
extrañaba horrores. No pudiendo hacer nada al respecto, enfocó todas sus
energías en su trabajo y a, silenciosamente, planificar una boda; así para
cuando su novio regresara, ella le tendría la sorpresa de su vida.
Pero, así como en su vida
sentimental todo marchaba bien, por su casa las cosas no estaban color de rosa.
Sus hermanos mayores, que no vivían en la casa, ya no se aparecían tan seguido
como antes, y el único con el que convivía, Joe , apenas le hablaba. Antes, en
el Ministerio, él buscaba la forma de verla unos instantes y charlar de algo.
Ahora, ni siquiera eso podía esperar. En más de una ocasión Miley creyó que su
hermano al verla por un pasillo, la eludía. En la casa tenía esa misma
sensación, pero la soledad se sentía peor. Era evidente que sus hermanos
lentamente, le rehuían, no querían estar con ella. Miley al principio los dejó,
porque pensaba que eso se les pasaría pronto, pero con el correr del tiempo y
ya pasadas más de dos semanas sin hablar con ella, entendió que sus hermanos la
estaban culpando, la estaban castigando… lentamente la estaban abandonando. Se
sintió fatal, y aunque Demile dirigía la palabra como siempre, no podía
imaginarse tener una vida feliz con Liam, sin sus hermanos. Ya tenía que
acostumbrarse a una vida sin sus padres, pero si le faltaran sus hermanos… "Mamá, papá" pensó. "Necesito tanto verlos." y sin mas, dejando su escritorio con
un montón de trabajo a medio terminar, tomó su bolso y se dirigió a la chimenea
del lobby del Ministerio. Desde allí llegaría vía polvos Flú al hospital.
Cuando estuvo parada frente a
la puerta de entrada a la sala de "Daños provocados por hechizos"
ubicada en el cuarto piso, Miley suspiró resignada. Después de no haberle
contestado a Nick, tendría que hacerse a la idea de verlos en ese lugar, de por
vida. Abrió la puerta y avanzó con paso decidido por el interminable pasillo
hasta la habitación de sus padres. Saludó fugazmente a la sanadora de guardia y
entró. Su madre estaba sentada en una mecedora, y su padre parado frente a la
ventana, con la mirada perdida en la calle.
- Hola mamá – dijo serena y le
dio un beso. Su madre siguió meciéndose en la silla, como si nadie hubiera
entrado. – estás muy bonita hoy con ese lazo en el pelo. – Se apartó sonriente
y se dirigió a su padre – ¡papá, cada día mas guapo! – le tomó la mano – ven,
ya es tiempo de que te recorten un poco el pelo, y yo no he traído mis tijeras.
Bueno, quizás con mi varita pueda hacerlo – buscó en el bolso su varita, su
padre todavía miraba por la ventana. Cuando ella la encontró, no vio los ojos
abiertos de su madre que la miraban con horror – Bien, cual era el hechizo…-
una mano le arrebató la varita con brusquedad. Ella se giró, y quedó de piedra,
al mirarlo.
- ¡No vuelvas a blandir la
varita en esta sala! – la miró con rabia – ¿no te das cuenta la cara de tu
mamá? – Miley despertó de su sorpresa y miró a su madre que todavía contemplaba
asustada la varita.- ¡Guárdala! – Miley lo hizo rápidamente. – ¿no te avisaron
que aquí no se permite el uso de la varita, salvo por cuestiones estrictamente
curativas? Me sorprende de ti… tus padres no pueden ver una varita, eso les
recuerda cuando… - se quedó callado – Ni los sanadores pueden utilizarlas con
ellos. – Miley tuvo ganas de llorar – Supongo que lo sabías – la miró.
- ¡Nick querido!!! – dijo de
pronto Molly y se levantó para abrazar al joven. Miley lo miró y él miró a la
mujer, con una ternura que la impactó.
- Señora Cyrus… - dijo
tímidamente. Miley no podía entender por qué se comportaba así. Si él era todo
lo contrario – Le he traído algo, espero que le guste – y sacó de su capa una
caja de chocolates finos de Honeydukes – son sus favoritos – la mujer tomó la
caja y fue a sentarse en la cama. La abrió y comenzó a comer. Nick miró hacia
la ventana – Señor Cyrus – el padre sonrió –traje lo que me pidió. - y le
entregó una caja llena de revistas muggles.
