Átame a ti - capitulo- 78

―¡Tú! ―El tipo pasó rozando a nick, amenazando con cada grama de su postura.

En lugar de aprovechar la oportunidad este idiota podría lastimar a miley, nick lo sacudió con fuerza para detenerlo por la parte trasera de su camisa.

El hombre se retorció, dirigiendo su puño. Asestó a nick en la mandíbula con la fuerza suficiente para que nick tropezara hacia atrás. El tipo fue detrás de él otra vez, girando y fallando, luego dirigiendo un puño directamente al esternón de nick.

―¡Joder! ―nick se lanzó a sí mismo sobre el idiota. Cayeron sobre el suelo empapado y nick aterrizó un sólido derechazo en la boca del hombre. La sangre explotó del labio del tipo. nick dirigió otro derechazo, pero el tipo rodó y el puño de nick conectó con el barro. Antes de que nick recobrara el equilibrio, el hombre le pegó a un lado de la cabeza.

Incluso a pesar de que estaba fuera de combate, nick automáticamente giró hacia abajo y oyó el sonido del aire cuando le dio un puñetazo al tipo en el estómago. Un splash siguió cuando el hombre cayó en un charco.

―¡Suficiente!

Cuando miley se movió para pararse entre ellos, nick brincó del susto y la bloqueó del largo alcance de los brazos del hombre, aún cuando el tipo estaba acurrucado en el suelo.

―Quédate atrás. No tienes idea de lo que este amigo es capaz de hacer.

―No tenía idea de que tú fueras capaz de esta clase de comportamiento.

Ofendido, nick dijo:

―Él dio el primer golpe.

―No me importa. Hazte a un lado. Yo manejaré esto.

―Un infierno que lo harás ―nick dejó caer su voz―. Entra al condenado edificio, miley, ahora mismo.

―La última vez que lo comprobé, era la dueña de este lugar y tú no me das órdenes aquí. Así que apártate.

―No. No te dejaré ponerte en una situación peligrosa porque piensas que puedes manejarlo.

Los ojos de miley estaban tan fríos como él nunca los había visto.

―Lo manejaré a mi manera y no será con violencia física como lo has manejado tú.

―No hay ninguna otra forma.

Ella se apartó del camino de nick y se dirigió al hombre inclinado.

―Rex. Vete de mi propiedad y no regreses. Si te veo dentro de los dos metros de la puerta principal, voy a llamar al sheriff.

El embarrado Rex luchó para pararse y se fue arrastrando los pies hacia su pickup, en medio de murmullos sobre pleitos legales. Arrancó el motor y se fue.

nick estaba furioso. ¿Ella no había aprendido su lección anoche acerca de ponerse deliberadamente en peligro a sí misma? ¿Cómo sabía miley que el idiota no tenía un arma en su camioneta? Él podría haberla tomado y comenzado a dispararla e ir tras de todo el mundo en el edificio. Gruñó, fulminándola con la mirada por su poca precaución al dejar que el tipo se fuera.

Sin volverle la espalda a nick, ella señaló hacia el edificio.

―¿Ves a esos niños pegados contra la ventana? ¿Los niños que estuviste cuidando todo el día? Te han estado observando darle una buena paliza a otro hombre. Cada uno de ellos ha tenido que tratar con violencia doméstica en alguna forma. Éste es el último lugar donde deberían tener miedo. Tú les trajiste ese miedo hoy en tecnicolor.

―No lo hice. Él apareció aquí buscando una pelea. Yo le di una.

―Deberías haberte alejado.

―No hice una maldita cosa que fuera inapropiado. Lo haría exactamente de la misma forma si tuviera que volverlo a hacer desde el principio.

―¿Esa pura mierda de vaquero machista se supone que debe impresionarme?

―No, se supone que es para protegerte. Yo sólo estaba defendiéndome a mí mismo, y a ti, y a lo que es mío.

―No necesito que me defiendas.

―¿Realmente piensas habrías tenido una posibilidad manteniendo a ese tipo oculto si te hubiera perseguido? ¿Ibas a intentar razonar con él?

―Sí.

―Dame un maldito descanso ―nick contestó bruscamente―. Ese tipo estaba muy enojado, fuera de control y buscando problemas.

―No, tú estás descontrolado. Tú eres cien veces más problemático.

―¿Qué diablos se supone que significa eso?

―Justo como sospeché, la pequeña cantidad de control que te permití no era suficiente. Ahora quieres todo el control de mi vida y lo tomas a la primera oportunidad. ―miley hablaba a través de sus dientes apretados―. No estás contento con estar al mando en el dormitorio nada más. Quieres hacer lo mismo aquí. ¿Adivina qué? No sucederá.

nick no podía creer que ella le estuviera echando en cara eso. El control no era el asunto y ella lo sabía malditamente bien.

―Bien disculpa la mierda que salió de mí.

Los ojos de ella se estrecharon.