—Dígame exactamente que le dijeron.
La orden en la voz de Nick ni
siquiera fue disimulada.
James lo miró, cabeceó
afirmativamente y le dijo:
—<<James, te lo dijimos de
muchas maneras hijo de puta, pero no
eres muy rápido para entender.
Tenemos a tu hija así que deberemos
reunirnos. Te estaré llamando en
quince minutos, no se lo digas a
nadie. Si lo haces ella muere, ¿está
claro?>>
Quince minutos, eso le daba muy poco
tiempo. Tomó el teléfono y
marcó el de Kevin .
—¿Kevin ?
—Ya estamos en camino.
—Cambio de dirección, quiero que
vayas hasta Avenida Harmereck
2340, allí vive Peter Haskell, creo
que el hijo de puta ese es parte de
esto. En quince minutos llamarán, no
creo que realmente quieran la
patente, no es tan simple. Me parece
que quieren todo el paquete,
empresa y patentes actuales y
futuras. Que Joe me encuentre
aquí. Tú mira qué sabe ese Haskell.
—La única manera de tenerlo todo,
sería haciendo desaparecer a
James y a su…
—Lo sé. Por eso necesito a Joe ,
lo harán ir hasta ellos pero antes
lo harán recorrer toda la ciudad
asegurándose que nadie lo sigue.
Mantenme informado.
—Te llamó —le dijo Kevin y le cortó.
James a su lado había empalidecido
considerablemente.
—¿Quieren mi empresa? Tienen a
Miley , dicen que van a ma…
El nudo en el estómago de Nick se
apretó más. —No lo harán, nadie
lastimará a Miley . Esperaremos la
llamada. Tengo un plan.
Miley había llorado hasta agotarse
de lágrimas. Se dio vueltas en la
cama y miró el techo. El maldito la
había dejado. Podría estar
embazarada y aún así la había
dejado. Pues pondría remedio a ello.
Así que se levantó, buscó su
cartera, miró si tenía las llaves del auto.
¡El auto! Ya no tenía auto. Tendría
que tomar un taxi, iría
directamente a su oficina y le diría
unas cuantas cosas, entre ellas
que era ella la que lo dejaba que
había tomado esa decisión, y que
esperaba que si ya estaba embarazada
se hiciera cargo.
Con esa resolución se paró frente a
la puerta. No podría salir por la
puerta de adelante, el modelo y el
motociclista estaban allí, así que
tenía que idear algún plan.
Miró su balcón y recordó la vez que
se quedó encerrada como había
saltado desde su balcón al de su
vecina. Se había jurado no volver a
hacerlo porque no era tan fácil pero
era una medida desesperada.
Abrió con cuidado su balcón, colgó
su cartera atravesando su cuerpo
y pasó sus piernas por encima. Si se
resbalaba podría caer, nueve
pisos más abajo, pero ya lo había
hecho y no había caído, ¿por qué lo
haría ahora?
Con mucho cuidado se dejó caer
colgando hasta que pudo apoyar la
punta de sus pies en la baranda del
piso de abajo. Solo debía
agarrarse con fuerza de la moldura
en la pared y con mucho cuidado
asentar sus dos pies sobre la
baranda del balcón de su vecina en el
piso de abajo. La posición en que
estaba no era cómoda, aferrada con
una mano a la moldura a su derecha
mientras su brazo izquierdo se
extendía buscando equilibrio. Una
vez que sus pies se posaran sobre
la barandilla de abajo podría
equilibrarse soltar la moldura y bajar, al
menos la barandilla no era muy
pequeña y agradecía sus años
infantiles de gimnasta.
Para saltar de un balcón al otro,
necesitaba mucha concentración,
cuando pudo poner ambos pies sobre
el borde del balcón de abajo lo
demás fue fácil. Suavemente se tiró hacia adentro, en un salto
elegante. La ventana de Marcia estaba abierta, pero lo mismo la
llamó, no quería matarla de un susto.
—¡Marcia! Soy yo, Miley , me quedé encerrada de nuevo.
Marcia apareció secándose las manos, evidentemente la había
encontrado lavando los restos del desayuno. Sorprendida, en cuanto
la vio, su rostro se llenó de preocupación.
—¿No habíamos quedado que la próxima vez me llamarías por
teléfono y no harías el numerito de saltar por el balcón? —le dijo
en
un tono sermonero.
—Lo siento, Marcia. Pero algo pasa a mi teléfono. No te preocupes
estoy bien. No volverá a pasar. Haré varias copias y las dejaré
adentro.
Marcia no salía de su asombro. Y así se lo hizo saber moviendo
negativamente su cabeza muchas veces. Abrió la puerta del balcón y
la dejó pasar. Una sola mirada a su cara le dijo que había estado
llorando, seguramente se había asustado de sentirse encerrada.
Viviendo sola podía imaginar perfectamente que nadie se diese
cuenta de tu ausencia. La primera vez que Miley se había dejado
caer en su balcón. Habían tenido largas charlas sobre el tema. El
hecho de vivir sola las había acercado bastante. Cuando vio la
cara
de preocupación de Miley le sonrió.
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Maraton de 5 capis dedicad a May espero que te guste linda
2 comentarios:
AHHHAMEE EL CAPI Y YEAAH 5 CAPIISS
mi sari perve♥♥ me encanto
gracias amiga te quiero
ahora a ponerme a leerrr!!
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