domingo, 15 de abril de 2012

Átame a ti - capitulo- 74




Sí, había una cierta satisfacción en aceptar que no sólo le había dado a este hombre el control de su cuerpo, él había asumido el control de su corazón.

Nick había follado a miley como un absoluto animal, en un charco de barro, en el césped delantero.
Y a ella no pareció importarle.
Un sentido primitivo de satisfacción lo abrumó y él no podía esperar para tomarla otra vez. Marcarla como suya.
Le soltó las muñecas y levantó la parte superior de su cuerpo para mirarla.
Ella cepilló hacia atrás el pelo mojado pegado en su frente y le ahuecó la mejilla, dejando que la almohadilla de su pulgar rastreara sus labios. No dijo una sola palabra. No hizo ningún movimiento para… bueno, moverse.
nick abrió la boca para hablar y ella negó con la cabeza. Entonces miley lo besó con dulzura y pasión, dejándolo duro, necesitado y desesperado otra vez.
¿Ella prefería que este fuera un encuentro mudo? Estupendo. Lo que él pensaba hacerle probablemente la dejaría malditamente muda de cualquier manera.
Sacó la polla afuera de su cuerpo y rodó sobre sus pies. nick la ayudó a levantarse, luego tomó sus descartadas ropas empapadas, dejándolas en el porche. La guió subiendo las escaleras, pasando su dormitorio y directamente al cuarto de baño.
Con la luz del vestíbulo encendida y la puerta entreabierta, no había necesidad de encender las luces del techo. Ella dio un paso dentro de la ducha e hizo girar el grifo, dándole tiempo a él para agarrar apresuradamente lo que necesitaba de su set de afeitado.
nick corrió hacia atrás la cortina de la ducha y se unió a ella bajo el rocío caliente.
Mientras ella enjuagaba su pelo, él hizo espuma en un paño con jabón aromatizado con esencias de salvia y limón, y comenzó a lavarla. La graciosa línea de su cuello. Luego sus pechos llenos. Su barriga. La curva de sus caderas. Bajando en cada pierna.
Sin palabras, la instó a darse la vuelta. Nick barrió espuma a través de sus hombros. Sobre su espalda y columna vertebral. Cuando llegó a su trasero en forma de pera que lo volvía loco de lujuria, se apretó contra ella. El agua caía en cascada sobre ellos, enviando los remolinos jabonosos a sus pies bajando por el tubo de desagüe.
Él empujó su cabello a un lado y habló en contra de su piel mojada.
Miley. Tu culo es mío esta noche. Voy a follarlo, aquí mismo, parados bajo la ducha. Sus dientes tironearon su lóbulo y ella se estremeció. Lo haré tan bueno para ti que estarás gritando otra vez. Iremos tan lento como quieras, pero maldición, necesito eso de ti. Necesito una parte de ti que sólo sea mía.
miley lanzó un suave suspiro y frotó el rostro en contra de su mejilla áspera por la barba incipiente.
¿Dolerá?
Tal vez un poquito al principio. nick besó la suave piel debajo de su oído. ¿Estás preocupada?
Un poco.
―No lo estés. Tengo bastante lubricante. Su excitación hacía que su aliento tartamudeara a través de la piel húmeda de ella. Se estremeció e hizo ese pequeño chirriante gemido que lo volvía loco de lujuria. Te gustó tener mis dedos y mi lengua provocándote allí.
Es cierto. Ella hizo una pausa. ¿Me dejarías hacerte lo mismo a ti?
Guau. No era la pregunta que él había esperado.
―¿Quieres decir, atarte una correa con una polla de caucho, meterla dentro de mi culo y follarme con ella?
Sí.
Bebé, si eso es algo que tú quieres intentar, yo juego.
¿De verdad?
―De verdad. No hay nada malo en hacer cualquier cosa que nos dé placer a ambos susurró, lo que ocurre en nuestro dormitorio o en nuestra ducha o en nuestro césped delantero no es asunto de nadie más que nuestro.
Ella se rió con ese hermoso sonidito que él amaba y su corazón estuvo malditamente cerca de explotar.
Déjame hacerte esto, toda caliente, suave y resbaladizamente mojada.
Cuando nick dejó caer la barra de jabón miley lo miró con una sonrisa traviesa.
¿Es ahora cuando me dices que me incline y lo recoja?
Pícara. Él chupó su labio inferior y lo mordió suavemente antes de soltarlo. La había apretujado contra la parte trasera de la bañera. Date la vuelta y apoya firmemente las manos en la pared.
Tan pronto como ella lo hizo, nick le ubicó el pie derecho arriba del borde de la bañera. Se tomó su tiempo alisando su mano sobre la parte exterior del tobillo, arriba de su musculosa pantorrilla y la curva de su muslo. Se estiró para alcanzar el lubricante y vertió una buena cantidad sobre sus dedos. Presionando el pecho contra su espalda, lamió las gotas de agua que adornaban su hombro mientras palpaba su agujero.
El cuerpo de miley se tensó como él insertó el primer dedo, seguido rápidamente por el segundo. nick empujó adentro y afuera, dilatándola, esparciendo la lubricación por todas partes, besando su cuello. Su polla tembló cuando los músculos de ella automáticamente se aferraron con fuerza sobre la intrusión.
Respira. Empuja hacia afuera. Eso es todo. Él hizo un giro más profundo, ondulando sus dedos abiertos y cerrados, desanudándolos.
Hazlo, estoy lista. Quiero sentir todo de ti. Por favor.
Cuidadosamente, él quitó la mano.
Mientras el agua caía sobre el sexy arco de la espalda de miley, él agarró el lubricante otra vez, recubriendo generosamente su eje desde raíz hasta la cabeza. Otra vez se ubicó detrás de ella. Respirando dificultosamente, la anticipación tronaba en su sangre. Alineando la punta de su polla con esa entrada escondida, empujó para que sólo la gruesa cabeza pasara por ese rígido anillo.
Oh. Espera.
Está bien. Sin prisa. Correcto. Las piernas de nick temblaban por la necesidad de estamparse contra ella hasta que cada pulgada de su polla estuviera enterrada profundamente hasta las bolas en ese apretado canal. Deslizó la mano alrededor de su cadera, bajando hasta su hinchado clítoris, resbalando la punta del dedo a través de sus jugos. ¿Mejor?