―Ese
fue un maldito mmm contento.
―Mmm.
Él
susurró:
―miley.
Cásate conmigo.
Ella
susurró en respuesta:
―No.
Una
pausa permaneció mucho tiempo y él suspiró.
―¿Me
das una razón por la cual siempre dices que no?
¿Debería
eludirlo? ¿Mentirle? ¿O animarse y admitir la verdad?
―¿Ves?
Ni siquiera puedes pensar en una buena razón.
―Estás
equivocado. ―miley levantó la cabeza y lo miró fijamente a los ojos―.
Sigo diciendo que no, porque he estado casada antes.
nick miró la vergüenza luchando contra la verdad en los ojos de miley.
―¿Has
estado casado antes?
―Sí.
―¿Cuándo?
―Años
atrás.
―¿Por
qué no me lo dijiste?
―Porque
no fue la época más feliz de mi vida, ¿de acuerdo? Juré que nunca revolvería…
olvídalo. ―miley intentó maniobrar para alejarse de él, pero él apretó las manos sobre sus
caderas, manteniéndola en el lugar, manteniendo su polla encastrada a ella.
―De
ninguna condenada manera. No me soltarás algo como eso para luego salir pitando
como un conejito asustado, mileu.
―No
estoy asustada. ―En
respuesta, ella miró hacia abajo a sus manos reforzadas contra el pecho de él,
como si recién se hubiera dado cuenta de que lo estaba empujando para alejarlo.
―Entonces
habla conmigo.
―Por
favor. Déjame ir.
Él
tomó una profunda respiración.
―Si
te dejo levantarte, ¿prometes que te quedarás aquí y hablarás conmigo sobre
eso? ―Él
deslizó la mano hacia arriba de su brazo hasta su hombro. Enredó los dedos en
un mechón de su sedoso cabello―.
Debes saber que nada de lo que me digas va a hacerme cambiar de opinión con
respecto a ti. Y que puedes confiar en mí para que mantenga la boca cerrada.
Señor, parezco estar bien versado en mantener secretos.
―Supongo
que nunca te he oído hablar basura acerca de nadie. Ni siquiera de tu familia.
―¿Ves?
Es porque soy de fiar.
miley no miró hacia arriba.
―¿Querrías
una copa de vino si abro una botella?
―Seguro.
Me gustaría eso.
―Déjame
descender de esta cabalgata, vaquero, antes de quedarnos pegados
permanentemente.
―Seguro
que no me quejaría de eso, cariño.
miley se levantó de su polla laxa. Se deslizó hacia atrás y se detuvo entre sus
piernas.
nick le enganchó la mano antes de que ella se escapara.
―Sólo
por si se te cruza alguna idea sobre ponerte esa ropa otra vez, la regla del
nudismo todavía está vigente. Aún mientras estemos hablando.
―¿Vamos
a beber vino en la sala de estar… desnudos?
―Síp.
Y no me importaría si te movieras dentro de la cocina agradable y lentamente,
para que pueda ponerme todo caliente y cachondo mirándote ese delicioso culo.
Ella
se sonrojó antes de dirigirse hacia afuera de la habitación.
―Oh
sí, bebé, de eso es de lo que estaba hablando. Sacúdelo un poco más. Mmm. Mmm.
Maldición, miley, eres una mamá muy sexy.
Ella
lo obsequió con una sonrisa “ven y tómame” sobre su hombro izquierdo.
―Vas
a pagar por esa mirada, mujer.
―No
puedo esperar.
nick desechó el condón e intentó enfocar su cabeza alrededor del inesperado
matrimonio de miley. Por estos días no era una gran cosa estar divorciado.
Ellos habían salido cerca de una docena de veces el año pasado. Eso debería
haber surgido en la conversación al menos una vez. Así que ¿por qué ella no se
lo había dicho?
¿Por qué tú no le dijiste a ella que
eras nick y no Kane?
Mierda.
No había pensado en eso. Hombre, parecía que ambos eran buenos en decir
verdades a medias. No debería atormentarse por recuerdos que eran mejor
dejarlos de lado que discutirlos abiertamente.
No fue la época más feliz de mi vida.
Comprendía
el deseo de salir adelante del pasado. Él lo había hecho, enviándose a sí mismo
a un año sabático para poner en orden el desorden en que su vida se había
convertido. Durante el tiempo que estuvo alejado de su familia y amigos,
decidió que no iba a vivir su vida lamentándose por el tiempo y las
oportunidades perdidas. Ni esperaría que la felicidad le golpee la puerta. Él
iba a ir detrás de ella como un adicto al rodeo persigue la hebilla de oro: a
toda velocidad.
Observar
a sus primos tener una vida hogareña, la vida que nicksiempre había querido,
lo hizo más determinado a hacer realidad eso para sí mismo. Bajo sus términos.
Sí, él sabía exactamente lo que quería. Y ella caminaba en el cuarto
completamente desnuda llevando una botella de vino y dos copas.
―¿Por
qué estás sonriendo, nick?
1 comentario:
ahh tenes que seguirla queroo mas
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