- Ahhh – dijo sonriéndole, tomó
la caja y se fue a un rincón de la habitación, y tomando una revista se puso a
mirarla. Nick sintió una punzada en su pecho. No era su culpa, pero como si lo
fuera. Miley tenía unas ganas tremendas de golpearlo. El sabía más de sus
padres que ella. El la miró.
- No recibí tu respuesta. -
dijo mirándola de reojo.
- Decidimos quedarnos así… - le
respondió aun aturdida por lo pasado momentos antes.
- Bien – tomó su capa – buena
vida Cyrus. - Se fue, así, sin más. Estaba enfurecido, ella lo había rechazado.
Se había negado por su estúpido orgullo Cyrus a estar con él. Tenía ganas de
romper el edificio entero de la rabia, pero se contuvo. Salió de allí
rápidamente. Miley se quedó quieta un segundo, contemplando el movimiento de su
capa al marcharse. Luego miró a sus padres, perdidos entre chocolates y
revistas muggles, y no aguantó más. Se apresuró a salir, para gritarle,
insultarlo, decirle cuanto guardaba en su mente, y lo alcanzó en el elevador.
Lo tomó de un brazo y lo hizo girar.
- ¿Quién te crees que eres? –
le dijo tratando de serenar su respiración – Por qué traes esas cosas a mis
padres… ¡no tienes derecho!! No quiero que vuelvas a perturbar la tranquilidad
de mis padres¡Eres la peor basura del mundo!! Maldito desgraciado, infeliz que…
- Mira – dijo con asco –
primero, suéltame –tiró del brazo y se soltó – segundo, hago lo que se me da la
gana. Tu padre en cierta manera, me pidió las revistas. Si tu tuvieras un poco
de consideración lo sabrías y se las traerías, pero no, tu maldito orgullo te
ciega!! Tu orgullo y tu asqueroso ego!! Claro, yo soy la basura… yo perturbo su
tranquilidad¿que haces tu, comadreja? Vienes a llorar y que se apiaden de tu
miserable existencia? Ja, no me hagas reír!! No veo que seas tu la que está
internada en esta mierda de lugar…
- ¿Que intentas decir?
- Ahora te haces la que no
entiendes lo que te digo? Bien, voy a explicártelo bien, porque parece que no
te llega la sangre al cerebro para comprender lo que trato de decirte!! – le
dijo burlonamente - Solo vienes aquí a contemplar tu dolor, no vienes a ver a
tus padres. Aquí te haces la mártir, "todo lo que Miley Cyrus sufre",
pero no te detienes a pensar un minuto en lo que ellos necesitan. ¡vaya¡Gran
hija resultaste ser!! – ella abría la boca para tratar de decir algo pero no
podía refutar semejante declaración – vamos¿tienes algo que decirme? Me
preguntas porque le traigo esas cosas, las revistas, porque a tu padre le
gustan. Lo descubrí un día que traje una sin querer. Claro que sé que no puede
leer, sólo que le fascinan los colores y las imágenes. - ella no aguantó mas y
derramó unas lágrimas – Oh… - dijo sarcásticamente – ¡la pequeña comadreja Cyrus
está llorando! que patética te ves. Disculpa que no sienta pena por ti, tengo
demasiadas cosas, mucho mas importantes que tu en mi vida, para detenerme y
compadecerte…
- Nick…
- Tomaste una decisión, no
vuelvas a molestarme en mi vida, porque te juro que no seré tan complaciente
contigo, ni con tus hermanos – se dio la vuelta para entrar al elevador que en
esos momentos llegaba al piso – buena suerte ratita.
- ¡Espera! – dijo ella al fin –
está bien… - él la miró.
- ¿Está bien, qué? – Dijo
simulando enojo, pero en el fondo de su ser, esa pregunta encerraba un dejo de
esperanza.
- Será lo que tú digas. Me
casaré contigo… sólo dame tiempo para arreglar mis cosas. - él sonrió
burlonamente.
