―No.
Carter,
Colby, Cord y Colt se abrieron paso. Tan pronto como el grupo terminó su
reunión privada, los miembros restantes de la familia corrieron a su encuentro.
A
pesar de que esto la hizo sentirse como una extraña, fue una de las escenas más
conmovedoras que miley había presenciado jamás y se dio la vuelta avergonzada
para ocultar su cara llena de lágrimas. Maldita hormonas.
Pero
miley también se dio cuenta que sin importar lo que pasara entre ella y nick,
Eliza siempre sería recibida con los brazos abiertos en esta amorosa familia
muy unida.
Kimi
regresó al área de de los asientos dónde miley estaba dando vueltas por la
periferia.
―Es
bueno ver a Cam en casa de una pieza, aunque sea sólo durante algunos días.
Cada vez que él tuvo permiso para ausentarse en los últimos años, algo muy malo
ocurrió allí y se canceló.
Miley buscaba dentro de la multitud Jonas aNick.
―Eso
es una lástima.
―Dulzura,
conozco esa mirada.
―¿Qué
mirada?
―Esa mirada de “soy
una nueva madre y siempre estoy exhausta”. Esa mirada de “quiénes diablos son
todas estas personas”. Esa mirada de “dónde se metió mi hombre”.
Incluso
a pesar de su melancolía, a miley le causó poderosamente gracia la madre de nick.
―¿Usted
ya reconoce todas esa miradas en mí, Kimi?
―Síp,
y esta vez nick no tuvo vela en este entierro. Aquí, déjame sostener a Eliza
para un ratito. ¿Por qué no te escabulles dentro de la casa donde está más
tranquilo?
Tocada
porque Kimi parecía estar cuidando de ella otra vez, le dijo:
―Gracias.
Me siento un poco perdida en la multitud hoy.
―Son
las malditas hormonas. Tener un bebé le desordena física y emotivamente durante
meses después ―sacudió
la cabeza―.
No sé cómo las mujeres jóvenes se las arreglan con ello por estos días.
―Usted
tuvo dos bebés al mismo tiempo. No sé cómo lo hizo usted.
―Para
ser sincera, yo tampoco ―se
rió―.
Es como una nebulosa.
―Cuénteme
sobre eso.
Kimi
hizo un movimiento como si espantara algo.
―Ahora
ve, desvanécete. Eliza y la abuela tienen una seria demostración de orgullo
para hacer.
Dentro
de la grande y vieja casa de campo, miley vagó hacia el piso de arriba. A pesar
de que los estilos fueran iguales, esta era mucho más grande que su casa. Seis
dormitorios rodeaban un corredor largo y ancho. Al final, frente a la escalera,
había un pequeño cuarto de baño. Se coló en el interior y cerró la puerta,
medio deseando que ella, Nick y Eliza sólo pudieran irse a casa.
Casa.
Este lugar era la casa de nick. Ella apostaría a que esta casa era tan familiar
para Nick como la casa donde él había crecido. Se quedó con la mirando
fijamente afuera de la ventana hacia la oscura cordillera de montañas a lo
lejos. La pradera montañosa, llena de pasto alto y seco, con grupos de árboles
de cedros. Pequeñas manchas blancas que ella asumió que eran vacas. Un paisaje
completamente extraño para ella, lo cual era adecuado dado que el estilo de
vida ranchero era igualmente extraño para ella.
Después
de lavarse las manos, había decidido llamar a India, sintiéndose culpable por
su descuidar sin intención a su única hermana, cuando dos golpes sonaron en la
puerta.
―¿Miley?
Cariño, ¿estás bien?
nick.
Ella
dio un paso afuera y se resistió de arrojarse en sus brazos. Vetas de grasa
salpicaban su rostro. Se veía hermoso y sorprendentemente, un poco perplejo.
―Hola.
Lo siento. Me pidieron ayuda para arreglar un viejo tractor con Blake, Chet y
Remy. Luego apareció Cam y me di cuenta que te había dejado sola durante un par
de horas.
―Comprensible.
También es comprensible que me quiero ir a casa.
―Miley.
―No
te preocupes. Sé que es el momento de la familia. No me quejaré ni te pediré
que vengas conmigo. Puedes quedarse. No es gran cosa. Llamaré a mi hermana para
que venga a buscarme, si tú y Eliza queréis pasar el rato.
nick se inclinó hacia abajo hasta que estuvieron nariz con nariz.
―¿Eso
es lo que piensas? ¿Qué me enojaría si trataras de sacarme de aquí?
Ella
no había tenido intención de sonar petulante. No había tenido intención de
hacerlo enojar tampoco.
―Me
doy cuenta de que deseas estar con tu familia.
―Estás
equivocada. Tú eres mi familia.
Antes
de que ella pudiera responder, un eco de pasos se escuchó arriba de las
escaleras. nick la agarró de la mano y la arrastró a la habitación de al lado,
y cerró la puerta.
―¿Qué
estás haciendo?
―Encontrar
un lugar privado donde no podamos ser escuchados por nadie. ―nick la apiñó contra la pared―.
¿Quieres decirme por qué tienes esa mirada perdida en tus bonitos ojos y por
qué estabas escondida en el maldito cuarto de baño?
Porque estaba a la deriva hasta que
apareciste.
―¿Miley?
―Él
le advirtió.
1 comentario:
ahh siguela siguela siguelaaa
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