―Oh
Dios, Rem. Eres tan malo como la Tía Genevieve. No puedo llevarlo a ningún
lado, lo juro.
Una
sombra grande oscureció de pronto la mesa. Miley miró hacia arriba, esperando ver
a nick, pero Cam Jonas se cernió sobre ella. El hombre era enorme, tuvo que
tener por lo menos dos metros. Sus hombros estaban malditamente cerca de ser
tan anchos como la mesa de picnic, aún así ni un gramo de grasa se aferraba a
sus enormes bíceps y a su plano estómago. Con su corte de pelo al ras, sus
pantalones de camuflaje y su camiseta ceñida, encarnaba las máquinas de combate
delgadas y perversas que muestran en los anuncios militares por la TV.
―Acércate
una silla, Cam ―dijo
Chet.
Cam
se desplomó pesadamente. Le ofreció a Miley una sonrisa.
―¿Nos
conocemos?
―No.
Soy Miley Ellison.
―Encantado
de conocerte, Miley. ―Le
tendió la mano―.
Soy Cameron Jonas.
Miley intentó no clavarle los ojos, pero Cam no se parecía demasiado a sus hermanos,
más allá de tener esos mismos ojos azules. Con el cabello trigueño, se parecía
más a Chet, Remy y Blake que a los Jonas, excepto Carter. Aún así, era
llamativo y un poquito intimidante.
―¿Con
quién estás aquí?
―Está
conmigo, Cam, y si no puedes soltarle la mano voy a tener que romper la tuya ―dijo
nick.
Cam
le arrastró la mano hasta sus labios y se tomó su tiempo besando sus nudillos.
nick gruñó.
―Sólo
estoy bromeando, K, siéntate y relájate ―Cam sonrió―.
Felicitaciones por tu hija.
―Gracias.
Nick se puso en el medio sentándose en su lado contrario.
―Estoy contento
de que estés en casa, primo.
―Es bueno
estar aquí, aunque sea un poco extraño ver a todas las mujeres y bebés
alrededor de mis hermanos.
Ella
escuchaba mientras los hombres charlaban, con tanta obvia facilidad entre sí a
un nivel que miley no entendía. La única persona con la que alguna vez había
compartido esa clase de conexión fue India, y sólo después de que India se
había recuperado. Cuando nick apoyó la mano sobre su pierna y apretó, ella se
dio cuenta de que él había captado su estado de ánimo.
―Si
lo organizamos para el miércoles por la noche, ¿todo el mundo va a poder ir?
¿nick? ¿Estás adentro? ―preguntó
Cam.
―¿La
Bota Dorada? Sí. Podría caerme por ahí. No vamos a comenzar a hacer heno hasta
el jueves.
―Razón
de más para celebrar. Esa parte del trabajo del rancho es una mierda.
―Que
es por lo que nos alegramos mucho de no ser rancheros ―dijo Chet,
y tintinó su botella de cerveza con Remy.
Cam
añadió su botella al brindis en el último segundo y dijo:
―Amén.
Miley notó a nick mirando a Cam de manera extraña. ¿Era sorprendente para él que Cam
admitiera que no quería ser ranchero?
―¿Crees
que Colt irá?
―No
lo sé. Él no pisó en el lugar desde que dejó de beber.
―Tal
vez deberíamos ir a algún otro lado para que no se sienta incómodo, ―dijo
Cam.
Miley lo miró.
―Eso
lo haría sentirse peor. Sólo invitarlo como normalmente lo haríais. De
cualquier manera, es su elección.
―Gracias
por el consejo. Lo aprecio. A las seis, el miércoles por la noche, en la Bota
Dorada. ―Cam
se inclinó para darle a nick una mirada intimidante. ―Miley es lista, bella y tiene buena onda. Lo que me recuerda, ¿por qué no lleva tu
anillo en su dedo?
Chet
y Remy dijeron a dúo:
―Oh.
―Porque
sigue diciendo que no.
Miley se sonrojó.
―Entonces
ella es incluso más lista de lo que yo pensé ―dijo Cam
guiñándole un ojo.
En
medio de los sonidos de risas, miley oyó a Eliza llorando. Kimi se acercó y nick tomó a Eliza en sus brazos antes de que miley se levantara.
―Esta
es nuestra señal para irnos a casa. ―nick le extendió su mano a miley ―. ¿Lista,
cariño?
―Sí.
―Creo
que ella sólo está cansada, hijo. Si quieres acostarla con los otros bebés…
―Nah,
ha tenido una semana dura. Miley y yo estamos extenuados. Dile gracias a la
tía C. ―Él
besó a Kimi en la parte superior de la cabeza―.
Nos vemos, abuela.
Una
vez que Eliza estuvo en su asiento en la parte trasera de la cabina y ellos
estaban conduciendo por la ruta polvorienta, Miley se deslizó a través del
asiento para sentarse justo al lado de nick. Colocó la cabeza en su hombro y
suspiró.
nick no dijo una sola palabra. Sólo envolvió el brazo alrededor de ella y sonrió
como si él supiera exactamente lo que ella estaba pensando.
Su
último pensamiento antes de dejarse llevar por la satisfacción del sueño fue
que tal vez ella no era tan lista al continuar diciéndole que no a este hombre.
1 comentario:
ohh siguela plissss
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