Miley frunció
el ceño confundida.
-¿Por
qué?
nick retiró
el plato y se recostó en la silla para observarla detenidamente.
-Consulté
a un psicólogo antes de venir.
-¿Un
psicólogo? -miley estaba totalmente desconcertada, se dio cuenta avergonzada
de que la mala opinión que tenían sus padres sobre los psicólogos había acabado
afectándola.
-Me
recomendó que, siempre que fuera posible, te enfrentaras a las cosas de una en
una. Por eso quiero que nos centremos en lucas -le explicó nick muy
despacio y con dicción clara, como si estuviera hablando con un niño a punto de
tener una rabieta-. Creo que por ahora es suficiente con que aclaremos esto. .
-A
ver si he entendido bien -tartamudeó miley inquieta-, ¿me estás diciendo
que no estás dispuesto a... ?
-A
liar más las cosas y confundirte dándote información que aún no necesitas -le
confirmó nick viendo cómo se le iban oscureciendo los ojos de rabia.
miley retiró
la silla con brusquedad y se levantó.
-¿Quién
demonios te crees que eres para decirme eso?
-Por
favor, siéntate y termina de comer.
miley estaba
temblando.
-Tengo
derecho a saber qué papel desempeñaba en tu vida. No creo que eso sea
información superficial.
-Pues
yo creo que sí. Quiero hablar sobre mi hijo porque llevo tres años esperando y
me gustaría conocerlo -afirmó nick al tiempo que le lanzaba una mirada
desafiante.
-¡No
vas a conocer a lucas hasta que no me digas todo lo que quiero saber!
-empezó a sentir que le iba a estallar la cabeza, en parte debido a la
aparición de una fuerza de carácter que ignoraba tener y que se estaba
apoderando de ella por momentos, por mucho que luchara para contenerla-. ¿Qué
era yo para ti? ¿Un lío de una noche? ¿Una prostituta? ¿O tu novia?
Con
total calma, nick se acercó a ella sin mirarla a los ojos.
-No
eras nada de lo que has dicho. Cara, por favor, dejemos esto para
otro día -le sugirió suavemente con esos ojos tan oscuros e incisivos-. Cuando
llegue el momento, te diré todo lo que quieras saber.
-¡Deja
de tratarme como si no fuera lo bastante madura como para tomar mis propias
decisiones! Te lo voy a preguntar una vez más antes de marcharme de aquí...
¿qué era yo para ti?
nick tomó
aire.
-Eras
mi amante.
miley se
quedó mirándolo fijamente con los ojos cada vez más abiertos y la boca también
entreabierta, pero sin emitir sonido alguno. Toda la tensión que la había
estado martirizando se esfumó. Ahora solo podía sentir el shock que la había
dejado perdida y totalmente vulnerable. Entonces, cerró la boca y se obligó a
moverse para dirigirse hacia la puerta. Una vez allí, titubeó un segundo y
volvió a cruzar la habitación para recoger su bolso. Pero no se permitió mirar
a nick ni por una milésima de segundo.
-¿Están
aquí las llaves de mi coche?
-Sí.
Esto es ridículo -murmuró nick.
-¿Cuánto
tiempo fui tu... tu amante? -consiguió pronunciar aquella palabra con gran
esfuerzo.
-Dos
años...
miley se
estremeció con ese segundo golpe. Tomó fuerzas y se puso recta antes de volver
a dirigirse a la puerta.
-Espero
que me pagaras bien por prostituirme.En mitad de aquel silencio
ensordecedor miley giró la cabeza. Allí estaba nick sin mover ni
un solo músculo, pero por primera vez pudo leer en su rostro sin ninguna
dificultad, le ardían los ojos de furia. Algo más tranquila al ver su
reacción, miley salió de la habitación.
El
leve control que miley había conseguido reunir se vino abajo tan pronto
como se encontró sola en el coche. Se quedó un momento con la mirada
perdida en el parabrisas, intentando tomar aire y tranquilizarse.
