sábado, 17 de marzo de 2012

Átame a ti - capitulo- 32


―Igual me levantaré por Eliza durante la noche. Compré otro monitor de bebés para mi cuarto así que la puedo oír. Pero tú podrías querer tener presente que no estaré de regreso hasta tarde por el siguiente par de noches.
Pregúntele donde va a ir.
Como el infierno. El antigua miley testaruda se impuso y señaló que no estaban casados. nick podría hacer cualquier cosa que quisiera y maldito sea él por no estar satisfecho con ella ni en la cama ni fuera de ella. ¿Pero no era eso simplemente la historia de su vida?
―¿Alguna otra cosa?
―No. ―Él señaló la sala de estar―. ¿A menos que quieras ir arriba para ver un poco de televisión conmigo ahora que dejamos esta discusión largamente esperada fuera del camino?
Frustrada con él, pero en su mayor parte consigo misma, ella medio gruñó, medio refunfuñó mientras furiosa subía las escaleras.
Escuchó a nick decir:
―Supongo que debo tomar eso como un no.



―Ey, bebé. Deja de gritar. Ssh. Está bien. Mamá está justo aquí. Ssh.
Eliza siguió llorando. Por cuarta hora consecutiva. No había comido. No había dormido. No tenía el pañal sucio. Ni salpullido por el pañal. No tenía fiebre. No había vomitado. No tenía gases. No tenía diarrea. Estaba más que quisquillosa.
Y miley no sabía por qué. Hacía que se sintiera como una madre horrible. Había tenido que dejar el trabajo antes del mediodía porque Eliza no dejaba de llorar. Había probado ponerla en el columpio. En la sillita balancín. Había probado mecerla y cantarle y leerle. La había atado en el Snugli y la había paseado por el camino de acceso. Le había dado un baño tranquilizador aromatizado con hierbas calmantes. Probó con restregarle la barriga. Le frotó la espalda. Nada funcionó.
En un impulso, miley ubicó a Eliza en su asiento del automóvil y se dirigió hacia Sundance. Usualmente los sonidos rítmicos de las llantas chasqueando en el camino lleno de baches hacían que Eliza se duerma inmediatamente. Hoy no lo hizo. Eliza lloró todo el camino hasta el pueblo. Los completos cincuenta kilómetros.
miley estacionó delante de miley Blue, haciendo malabares con el portador de bebé… ocupado con una bebé contrariada y llorona… la bolsa de pañales, el Snugli, su cartera y su cordura. Caminó con pesadez hacia adentro. Fue una de las únicas veces que agradeció que la tienda estuviera vacía.
Eliza gritó cuando miley colocó el portador en el piso.
India apareció en la esquina.
—¿Qué pasa? ¿Por qué estás aquí en medio de un día laboral? ¿Eliza está enferma?
—No sé. No deja de llorar. —miley sin más dejó caer todo lo que llevaba donde estaba parada—. He hecho todo lo que se me pudo ocurrir y llegué al final de mi ingenio porque nada está ayudando.
—Pues bien, ¿eres una pequeña alma en pena hoy, Srta. Eliza Belle? ¿Qué tal si la tía Indy se encarga por algún rato, hmm? ¿Mamá necesita un descanso?
Ella observó mientras India sacaba a la enojada bebé del portador e intentaba apaciguarla.
A Eliza no le importaba nada de eso.
Su corazón se apretó al ver que su bebé continuaba desconsolada.
—Tal vez es algo serio. ¿Debería llevarla al doctor?
—Es tu decisión, hermana. Es tu bebé. Tú deberías saber.
miley se echó a llorar.
—¡Pero no lo sé! ¡Soy la peor madre en el planeta! —sabía que no era justo molestar a la pobre India, obligándola a tratar con una madre histérica y una bebé gritona, pero no tenía a quien recurrir.
¿Qué hay acerca de nick?
El pensamiento de llamarlo, confesando su ineptitud con su hija, dejándole ver qué tan completamente perdida estaba… bien, lloró incluso más duro al exponer ese defecto, cuándo él ya pensaba que ella tenía suficientes otros defectos.
Esa era otra cosa. ¿Por qué Eliza no se quejaba continuamente alrededor de él? No es que él hubiera estado allí durante las últimas dos noches, y maldición, ella lo extrañaba. Se sorbió la nariz y los sollozos siguieron saliendo.
India estaba haciendo rebotar suavemente a Eliza en sus brazos, manteniendo un ojo sobre miley cautelosamente.
—¿Y qué? Estoy llorando.
—Tú nunca lloras.
—Nunca hago un montón de cosas que debería hacer. Estoy tan cansada de que todo el mundo piense que soy una especie de robot. De que todo el mundo piense que puedo manejarlo todo. —Ella comenzó a gritar más fuerte—. ¡No puedo! ¿Cómo hacen las mujeres que tienes bebés contrariados y trabajos exigentes y relaciones confusas y se encargan de un hogar por ellas mismas sin volverse locas?
—No lo sé, pero estoy preguntándome si un trago fuerte de whisky no sería lo mejor que pudieras hacer ahora mismo.
Eso causó que miley se riera a través de sus sollozos y de los gemidos de Eliza. —Gran consejo viniendo de una alcohólica.
Ella sonrió burlonamente.
—Por lo menos no sugerí que esnifes una línea de coca o te fumes un porro.
Un fuerte golpe sonó en la puerta que separaba los lugares en el local. Una voz amortiguada preguntó:
—¿Indy? ¿Estás bien?
India se dirigió hacia allí y abrió el cerrojo. La puerta se abrió y AJ Jonas entró.
—Oí un llanto de bebé.


8 comentarios:

amorciegoniley dijo...

siguela plissss prontiisss

Anónimo dijo...

ahh siguelaa ayaaaaa

alexajonas dijo...

siiguela plisssss

angela dijo...

ahh siguelaaa ahhhh por fisss

butblop dijo...

siguela yaaaaa

carter dijo...

siguela prontooo porfiisss

christopher dijo...

ahh si profiiss siguela yaaa

eliz_cyrus_miller_jonas dijo...

siguela yaa porfaaaaas