jueves, 12 de abril de 2012

Átame a ti - capitulo- 60




Estoy cansada, estoy tan cansada todo el maldito tiempo y ha sido estresante encontrarme con toda tu familia a la vez.
Me imagino. A pesar de lo que piensas, podemos irnos a casa ahora mismo, si quieres.
Ella estaba ridículamente encantada de que él considerara a ese lugar su casa. Levantó la mano para limpiarle una mancha de grasa de la nariz.
¿Te has estado ensuciando jugando con tus juguetes de niño grande, ¿no?
Sí. Lo siento.
No lo hagas. Te ves bien para mí. miley dejó que las puntas de sus dedos vagaran sobre los ángulos de su rostro, los pómulos, la mandíbula y hacia arriba de la frente. Muy, muy bien.
Nick la miró de esa forma que hacía que todo su interior femenino se vuelva suave y húmedo.
De todos modos, la abuela Kimi acaba de fugarse con la princesa Eliza y probablemente tendría un berrinche si intentáramos irnos. Miley cepilló un pedazo de paja fuera de su cabello. Olía bien. A tierra, a animales y a maquinaria. Como en casa.
No podemos decepcionar a la abuela murmuró él.
No ―ella continuó acariciando su sien y la suave sección de piel delante de su oído, adorando la oportunidad de tocarlo donde ella quisiera.
El aire en la habitación parecía más pesado, más denso, más cargado. Suyo. Suya. Por una vez, ella no luchar contra eso. Le dio la bienvenida. Lo alentó.
―¿Sabes algo, Sr. Jonas?
¿Qué, Sra. Ellison?
La verdad es que parecía perdida y sola, porque yo estaba perdida y sola. Te extrañé. Incluso a pesar de que todo el mundo ha sido realmente muy agradable y acogedor, no es lo mismo si no estás conmigo. Entonces realmente parecía como una llorona por sentir que yo no pertenezco aquí, con esta gente.
―¿Me incluyes a mí en “esta gente”, Miley?
No. Eso no es lo que quise decir.
Entonces, ¿dónde encajo yo, cariño?
Con la esperanza de aclarar un poco sus estados de ánimo, ella bromeó:
Tú encajas dentro mío perfectamente.
Atrevida. ―nick inclinó la cabeza y la besó en el antebrazo. Entonces, con la velocidad de un rayo, sostuvo ambas muñecas por encima de su cabeza con una sola de sus ásperas manos.
Ella chilló por la sorpresa.
¿Qué estás haciendo?
Implementando una nueva regla.
¿Como la regla del nudismo?
Síp. Si tú me tocas, yo puedo tocarte.
―Me estás tocando.
No donde quiero estar tocándote.
Ella se humedeció los labios sólo para observar sus ojos encenderse de deseo.
¿Y dónde te gustaría estar tocándome?
En todas partes. Pero puedo ponerme realmente específico si estamos malditamente apurados.
Muéstrame. Ella se arqueó hacia él cuando le acarició con la nariz su cuello. Por favor.
―Maldición, Miley quiero follarte tan duro que no puedo pensar más allá de levantarte la falda y acorralarte contra esta pared.
Su silencioso grito de hazlo, hazlo, hazlo palpitaba en su sangre tan fuerte que ella pensó que él lo oiría.
nick respiró en su oído:
he estado pensando en anoche todo el maldito día. ¿Y tú?
Ajá. Fue el sexo más caliente de toda mi vida.
Cuando te lleve a casa, voy a intentar malditamente subir un nivel o diez.
La boca de él era como fuego líquido sobre su piel.
nick. Y-yo no quiero esperar a que lleguemos a casa. Te quiero ahora.
Gracias, Jesús. Me preguntaba cómo de rápido y dulce tenía que ser para lograr que dijeras eso. Él tiró de su falda hasta que se cayó alrededor de sus tobillos y aplastó la boca contra la de ella. La mano estaba entre sus piernas, acariciándola a través de sus bragas. Él rompió el beso un momento para susurrar, amo las faldas que siempre usas. No sólo te hacen lucir sexy como el infierno, sino que nada más fácil para acceder a este cuerpo caliente del que no puedo tener suficiente. La besó otra vez.
Miley gemía ante las sensaciones contrastantes. El apretado agarre en sus muñecas. Los suaves toques como plumas sobre su coño como si él estuviera chupando el aire de sus pulmones y el sentido común de su cerebro.
Gradualmente sus dedos se deslizaron debajo del elástico y dentro de la resbaladiza humedad. Empujó los dedos dentro suyo y ella se retorció en su agarre.
Sus manos liberadas apuntaron hacia la hebilla del cinturón.
Supongo que voy a recordarte quién está a cargo más tarde.
Bien. Lo que sea. Ayúdeme a quitar estos malditos vaqueros…
Riéndose suavemente, él dijo:
me encanta que estés tan impaciente y bajó la tela hasta la parte superior de sus botas, apretando las manos sobre su culo. Envuelve las piernas alrededor de mi cintura cuando te levante.
Soy muy pesada… se ganó cuatro agudas bofetadas en el culo que picaron como la mierda. ¡Ey!
Vas a tener más si sigues diciendo mierdas como esas otra vez.
La levantó contra la pared. Su polla la empaló en un movimiento veloz.
Miley jadeó.
Ssh. La besó y comenzó a empujar lenta y constantemente.

1 comentario:

amorciegoniley dijo...

ohh ya soy adicta a tu novela ahhh