- Lo siento – ella lo miró con
desesperación – te di tres días para que contestaras… el plazo expiró – tocó el
botón que lo llevaría a la planta baja – es una pena que te tardaras tanto…
- ¡No¡No puedes hacerme esto! –
dijo llorando – Por favor… - él se dio vuelta –
- Perdón? – dijo sonriendo –
¿que yo no puedo hacerte que? Te di tres días, y tu te tardas mas de dos
semanas para decidirte. Acaso yo tengo la culpa de que tu seas una infeliz
orgullosa que pensó que podría responder cuando quisiera? Hay niña… madura! –
rio – el mundo no se mueve de acuerdo a tus preferencias!! Deberías entender
que hay intereses en juego. Te di el tiempo necesario, no supiste aprovechar
tus oportunidades… es una pena que tus padres no puedan disfrutar de una vida
normal, solo porque a ti se te ocurrió encapricharte.
- ¿que quieres¿Que me arrodille
y te lo suplique? – él se tensó.
- Déjate de estupideces. ya te
lo dije, tu momento ya fue. Ahora no tengo tiempo para tus rueguitos… me das
asco – Miley se sintió la mas miserable del mundo y sin detenerse siquiera a
pensar se aventó al ascensor, cuando este cerraba sus puertas, y sin decir nada
se arrodilló ante Nick que se quedó perplejo ante la actitud de la chica. –
¿Qué haces¿Piensas que haciendo este numerito vas a lograr algo¡Levántate!
Nunca vi a alguien haciendo un papel tan miserable.
- Por favor, ayúdanos…
ayúdalos. Te lo pido de rodillas, no nos rechaces!! Acepta mi respuesta…
- Levántate… - dijo con asco,
preguntándose hasta donde iba a llegar ella con tal de salirse con la suya.
- ¡Por favor!! – Nick la tomó
de las manos, violentamente.
- Te dije que te levantaras…
¿ahora suplicas? no veo por qué lo haces Miley, yo no supliqué cuando tus
insultos y tus acusaciones infundadas me obligaron a marcharme… acepté su
decisión aun doliéndome como me dolía…
- ¡Por Favor!! Préstanos el
dinero – dijo, y sus lágrimas aparecieron a borbotones.
- ¡LEVANTATE! Maldita Seas!!
- ¡NO¡NO LO HARE HASTA QUE ME
DIGAS QUE ACEPTAS MI RESPUESTA!!
- ERES UNA… – la levantó de las
muñecas y la puso a la altura de su cara. Ella continuaba llorando. – ¿Aceptas
casarte conmigo, entonces? - ella asintió vencida. El sonrió triunfante – bien…
le diré a Remus que arregle el contrato. Te doy tres días para que le des la
buena nueva a tu noviecito – al escuchar estas palabras, Miley se sintió morir.
- ¡Pero él no vendrá de su
trabajo hasta dentro de un mes!!
- ¡Que pena¿Por qué no le
mandas una carta¡Así te desobligas de causarte una pena tan grande, cuando se
lo digas en la cara!! – rió.
- Cuándo…
- ¿Cuándo les daré el dinero? –
ella asintió – no se los daré – ella lo miró – yo arreglaré las cuentas con
Neville y Joe se encargará del resto. Tú no tendrás participación en esto. Solo
hablaré de negocios con tus hermanos – la miró - Después de todo, tengo que
arreglar tu compra con ellos.
- Nick, yo… viviré en mi casa.
– dijo tratando de poner condiciones – él la miró y lanzó una carcajada.
- ¡Oh, no¡Tu no estás en
condiciones de exigir nada, ratita! – dijo al llegar al lobby del hospital
–vivirás en mi casa. ¡Ni loco voy a esa basura de rancho en la que vives!
- Alguna vez te gustó vivir ahí…
- Ese
era el otro Nick, y ese idiota, compréndelo bien, está muerto – caminaba hacia
la salida del hospital – ¡muerto y enterrado!! No te olvides – dijo llegando a
la falsa vitrina – desde hoy, tienes tres días para que dejes a tu noviecito…
sino – la miró – ¡seré yo quien le de la buena nueva!! – y rió, tan frío y
siniestro como siempre. Miley se abandonó en un sillón cercano al elevador. No
tenía idea cómo iba a dejar a su novio. Una solitaria lágrima caía por su
mejilla y se perdía llegando al mentón. Cerró los ojos tratando de imaginarse
su futuro al lado de Nick. Los abrió suspirando profundamente, mientras se
levantaba y salía del hospital. Ya estaba todo resuelto. Todo sacrificio valía
la pena… todo por sus padres…
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