Era
un hombre rico. Pertenecían a mundos diferentes. Claro, ella no podía ser su
amiga, su igual. Ahora entendía por qué le había costado tanto dar un nombre a
la relación que había entre ellos. Una relación que había tenido algo de
comercial. Dos años. ¡Dos años! Sintió dentro de sí una angustiosa voz de
condena.
Dos
años. Durante dos de aquellos años que no recordaba había sido una mantenida. A
cambio de sexo, seguramente él le pagaba la casa, la ropa y las facturas.
Temblaba solo de pensar el tipo de mujer que era antes de perder la memoria.
¿Qué clase de mujer era esa que se hacía llamar Destiny? ¿Qué más cosas
humillantes le quedaban por descubrir?.
Destiny puso
en marcha el coche haciendo un gran esfuerzo por reponerse. nick había
dicho que ella desapareció. De acuerdo, quizás tardó mucho tiempo pero al fin
se decidió a dejarlo. Seguramente planeaba empezar de cero. Y eso era
precisamente lo que había hecho.
Al
llegar a la rotonda que daba entrada al centro de la ciudad el dolor de cabeza
que la había estado acechando empeoró tanto de repente, que se le nubló la
vista. Tuvo que salirse de la carretera inmediatamente y parar en la cuneta.
Fue
entonces cuando ocurrió. Como si de pronto alguien estuviera pasando
diapositivas dentro de su cabeza, Vio una imagen de sí misma contestando al
teléfono:
-nick...
hace tres semanas que no te veo -decía su imagen con lágrimas en los ojos,
aunque intentando que la voz no la delatara. nick, como cualquier otra persona
obsesionada por el trabajo, detestaba que lo atosigaran.
-¿Por
qué no te reservas un billete para el Concorde?.
-Bueno
-accedió con estudiada indiferencia a la vez que retenía las lágrimas.
-No
me había dado cuenta de que hubieran pasado tres semanas -nick hizo una pausa
y luego siguió con esa superioridad innata-. No, cara, no hace tres
semanas. ¿No te acuerdas que pasé por allí la noche antes de irme a rió?
-nick,
por mucho que te quiera, hay veces que me gustaría pegarte. ¡Pasaste aquí menos
de cinco horas!
Entonces,
tan repentinamente como había ido, la imagen se desvaneció y Rob se quedó
atónita sentada al volante. Todas las sensaciones que tuvo durante su breve
viaje al pasado permanecieron con ella y fueron como una revelación.
Bajó
la ventanilla con mano temblorosa y respiró el aire fresco. De verdad había
sucedido, esta vez sí había recordado algo. ¡Pero esa diminuta porción de su
pasado era demasiado inquietante!
Lo
había amado. ¡Había amado a nick Uckermann! En algún momento tuvo capacidad de
sentir algo tan fuerte que la devoraba por dentro. Hasta ese
momento miley nunca había siquiera soñado haber podido sentir algo así
en toda su vida.
Resultaba
aún más demoledor el tener que hacerse a la idea de que una vez había adorado a
nick Uckermann, había vivido pendiente de ese amor día tras día, lo había
necesitado como necesitaba el aire que respiraba, sintiendo que sin él ella no
existía...
Cuando
salió de ese nuevo y terrible estado de conciencia, intentó olvidarlo por
completo. Decidió que ya lo pensaría al día siguiente.
Condujo
por la ciudad hasta llegar a Pétalos, la floristería que dirigía junto a Bel.
11 comentarios:
Juuuuu!!! Esta nove *-*
Me encantaba :D
Sube pronto otrooo!!!!
ahh m encanto tienes que seguirla prontooo pliss
siguela yaaaa buenisisima hahaha me encantooo
la mejor novela que he leido siguela prontoo plisss
eres una geneal escritora eso jamas lo dudes nunca nunca
H
E
R
O
S
A
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