¿Gira?
¿Este tipo era un músico? Él seguro que se veía como que estaría cómodo sobre
un escenario en frente de miles de fans femeninas.
―¿Qué
gira?
―La
gira del Rodeo de Toros Profesional.
―Oh.
¿De verdad?
―Justin
es jinete de toros, está número veintitrés en el ranking mundial. Él es el
compañero de viaje de mi primo Chase. Nos conocimos cuando estuve trabajando en
el PBR y me ocupé de su hombro herido.
―Keely
salvó mi temporada. Quedaba afuera de no ser por ella. Pero, sospecho que sus
hermanos están tratando condenadamente de matarme, no sólo de reagravar mi
lesión.
―Mejor
no mencionar que me escabullí para verte en la barraca anoche, ¿eh? Realmente
estarían cagando a patadas a tu muy hermoso culo.
Justin
protestó:
―¿Puedes
mantener ese secreto? Ellos tienen armas cargadas. Y sé que no les importaría
utilizarme como práctica de tiro.
Keely
se balanceó sobre las puntas de sus originales botas de vaquera decoradas con
flecos y estrás, para susurrar algo en el oído de Justin. Su rostro se puso
rojo remolacha. La agarró de la mano y la llevó afuera.
―Antes
de que lo preguntes, sí, ella es tan salvaje como lo has oído.
―Chass,
dulzura, ¿tienes un minuto? ―Trevor
gritó en la carpa.
―Ya
voy. ―Chassie
le pasó a Eliza de regreso a miley―. El deber llama. Hasta luego.
miley quedó sola otra vez. Era una sensación extraña considerar a estas personas como
la familia de Eliza. Aún así, ellos no eran familia de Mils.
Podrían serlo si aceptaras la propuesta
de Nick.
Ella
había estado pensando en eso, pero como India había señalado, Miley nunca hacía
nada impulsivamente. ¿Y cuál era la prisa? Ya estaban viviendo juntos. Ella
caminó sin rumbo por el patio y vio grupos reunidos en todas partes. Algunos
que ella reconocía… el padre de Nick y sus tíos. Mujeres mayores. Algunos tipos
una década menores que nick con la misma coloración por lo que tenían que ser
más primos que ella no había conocido aún.
―Sorprendente,
¿verdad? Todos estos hombres guapos. La mayoría todavía solteros. Le hace a una
preguntarse qué está mal con ellos, ¿no? Además del hecho de ser vaqueros
sexys.
Miley se volvió. La mujer tenía una mirada tan directa como la franqueza con la que
hablaba. Su cabello lacio marrón arratonado casi escondía su rostro con forma
de corazón. No era ni alta ni baja. No era ni gorda ni flaca. Era resuelta. Una
mujer que se mezclaría con el fondo. La típica esposa ranchera de Wyoming.
―¿Nos
conocemos?
―No,
pero he oído hablar de ti. Soy Libby Jonas. Quinn es mi marido. Te lo
presentaría, pero él me abandonó, como siempre lo hace.
―Nick desapareció también.
―Es
mejor acostumbrarse a eso. Por otra parte, ya has demostrado tu valía para destacarte,
y con una niña Jonas nada menos. Guau. Todo un logro.
Miley no sabía cómo responder. Esto le hizo preguntarse si debería haberse quedado al
margen en lugar de hablar con los diferentes miembros de la familia de Nick.
¿Estar constantemente en busca de la cara familiar de nick es considerado de
mala educación? ¿Es por eso que esta mujer sentía que había encontrado un
espíritu afín? ¿O había otra razón detrás de su amargura?
―Lo
siento. Eso estuvo totalmente fuera de lugar. No sé que se me ha metido
últimamente. Quinn siempre se queja de que yo no diría basura si tuviera la
boca llena. ―Libby
sonrió y fue genuinamente dulce―.
Felicitaciones por tu bebé. Es hermosa. Debes estar muy emocionada.
―Lo
estoy, gracias. ¿Tienes hijos?
―No.
Probablemente por eso es que estoy tan a la defensiva al respecto, ¿eh?
Una
vez más, Miley se quedó callada.
―Te
voy a poner al corriente, ya que veo las preguntas en tus ojos pero eres
demasiado amable para preguntar, cosa que va a cambiar una vez que estés
firmemente asentada en el seno de los pragmáticos Jonas. Quinn y yo hemos
estado casados durante más tiempo de cualquiera de
sus primos y somos los únicos sin niños. Así que, en lo que se refiere a la
familia he oído esa pregunta una y otra vez, hasta que a me complemento
perfecto con los extraños. ―Sonrió de nuevo―.
No me hagas caso. Nadie lo hace. ―Sus
ojos se centraron en un objeto por encima del hombro de miley―.
Bueno, bueno, hablando de los diablos ignorantes. Ahí está mi querido esposo.
Lo voy a interceptar al paso y salvarte de nuestra disputa conyugal.
Libby
se reunió con un hombre fornido, con el sombrero colocado tan bajo que miley no
pudo verle su rostro. Peleaban. No en voz alta, pero el lenguaje corporal decía
que había algo más que palabras de todos modos. La pelea no duró mucho. Libby
se fue dando pisotones y su marido no la persiguió. Sólo la observó irse. No
parecía que una querella familiar al aire fuera mejor que mantenerla reprimida
para Quinn y Libby. La escena molestó a miley lo suficiente como para saber que
iba a renunciar a su habitual mantra no-es-de-tu-incumbencia y preguntarle a nick acerca de la situación de su primo más tarde.
Al
no tener nada que hacer, espió a Carolyn y a Kimi poner manteles en las largas
mesas de picnic y se dirigió hacia allí. ―¿Necesitan ayuda?
―No.
Tan pronto como termine voy a quitar a mi nieta de tus manos.
―Suena
bien.
La
sonrisa de Kimi murió cuando miró a Carolyn, que se había quedado completamente
inmóvil.
―¿Caro?
¿Qué pasa?
Carolyn
salió como alma que lleva el diablo y corrió por el patio.
Todas
las conversaciones se detuvieron abruptamente en todas partes.
Una
figura solitaria bajaba con pasos apresurados por el camino de entrada. La
bolsa de lona en su mano cayó a la tierra mientras Carolyn se abalanzaba hacia
él. La hizo girar en sus brazos y ella estaba llorando tan audiblemente que
todos la escuchaban.
Kimi
exclamó en voz baja.
―Oh,
Dios mío. Es Cam.
Carson
pasó corriendo. Keely gritó y ya estaba corriendo hacia el camino de entrada.
―¿Quién
es Cam? ―preguntó Miley.
―Cameron
Jonas. El hijo de Carolyn y Carson, que estaba en Irak.
―¿Ellos no
sabían que iba a venir?
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Maraton dedicado a mi hermanita agus que hoy es su cumple nena espero que te la estes pasando mega geneal te adoro hermosha awww
1 comentario:
ohh me encanto me encanto me encantooo
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